Guanare.- Guanare ha sido, desde siempre, una ciudad musical, donde abundan los cantantes y ejecutantes de instrumentos criollos y clásicos. Lo más bonito de ese mundo cultural, es la camaradería y las agrupaciones que van y vienen, entre las que se tejen con cuerda de cuatro, guitarras, mandolinas y arpas, amistades eternas.
Iniciarse en la música es inevitable porque en toda familia hay un músico que rasga un instrumento, compone versos o lleva serenatas. Por eso, cuando le preguntamos a Eliezer Agustín Alvarado Sereno, cómo se inició en la música, no extrañó su respuesta: «comenzó en el hogar, con mi padre; él fue mi inspiración«.
Desde muy jovencito, ingresó al mundo de los cantores y creadores musicales -donde nos conocimos hace ya varias lunas- y al que dedica su vida artística y profesional.
Aunque su vocación como pedagógo prevalece, Eliezer, es un extraordinario ejecutante del cuatro y con su espectacular voz de barítono ha representado su gremio y su tierra en diversos escenarios, y se ha destacado como primer lugar en la Voz Magisterial y segundo lugar en el Festival Nacional “Voz Upel”, en Valencia, estado Carabobo.
Entre las múltiples agrupaciones a las que ha pertenecido destaca la Estudiantina «Antonio Torrealba» que cumplió 50 años de fundada en el 2023, el Grupo Criollo Upelista, Venezuela Canta y Guanare Siempre. Ha sido guía musical de los Niños Cantores de Portuguesa, y colaborador como músico en la Orquesta Sinfónica de los Llanos, durante las diferentes ediciones del grandioso «Festival Nacional en Honor a la Virgen de Coromoto».
Durante 29 año, se ocupó de la coordinación de Difusión Cultural a nivel municipal y regional de la Dirección de Educación del estado. Ha sido organizador y jurado del Festival Internacional de Música Llanera El Silbón, del festival nacional “Voz Casa de los Niños de Venezuela», creado por la Fundación del Niño, y organizador de un sin fin de eventos y festivales musicales para incentivar la cultura de nuestro país a nivel nacional e internacional.
Internacionalmente, ha acompañado a la agrupación musical y dancística “Danzas Temerí” como director musical en giras por países como Francia, España, Polonia, Alemania y Colombia
Por amor al arte
Eliezer nació en Guanare, estado Portuguesa, un 17 de febrero y, desde su adolescencia, no solo cantaba y tocaba, también enseñaba a otros niños a tocar. Dedicarse a la pedagogía fue natural y se graduó de profesor en Educación Estética, egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador y tiene más de 30 años de experiencia profesional.
Fue en el Ateneo Popular de Guanare que, a los 8 años y de la mano del maestro Rómulo Legones, inicia formalmente la ejecución del cuatro, alternada con el aprendizaje del Lenguaje Musical en la Escuela de Musica «Juan José Landaeta».
“Referirnos a la riqueza musical de Venezuela, es hablar de la expansión de géneros musicales en el país, con influencia de todo el mundo que supera hasta los ochocientos géneros que muchas veces desconocemos, ya que sin duda nos falta conocer la música real venezolana que definitivamente no es solo el arpa, cuatro y maracas. Aparte del joropo, tenemos calipso, golpe, parranda solo por mencionar algunos”, afirmó.
-Conocer nuestra música es fundamental para defenderla de la transculturización y, sin duda, defenderla desde la educación, enseñándole a las nuevas generaciones desde la escuela y que perdure hasta la juventud. Ellos se han inclinado por nuevos ritmos por no conocer lo nuestro, por ende, no generan sentido de pertenencia. El deber nuestro es enseñarlos a defender nuestra riqueza cultural», enfatizó.
