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Freddy Orellana: «Quería ser piloto como mi padre, y encontré una mejor manera de estar ‘en el aire'»

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Escrito por Beatriz Quintana

Araure.- La radio es uno de los medios de comunicación más populares en el mundo, tuvo su gran momento, cuando los locutores de graves voces eran unas «estrellas», y muchos jóvenes soñaban en ser como ellos y entrar en ese universo que transformaba la vida de la gente, que iba desarrollándose a la par de la tecnología de punta y con la música de los grandes cantantes nacionales e internacionales.

Admirando ese mundo invisible, creció Freddy Rafael Orellana Velázquez, queriendo saber cómo se producía el sonido y quiénes eran esos personajes. Tratando de hacer grabaciones nítidas con cassette, esperaba que en Radio Acarigua pusieran el tema que le gustaba, para poder hacerlo. Instalando antenas para estar en contacto con otras emisoras, en un ensayo infantil -con la imaginación a millón, como solemos ser cuando niños- y siguiendo su genuino interés, para lograr el sueño, que de adultos, no todos llegan a cristalizar.

Estar al frente de Onda «La Superestación» 90.3 FM es dar un gran paso hacia adelante en su carrera, porque puede hacer las cosas bajo su propio criterio. Orellana, puso a disposición de los comunicadores, periodistas y locutores un estilo diferente de hacer radio, una oportunidad de ofrecer información y abrirnos a la creatividad, con el estilo de Unión Radio, para otro target.

Lo hemos visto avanzar e ir siempre por más, para ofrecer a la audiencia programación de calidad, contenido informativo y de entretenimiento novedoso, abriendo espacios de comunicación que van hacia la excelencia y a la par de Caracas.

Ese es un gran motivo para valorar la inversión y el esfuerzo que Freddy, admirador de la buena radio, ha querido traer a Portuguesa, siempre mirando hacia el futuro y perfeccionando la forma, buscando novedades y mejores tecnologías. Así nos proyectamos como profesionales de la comunicación y como ciudad, porque formar parte de un circuito nacional, involucra estar a la vanguardia e ir creciendo juntos.

Orellana ha recibido tres reconocimientos muy valiosos para él; uno por la Cámara de Comercio de Acarigua-Araure, otro de manos Dimas Salcedo del Portuguesa Fútbol Club y un tercero de su propio equipo, cuando llegó a sus 27 años haciendo radio. Y ya tiene 30, al aire.

Recibiendo reconocimiento de parte de la directiva de la Cámara de Comercio e Industria de Acarigu- Araure

Su familia

Es hijo de Nancy Velázquez educadora y Freddy Orellana (+) fiscal de tránsito y luego piloto comercial.

«Tengo dos hijas Nicole y Sofy, pero soy papá de tres, porque quiero mucho a Ruthmary, hija de la que fue mi pareja. En mi relación me sentí siempre muy bien. Ahora no estamos juntos, las extraño y me ha quedado ese mal sabor, quizá para toda la vida, aunque pueda verlas frecuentemente. Si ellas quisieran seguir mis pasos en los medios de comunicación, no les negaría el desarrollo de su talento, las apoyaré si quieren aprender mi oficio», explicó.

Sus hijas

El inicio

Freddy ganó su primer premio a los 7 años, cuando terminó antes que los demás, el libro Coquito y su primera gran decepción fue que le dieron otro libro de lectura. Aunque confiesa que no es aficionado a los libros, en la nutrida biblioteca de su casa encontró uno que le gusta mucho y le causó curiosidad por su título «El hombre más malo del mundo» de Otrova Gomas, seudónimo del escritor y humorista venezolano Jaime Ballestas.

«Me gustó mucho, lo he leído varias veces porque me resulta atractivo disertar con humor negro, ser sarcástico y me gusta hacer polémica con mis comentarios para incentivar buenas conversaciones, con criterio propio y sin hipocresía. Entonces no había la tecnología de hoy y la manera de entretenernos, era leer», comentó.

