(Medellín).- Soñadora al mil por ciento y con unas ganas de alcanzar sus metas, que ya quisieran muchos poseer. Bertis Rivero Simancas, nos muestra una vez más que «querer es poder». Durante ese camino ha tropezado caído, llorado y se ha levantado pensando: «¿es esto lo que busco? ¿cómo lo hago mejor? ¿qué me hace falta corregir? ¿con quién aprendo las mejores estrategias para llegar?
Lo que jamás se planteó fue dejar de buscar su satisfacción interior ni poner a un lado sus planes de crear y emprender con éxito.
Se ha superado a sí misma con determinación, con su característica alegría, sencillez y verbo fácil. Es publicista, diseñadora de modas y creadora de la revista más chic que ha tenido el estado Portuguesa y sus alrededores, Kalor Magazine, que proyectó en sus páginas las personalidades más importantes del estado Portuguesa, Lara y de la farándula venezolana.
Como muchos emprendedores, se lanzaba al ruedo con muy poco conocimiento, pero hoy, más madura, experimentada y curtida en áreas de negocio, ha cambiado su estrategia y viene con nuevos bríos y proyectos.

Se ha superado a sí misma con determinación y su característica alegría
Hace apenas una semana lanzó en Instagram su marca personal «Rivero» (@bertisrivero), donde quiere dar a conocer su historia, errores y aciertos, con tips sobre finanzas y marketing, aplicando el slogan «Menos Drama», para decirle a sus seguidores que es más fácil emprender si cuentas con una buena asesoría.
«Emprender es un camino solitario, incierto y de mucha resiliencia, pero no debería tener tanto drama. Cuando uno sabe lo que necesita y para dónde va, es menos pesada la carga. Ahora que lo sé, quiero estimular y aportar. También mostraré mi proceso como emprendedora en otro país. Siento que eso será interesante para personas de cualquier edad», afirmó.
Bertis nació en Guanare, estudió bachillerato y Diseño de Modas en Araure, y Publicidad en Barquisimeto. Se casó muy joven y concibió a sus dos maravillosos hijos, Giovanni y María Virginia. Hace varios años tomó decisiones que cambiaron el rumbo de su vida y entre la migración de sus hijos —habiendo cerrado Kalor Magazine y Triana, su emprendimiento textil, por la depresión económica venezolana—, levantó su vuelo, pasando por Estados Unidos, Argentina, Canadá, y, actualmente, Medellín (Colombia), donde quiere echar nuevas raíces.
«Tuve que aprender de finanzas, métricas, actualizarme con el marketing digital, aprender de la estructura del modelo de negocio y a aprender sobre los requerimientos de lo que significa facturar como extranjera en Colombia. Es un reto que me pone a temblar de emoción. Estar ocupados en lo que nos agrada. Es un nivel máximo de bienestar», enfatizó.
¡Kalor Magazine: la Hola, de occidente!
La idea de crear un emprendimiento publicitario, nació debido a su primera crises matrimonial. Las adversidades dentro del matrimonio le generaron muchas interrogantes. Tenía 26 años de casada, dos hijos y se había dedicado solo a la casa.
«No vivía mi vida, porque no sabía cómo hacerlo, entregaba todo mi tiempo a los que me rodeaban. Busqué ser la perfecta ama de casa, algo muy normal en mi círculo de amistades», agregó.
En un momento de oscuridad e incertidumbre, queriendo valerse por sí misma, tomó la decisión de estudiar Diseño de Modas como una segunda carrera. Un trabajo académico, generó la idea de hacer una revista y, empíricamente, comenzó el proceso.
«Durante año y medio, pasé lo que nadie imagina. Críticas, desasosiego, incredulidad, falta de empatía, trasnochos, sentimientos de culpa, llanto y mucho más. Ahí comencé a entender lo duro y solitario que es emprender», dijo Bertis.
El resultado fue una novedosa y extraordinaria revista de variedades, que le dio lustre al estado Portuguesa y su gente. Allí se mostraban las historias de las personalidades de la cultura, el deporte, la industria, se resaltaba el turismo, la moda, la farándula y, sobre todo, ¡se le daba palco a los protagonistas de los más destacados eventos sociales, y se dieron gusto los mejores diseñadores gráficos, los estilistas, fotógrafos, escritores y creadores visuales!
Una vez que Kalor Magazine se hace visible en los estados Lara y Portuguesa, donde era distribuida con un gran éxito, cambió rotundamente su vida.
«Siempre digo que fue un antes y un después en mi crecimiento personal. Desarrollé capacidades que no sabía que tenía. No lo hice sola, me acompañó un equipo de profesionales maravilloso. Gracias a ellos, comencé a forjar fortaleza de liderazgo como una condición obligada, para establecer relaciones laborales sólidas y amenas con todos. Eso también lo hice empíricamente», expresó.
Fue una experiencia extraordinaria, porque desde esa plataforma conoció mucha gente a través de entrevistas, sesiones de fotos y comercialización. Conoció sus historias como emprendedores y sus duros comienzos.
«Todos me llenaron de fuerza y aprendí en absoluto silencio. Siento que hoy tengo mucho de ellos, por eso agradezco a todos aquellos que confiaron en mí y en Kalor Magazine durante esos 11 años. Fue una etapa maravillosa, la cerré llena de un sentimiento abrumador por la situación del país, pero convencida de que con tanto insomnio y dolor no se trabaja», manifestó.
Pero una emprendedora como Bertis solo suelta un sueño para hacer realidad otro. Así que al día siguiente, ya estaba trabajando con Triana Concept, un emprendimiento textil que ya tenía en mente y una idea creativa que le dio mucha paz, solo que también era empírico.
-Comencé con franelas sencillas, las pinté, después les agregaba súper posiciones de telas. Me equivoqué muchas veces, no todo quedaba bonito. Perdí dinero… pero de tanto persistir con la idea, logré un concepto textil, una idea distinta. Llegué a tener 14 empleadas. La marca tuvo cierto reconocimiento en Venezuela y el producto fue conocido en 7 países», cuenta de sus inicios.
Durante 4 años, probó las mieles de un emprendimiento que, en etapa temprana, le permitió tener estabilidad financiera, pero al llegar la pandemia, no supo manejar los cambios de la economía y decidió cerrar, otra vez.
Cambiar duele
Ninguna crisis existencial llega en vano. Puede, como en su caso, generar el despertar espiritual necesario para continuar con más fuerza. Ella lo logró buscando en sus raíces familiares, sanando sus heridas generacionales e infantiles.