El profesor de música
«Cuando aún era liceísta, el coordinador de Educación del estado era mi alumno en el ateneo. Me preguntó si yo quería trabajar como docente. Acepté y empecé con suplencias ¡Me encantó!, seguí hasta que me dieron un cargo de docente de Educación Musical en la Escuela ‘Francisco de Miranda’, actualmente Escuela ‘Orlando Gil Casadiego’. Gracias a todas estas experiencias, decidí estudiar pedagogía”, dijo.
Como músico -nos dice- lo marcó, como a muchos guanareños, la estudiantina del ateneo, también su paso por el reconocido grupo de tambores «Totuma» y un grupo muy particular que tocaba de todo,»Guanare Siempre».
«Por supuesto la experiencia con la Orquesta Sinfónica de los Llanos es única y extraordinaria, pero la que recuerdo con más satisfacción fue la que me llevo por todo el mundo en festivales de 11 países como director del grupo musical Temeri, perteneciente a la escuela de danza», expresó.
La felicidad de ser músico
“Ser músico es sentirse privilegiado, por tener este don y poder llevarlo a todas partes para alegrar corazones. Esa es mi felicidad. Es diferente ser profesor y ser ejecutante, pero van de la mano, porque enseñar a los muchachos me hace darme cuenta que el docente plasma lo que conoce, observando, a la vez, el crecimiento de sus alumnos. ¡Es una gran satisfacción cuando los ves llegar tan lejos y pensar que formaste parte de eso!”, indicó orgulloso Alvarado.
Como docente, cultor y artista, resaltó que dignificar la música venezolana va a la par de dar un lugar preferencial a quienes la interpretan.
«Este reconocimiento se debe hacer desde la escuela como parte del patrimonio venezolano. Los músicos en Venezuela dan la cara por su país en muchas situaciones y al momento de representarla la llevan con orgullo. Por ello, se les debe dar el lugar que merecen cultural y económicamente».
Viajes por el mundo
«Viajar representando a Venezuela es una bella experiencia de intercambio cultural. Entendemos las diferencias de nuestra música con la de otros países y aprendemos mutuamente, pero sobre todo, apreciamos el respeto y admiración que nos tienen afuera. Entendimos que tenemos una música alegre que llega a las personas. ¡Hasta nos pedían que repitiéramos el show! Fueron muchas agrupaciones de diversos países a esos festivales, pero Venezuela marcaba el acento, en todo. Teníamos un repertorio amplio de 15 manifestaciones culturales, acompañadas de la parte dancística», señaló.
Recordó la magnífica organización de los eventos y tener oportunidades mágicas como estar en la casa del papa Juan Pablo II, ir de turismo en Francia, Polonia, Italia y, por supuesto, compartir en Chile, Mexico, Colombia, entre otros.
Y sigue activo
«Actualmente estoy activo en el Liceo ‘José Vicente de Unda’, como profesor en la carrera de técnicos medios en Arte. Allí tengo alrededor de 23 años. Además, pertenezco al ministerio de música de un iglesia en Guanare y tengo mis alumnos de canto e instrumento, particulares”, indicó.
De toda su experiencia, dijo: «Mi mayor legado es formar a tantas generaciones a nivel musical, canto y ejecución de instrumento. Formar jóvenes no tiene precio”.
A lo largo de su carrera musical ha recibido muchos premios, como el del Festival de la Voz Magisterial, en Mérida, representando a Portuguesa; el Festival de la Voz Upel en Carabobo, diferentes ediciones del Festival Liceísta de Cuatro y Bandola, entre muchas otras.
«A lo largo del tiempo pudimos consolidar diferentes proyectos que me gustan recordar como ‘El Silboncito de Oro’, el ‘Festival de la Voz del Representante’, la primera coral creada para niños con discapacidad y, por supuesto, ‘Vacacionando en mi ciudad’, que se trataba de conocer Guanare, un gran proyecto a través de la educación y el turismo local”, acotó.
¡Sin duda alguna, Eliezer Alvarado es una pieza muy valiosa del gigantesco patrimonio cultural de Portuguesa y Venezuela! (CNP 16.100)