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Rosmary Yépez: «La vida nos reta cada instante a disfrutarlo todo»

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Escrito por Beatriz Quintana

Araure.- Hace algo más de 10 años a Rosmary Alejandrina Yépez Espinoza le cambió la vida y, aunque fue un duro golpe, le ayudó a despertar y transformarse positivamente, en una mujer más consciente del poder de su espiritualidad y femineidad.

Un tumor cerebral vino para acrecentar su pasión por el bienestar y por la vida, al punto que cada paso avanzado le ha ayudado a asumir con agradecimiento una circunstancia que, para muchos, hubiese podido ser negativa.

Es alegre, tranquila, pero no pasiva, dulce y, a la vez, decidida, porque cuando se propone una meta no descansa en el logro de sus objetivos.

«El ser humano –durante décadas– ha estado en una búsqueda inalcanzable de la plenitud, y eso indudablemente y con toda certeza, te lo entrega la espiritualidad, que no es más que encontrarte y juntar nuevamente todas las partes de ti mismo, a través de muchas herramientas que ahora están disponibles para nosotros», afirmó.

Rosmary es una odontólogo reconocida, y una extraordinaria y muy preparada maestra de yoga, profesiones que le han dado grandes satisfacciones.

Durante esta década, se ha dedicado a cultivar su ser y estudiar la diversidad de técnicas, ceremoniales y prácticas, que le proporcionen bienestar a su cuerpo y también a su alma, en comunicación perfecta y natural, compartiendo con su comunidad yoguini, en múltiples eventos organizados con un equipo interdisciplinario.

Actualmente, Rosmary, ampliando su visión y perspectiva, está orientando su proyecto hacia una audiencia virtual, con el objetivo de impactar más allá de las fronteras venezolanas y para alinear su trabajo con su propósito de vida sin límites geográficos. Unifica de esta manera la Rosmary mujer que un día tomó la decisión de vivir intensamente, con la empresaria que emergió a través de la experiencia, esa que comparte a diario en sus clases que le inspira a seguir y crear un proyecto más grande este año 2024.

-La vida nos reta cada instante a disfrutarlo todo. Nacimos del placer y somos dignos de vivir en él, enfatizó.

Rebelde y curiosa

Nació en Acarigua, estado Portuguesa, y a los 17 años se fue a la universidad para estudiar lo que en su momento creyó que sería la profesión a la que se dedicaría, y retornó a los 27 con una visión totalmente diferente.

«Me sentí muy libre en mi juventud. Siempre he sido un poco rebelde y muy curiosa por aprender y vivir experiencias. Tenía mucho liderazgo y comunicarme ha sido mi gran habilidad y desafío», expresó.

Cuando se escogió su carrera lo hizo inspirada en su tía-madrina que también es odontóloga.

«Con la poca madurez que tiene un adolescente para escoger a lo que se dedicará ‘toda su vida’ mi primer razonamiento fue que quería una carrera en donde pudiera trabajar independiente. Luego, siendo una adulta, decidí estudiar mi segunda carrera como instructora de yoga, que aunque no es catalogada, aún, como una carrera universitaria, amerita estudios profundos para enseñarla de una forma integral, como filosofía de vida orientada al bienestar», indicó.

Detente

La vida suele decirnos de diversas maneras que hay que cambiar el rumbo. Nos muestra, sorpresivamente, ante hechos que nos obligan a detenernos, pensar más, confiar más en nosotros mismos, en Dios y en las personas que nos aman.

«Tenía 20 años cuando me diagnosticaron un tumor cerebral. El apoyo de mi familia, la práctica de yoga y mis amigos, fueron un soporte importante para seguir adelante», dijo concisa, sin hablar mucho sobre esa etapa ya superada.

Rosmary se dio cuenta que ese tumor llegó para decirle que jamás tienes nada bajo control y explicó que la vida puede cambiar drásticamente de un día a otro «y si nos resistimos a la experiencia y nos negamos al cambio será muy doloroso y muy sufrido. Aceptar, investigar, confiar e integrar el para qué llega cada experiencia a nuestra vida, es donde está la magia del aprendizaje».

Su transformación ha sido visiblemente profunda en estos últimos dos años y señala «sobre todo aceptar ser mujer y de alto valor, merecer la vida y el éxito, tomado la responsabilidad de ella y cuando digo responsabilidad no hablo de la parte económica solamente, hablo de hacerme cargo de mis heridas y las cosas que he decidido sanar para liberarme de patrones generacionales. Para mí, ha sido maternar a mi niña interior, para renacer y para dejar de ser una niña en el cuerpo de una adulta».

Nada ha sido casual, ha puesto mucho empeño en crecer no solo espiritualmente, sino también académicamente, una especialización tras otra, que se traduce en un cúmulo de conocimiento que la acredita en diferentes áreas del bienestar.

«Me fascina estudiar y profundizar sobre mi profesión, desde diversos cursos en odontología, como del yoga: técnicas de respiración, meditación, anatomía aplicada al yoga. He investigado profundamente la historia del yoga y demás técnicas afines», comentó.

Sus últimos estudios, culminados este año en Colombia, la prepararon como formadora en Sexualidad Sagrada y Alquimia Sexual, que –explica– es una combinación entre el Tao y Tantra.

“Básicamente, es para orientar la transformación de otros seres a través de una sexualidad mucho más amable y la integración de su energía femenina y masculina. Actualmente, formo parte de un Master de Negocios para mujeres sanadoras, con una comunidad de todas partes del mundo, que está siendo un antes y un después en la forma de encaminar mi marca personal como una empresa sostenible, escalable, de mayor conversión y alto impacto», afirmó.

Transformación positiva

Para ella es muy importante invertir en programas transformacionales, porque a través de su crecimiento y transformación personal, espiritual y profesional, puede impactar y llegar a muchas más personas cada día, de una forma más organizada, mas inteligente, con mayor disfrute y placer.

Todo lo que ha aprendido quiso compartirlo y comenzó tímidamente dando clases, un proyecto que ha seguido expandiéndose cada vez más.

-He querido compartirlo porque ha transformado mi vida para bien, y también he visto transformarse la vida de mi entorno y todo el que quiera formar parte de mi comunidad. También es parte de mi misión de vida inducir el despertar espiritual y que las personas sean más conscientes de que estás haciendo con su vida.

Para lograrlo, actualmente ha creado un canal de difusión a través de su Instagram @tierrayoga_om y su WhatsApp.

Este mes estará disponible un material exclusivo orientado a mujeres, en el que juntas se propone explorar cuatro señales de la energía femenina herida y la hipermasculinización, que le impiden sentirse como una diosa.

Se prepara, también, para lanzar un workshop sobre el tema y un posible último evento presencial.

«Estamos trabajando –mi equipo y yo– por nuevos objetivos en el 2025, como un podcast y un programa transformacional para mujeres que luego les contaré de qué se tratará».

Afirma que es importante orientar sus enseñanzas hacia experiencias de sanación integrando la energía femenina y masculina.

«Vivimos en una sociedad que nos ha mantenido polarizados y la consecuencia ha sido mujeres insatisfechas en su energía femenina, creyendo que ellas tienen que poder con todo y hombres insatisfechos en su energía masculina por no saber expandirla con poder y fuerza para desarrollar su potencial. Todas tenemos que aprender sobre el poder de la energía sexual y la práctica de la sexualidad sagrada como método de manifestación y sanación».(CNP 16.100)

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Beatriz Quintana

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