Los vuelos de deportación hacia Venezuela desde Estados Unidos comenzarán «dentro de los próximos 30 días», según lo anunció Tom Homan, zar fronterizo del presidente Donald Trump, en una entrevista con The New York Times.
Este sería el comienzo de un cronograma para el plan que busca deportar a cientos de migrantes venezolanos que están en el país norteamericano. La medida forma parte de un acuerdo entre la administración Trump y la administración de Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos no reconoce como presidente de Venezuela.
La semana pasada, Richard Grenell, enviado especial de Trump, viajó a Caracas: logró la liberación de seis estadounidenses que estaban detenidos en el país y que el régimen chavista aceptara de regreso a los deportados, entre los que se encuentran personas señaladas de haber cometido crímenes.
The New York Times aseguró que Maduro propuso un programa de préstamos para los migrantes indocumentados que regresen al país, con un presupuesto inicial de 10 millones de dólares. Se desconocen más detalles sobre este punto.
Aunque la administración de Maduro no ha confirmado oficialmente que aceptará a los deportados, el medio neoyorquino destaca que el acuerdo representaría un cambio significativo en la relación entre ambos países, después de años de tensiones.
Ahora, con el acuerdo alcanzado, el mandatario republicano parece cumplir una de sus promesas de campaña, la de deportar a cientos de miles de migrantes que llegaron a su país en los últimos años.
Según informes, citados por The New York Times, aún están detenidos en Venezuela al menos cinco estadounidenses y dos extranjeros con estatus de residencia en Estados Unidos, lo que otorga a Maduro cierta influencia sobre el gobierno republicano.
En la actualidad, la administración Trump reconoce a Edmundo González como presidente electo de Venezuela y el propio Donald Trump afirmó recientemente su interés de «hacer algo» por el país sudamericano.
El Nacional