Obviamente, también la radio, que generalmente estaba perennemente encendida. Freddy escuchaba con avidez en su adolescencia, y por fortuna, en su casa había un aparato moderno que tenía banda corta, media, larga y explica; «mientras más corta la onda más alta la frecuencia, por eso ahora estamos en la era de las microondas. En mi casa había un pino muy alto y allí puse mi primera antena».

En ese momento tampoco había frecuencia modulada (FM), pero cuando llegó, a Venezuela pudo conectarse -a través de esa antena- con Original 102.7 de Valencia, aunque con dificultad, pero a medianoche era extraordinaria la diferencia de sonido, nos cuenta

«¡Waooo lo recuerdo y se me eriza la piel, era un sonido diferente, los jingles eran novedosos y era tal la emoción que yo amanecía escuchando! Luego llegó La Mega 103.3 a Barquisimeto, un amigo y yo estábamos «enfiebrados» con la música tecno, y nos comenzaron a llamar los «Megalocos». Ahí empezó mi amor por Unión Radio, sentía curiosidad por las transmisiones vía satélite donde saludaban a todas las ciudades que estaban en sintonía. Yo me preguntaba ¿Con qué tecnología hacían eso?
Y admiraba a Eli Bravo y su programa «La radio global». Crecí entre esa música, los discos de vinil, los casettes y los Nintendo».

Entrevistando al periodista Eduardo Rodríguez

 

La primera vez en un estudio

En un programas de la FM 95.5 el locutor Lisandro Alvarado, hacía un concurso y Freddy lo ganó con ayuda de su abuela, el premio un corte de cabello. Fue a buscarlo tempranito, a Radio Acarigua. Quedó atrapado por ese mundo, llegó en la mañana y salió en la tarde.

«Esa fue la primera vez que pisé un estudio y no quería salir de allí. Tenía 15 años, y tuvieron que correrme, estaba impresionado. Entonces le pedí a, Salvador Coletti, que me permitiera volver, para aprender y me aceptaron. Empecé en la A.M, mi primera guardia fue un 24 de diciembre hasta un 1 de enero. En esa época no había computadoras, todo era manual, de hecho, en el resto del año, no había programación nocturna.», continuó.

El cantante

A pesar de que lo hemos visto muchas veces en los escenarios como cantante, siendo solista de una banda reconocida de Acarigua, nos dice que cantar solo es un hobby.

Fue consecuencia -dijo- de trabajar en la radio donde, después de ser operador, pasó al estudio de grabación. Allí tuvo varios mentores, como Rafael «Pepe» Roldán, e Ybrahím Saavedra quien le permitió «jugar» con esos aparatos a su antojo y le guió con sus conocimientos.

Nombró a grandes de la radio Carlos Pérez, José Antonio Lago Barrios y su hijo, como sus maestros. También agradeció la confianza de Oswaldo Ramírez, pues como mano derecha de Ybrahím, y en ausencia de éste, Freddy pasó a ser el director de la FM Acarigua 95.5, un puesto se merecía gente con más tiempo y más experiencia que él, afirmó.

«En esa sala de grabación, se grabaron jinglés muy interesantes, se creaban temas, había instrumentos y sintetizadores, y yo participaba en ese proceso de coproducción y mezcla, ¡eran los que estaban de moda!», acotó.

Recordó un tema para promocionar al diario Última Hora y hasta lo cantó. » Yo no sé de música, soy un músico de oído, pero en la grabación, la armonía y la posproducción, yo era un duro. Ahí llegaron muchas agrupaciones de musica llanera, bandas de rock, grupos de gaita y les apoyaba también con mi voz. La mayoría era amateur, pero cuando me pongo escuchar ese material ‘de los años de María Castañas’, digo: ‘que cosas tan buenas hacíamos'», continuó orgulloso.

Es entonces, cuando llega un grupo de nombre «Almas» (actualmente S.O.S), dirigido por el guitarrista Gregorio «Goyito» Rodríguez, y había una vocalista, Carla Pérez, entre otros músicos, que querían grabar algo.