Bertis acompañada de su hermana Rosa y su madre
«Yo necesitaba saber bien por qué me dolían ciertas cosas, por qué tenía inseguridades, por qué me faltaba valor para tomar decisiones; qué era para mí la validación, la aceptación, la opinión de otros, ¿dónde estaba la razón del miedo a los cambios?, fue un trabajo profundo de introspección», reflexionó.
-Lo que he encontrado, ameritaba un intenso trabajo. Yo quería sentirme renovada y no podía. Pensé que era más fácil, pero la vida me dijo: «¡No, te falta!» y me envió mucho dolor. En un año y medio, afronté la muerte inesperada de mi mamá. Fue demasiado duro, porque con ella se fueron respuestas que hubiese querido tener, aparte de que la amaba con mi alma.
Después, tomar la decisión de no continuar con Triana en Venezuela y emigrar sintió mucho miedo. «Aunque hice todo lo posible para que mi divorcio fuera un proceso lleno de aceptación, fue igualmente doloroso porque te desprendes de una vida a la que apostaste. Muchas veces, viéndome afuera, sola, pensé varias veces si había hecho lo correcto, solo que la vida también te enseña, que para atrás no se mira», reflexionó.
Cuando sentía que se estaba recuperando, su hijo Giovanni es diagnosticado con cáncer de próstata.

Con sus hijos Giovanni y María Virginia Ferranti Rivero
-El mundo se me vino encima y me arrodillé pidiéndole a Dios por mi muchachito. Fue extremadamente duro, porque después de tener varias entradas a USA, me negaron la visa y no pude estar con él en todo su proceso. Fueron 6 meses muy angustiantes. Ya hoy está sano y como hijo mío fuerte que es, me demostró su fuerza de voluntad de sanar haciendo todo el tratamiento como era. ¡Imposible ser la misma de antes!
Triana, otra vez
«En este momento, estoy a días de iniciar nuevamente con Triana, mi anhelado emprendimiento que siempre me genera paz. Me gusta crear. Solo que ésta vez, ya no es un concepto manual, tampoco es empírico y estoy en otro país, cumpliendo todos los requisitos de ley. Ya es un emprendimiento de envergadura. Aunque sencillo, porque industrialicé el concepto de las camisetas; tiene su grado de complejidad, porque ahora estaré por primera vez, en una plataforma de E-Commerce», aclaró.
Tomó cursos y tiene mentores. No ha estado sola en este camino de cambios. «He tenido gente a mi lado más preparada que yo, que me ha ayudado a sentirme segura de mis capacidades, tanto a nivel laboral, como emocional. Lo que sí entiendo con un nivel importante de humildad, es que mi historia, no es tan relevante. Hay personas que han tenido peores procesos llenos de injusticias, tristezas y dolores infinitos».
-No soy diferente por lo que viví, tal vez por la capacidad que tuve de levantarme. Por consiguiente, lo que considero válido, es lo que yo haga con esa historia, lo que puedo aportar, lo que hizo que yo me transformara y por lo menos, sea un referente de superación. Eso sí es relevante para mí. Ya el pasado me mostró cómo debo vivir el presente. No se puede controlar todo, ahora solo me ocupo de lo que sé que puedo hacer y me mantengo en modo: ¡Confía, Dios y el universo saben todo lo que me ha costado y lo que necesito también!
Rivero: su marca personal
Detrás del tagline Menos Drama, ha lanzado su marca personal “Rivero», con la finalidad de mostrar las tendencias en marketing y tecnología que funcionan.
«Sin ego, sin competencia, solo mis ideas, con mis vivencias, aportando una estructura de valor para el emprendedor y herramientas que yo no tuve. Medellín no estaba en mis planes, pero sí en los del universo», agregó.

En su nueva etapa de empresaria en Medellín (Colombia)
Explicó que cada 40 años hay cambios drásticos en la humanidad y que no podemos seguir pensando igual, sino que debemos prepararnos y montarnos en la ola de los cambios, ¡porque quien no se monta, se queda!
«Somos capaces de todo, solo que no queremos creer, marcados por el sistema generacional, y ya ese mundo no existe. La adaptación nos hace poderosos y más jóvenes, pero es un proceso que no todo el mundo está dispuesto a vivir. La gente prefiere autoinmolarse a muy temprana edad, buscando excusas en la edad cronológica y a seguir pensando igual. Eso se respeta, pero hay maneras de tener una vida distinta», indicó.
-Aposté por el cambio y me ha hecho bien, porque siento que soy luz desde adentro y eso es importante para mí. Dios quería verme tal y como estoy, solo que él no sabe, que me verá mejor. Si Dios no me hubiese dado la capacidad de soñar, no hubiese podido hacer realidad lo que estoy viviendo. ¡No se puede crear ni soñar jamás, con aquello a lo que no fuiste destinado!», agregó. (CNP 16.100)