Los ejercicios militares de Estados Unidos en Trinidad y Tobago provocaron una escalada de tensión con el gobierno venezolano. Las maniobras se enmarcan en un despliegue naval y aéreo que mantiene la administración de Donald Trump en el mar Caribe.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, calificó las prácticas como una “agresión” contra la “dignidad del pueblo venezolano”. En un video compartido en redes sociales, declaró que el gobierno de Trinidad y Tobago “presta su territorio, degrada su territorio, su soberanía para que se posen allí instrumentos para la muerte y la destrucción masiva de los pueblos”.
El ministro venezolano sostuvo que las maniobras, intensificadas por la Unidad 22 de Expedición Marina entre el 16 y el 21 de noviembre , son “completamente deliberados para amenazar a Venezuela”.
Trinidad y Tobago defiende la alianza
La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, defendió los ejercicios militares, argumentando que forman parte de una alianza de seguridad “profunda y duradera” con Washington.
La jefa de gobierno trinitense aseguró que las prácticas contribuyen a reducir el tráfico de armas, drogas y personas, y mejoran la preparación de las Fuerzas de Defensa de Trinidad y Tobago.
Los ejercicios militares se realizan bajo el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA) entre ambos países, el cual se renovó en diciembre de 2024. Las tensiones aumentaron con el atraque del USS Gravely, un destructor estadounidense equipado con misiles guiados, en Puerto España hace una semana.
El Nacional