«En esa grabación empecé a interesarme en la cantante, la veía y me pareció tan bonita, que seguí haciéndoles asesoramientos, armonías y continué con ellos en el coro. Terminé involucrado totalmente en el aniversario 50 de Radio Acarigua, como su técnico de sonido. Sugerí cambiar el nombre a S.O.S «Save Our Souls”, lo que traducido al inglés sería “Salvad nuestras almas”, y así fui su vocalista alrededor de 12 años», expresó.

Creciendo

No siguió cantando porque prefirió enfocarse en el negocio de la radio, fue lo que quiso desde pequeño.

Orellana cuenta que siempre le han gustado las alturas y siguiendo el ejemplo paterno quiso ser piloto, pero no tuvo su aprobación, pero viajaron mucho, y le encantaba ir en avión. Recientemente, rememorando para hacer un video autobiográfico, confirmó que finalmente había encontrado la mejor manera de estar «Al aire», a través de las comunicaciones.

 

Sus programas

«Tuve un par de programas, pero por no ser locutor certificado, ha procurado no hablar mucho. El primero fue «Night Sessions» , presentando sesiones de DJ internacionales reconocidos. Luego salió «Ménage a trois» para tocar temas de tono elevado». En otra emisora sacó al aire «Dando y llevando» más o menos en la misma tónica de las relaciones de pareja, pero más amplio y suave por ser diurno.

«Ahí aprovechaba al máximo mi humor negro y el sarcasmo, porque son programas que, aunque habíamos preparado el tema principal, su desarrollo era completamente improvisado, me gusta tener libertad».

En la radio Freddy también ha aprovechado sus dotes histriónicos, para mostrar emociones con su voz, porque la publicidad es la base económica de esa empresa. Recordó a su profesor Tulio Roque y sus clases de Arte Dramático, pero resalta que él es autodidacta. Explicó que para hacer voces publicitarias hay que sobreactuar, porque para la radio solo puedes transmitir a través de la voz.

Hizo también una mención especial a Rafael Hernández, como su maestro creativo, de dicción, de lenguaje y muchas otras cosas más.

Onda 90.3 FM

«Eso de ir a otro nivel es necesario, debes seguir las tendencias y hay que actualizarse. He aprendido mucho pero como director trató de ser flexible. Yo sigo el modelo del Circuito Unión Radio, porque siempre quise proyectar a Acarigua a nivel nacional. Aunque me encantaría poder implementar un estilo más europeo, más tecnológico», agregó.

Con la periodista Mariangel Martínez

Para Freddy hablar de la radio es fácil, pero le resulta muy difícil aceptar honores por todo lo que ha logrado ofrecernos.

«Creo que personalmente pude haber hecho más he evolucionado con mucho empeño y con seguridad, no hay que tener miedo cuando se toman decisiones
Siempre fue mi sueño, pertenecer al circuito y se hizo realidad y siento que ahora estoy navegando en la cresta de la onda. Siento orgullo de pertenecer porque estoy dejando en alto el nombre de la organización, pero también el talento de aquí, porque muchas veces los han llamado a Caracas para colaborar», dijo del equipo que lo acompaña en Onda.

-El cambio debe ser constante, yo siempre me he planteado conocer sobre cosas que los demás no saben. Me gusta estar al día tecnológicamente, aspectos legales, publicidad y sobre todo, de la música.

Dijo que hacer radio en Venezuela es casi imposible, «es muy difícil y complicado». Pero sigue teniendo la libertad de crear y hacer radio.

«No es que sea mi meta, pero me gustaría ser recordado como alguien que hizo un aporte a la sociedad, alguien que dejó un legado importante. Como no soy religioso, creo que lo que nos mantendrá «vivos» -cuando ya no estemos- es la manera cómo quienes nos quieren, sigan recordándonos», afirmó.  (CNP: 16.100)

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Beatriz Quintana

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