Acarigua.- Freddy Javier Vásquez Tirado, es uno de los personajes más conocidos en el mundo del espectáculo, porque gerencia la empresa de sonido que todos quieren tener en su fiesta, conferencia, presentación o cualquier tipo de show que sea exitoso, con la X2000 Company ocupándose de todos los detalles de animación.
De aficionado a los 15 años, con equipos de cassettes y discos de acetato, pasando por su etapa de rapero, músico y disc-jockey (DJ), es actualmente el más solicitado de los empresarios dedicado al «sound system» itinerante.
Vásquez nunca se pone un límite y no se queda en la zona de confort. Está constantemente innovando, con luces, pantallas y cornetas para estar siempre a la vanguardia tecnológica y ser insuperable.
Fue un sueño, pensado, trabajado, patentado y logrado en grande. Hoy en día es una gran empresa, que ya tiene 36 años sonando y, actualmente, X2000 Company ocupa un lugar preferencial.
«Nos tocó ganarnos ese sitial, enfrentados positivamente a todos los DJs de los 80′ y los 90, porque era una época de mucha competencia en las llamadas ‘Guerras de Minitecas'», recordó.
Pero también ha sabido crecer como ser humano, espiritualmente, criar tres hijos exitosos superar grandes adversidades en la salud de su esposa, con mucha voluntad, manteniendo un equilibrio entre su vida profesional y personal, mérito que adjudica todo a Graciela, su amor de toda la vida.
El DJ de La Goajira
Este acarigueño vivió siempre en la urbanización La Goajira. Es el tercero de cuatro hijos y el primero de los varones. Dice que fue muy disciplinado en su estudios de primaria, y siempre estuvo protegido por su madre que era educadora en la misma escuela.
Cuando entró a la Escuela Técnica Industrial a estudiar, le tocó a enfrentarse al bullyng y pelearse con un alumno más grande. Ganarle le dio tanta confianza que empezó a desarrollar un liderazgo que no lo abandonó, porque durante toda la secundaria fue delegado estudiantil y se graduó con el mejor promedio como técnico en Mecánica de Producción.
Siempre estuvo involucrado con la música. Participó en la Voz Primaria y la Voz Liceísta, lo que lo llevó a mezclar con amigos como los «Titiriboys», para otras minitecas.
La X2000 comenzó cuando tenía 15 años, experimentando con equipos prestados de tocadiscos. Era la sigla de un avión de juguete y le gustó ese nombre con la intención de proyectarse en el futuro. Consiguió dos equipos de plato y cassette caseros, o pickup, que se quemaron rápidamente porque no estaban hechos para recibir la potencia y el volumen que se requería para animar una fiesta.
Freddy cuenta con humor y orgullo la historia. No era la época digital y armar una miniteca de ese modo, y mezclar, era casi imposible. No, no era nada fácil, pero lo logró.
«Yo no he vuelto a ser DJ. Lo disfruté mucho, pero cuando aparecieron los CD mixer me vi en la necesidad de formar y contratar otras personas, para que yo pudiera encargarme de gerenciar. Los cambios, en el tiempo, han sido bárbaros en todos los aspectos y si no los sigues te quedas atrás. Nunca me imaginé que llegaría donde estoy ahora. Cuando comencé, creí que solo sería una etapa. He crecido en el camino sin pensarlo mucho, solo trabajando», afirma.
Fiestas postpandemia
«Después de la pandemia, la empresa ha crecido exponencialmente. Siempre hemos tenido mucho trabajo, pero hoy por hoy, somos los preferidos de los graduandos y ellos se organizan muy bien para poder tener una gran celebración con la X2000 animando su fiesta», expresó.
Freddy se esmera en complacer y tener a disposición un show espectacular -y completo- con tecnología de última generación y desde 1, 3 y 5 hasta 7 DJ, en una explosión de música, juego de luces y atención única en la región.
«Nos hemos especializado en fiestas de grado, y animamos para grandes y chicos. El año pasado tuvimos 5 DJ en una graduación local. Siempre y en todas las fiestas con técnicos de sonido, visualistas y luministas profesionales, que sincronizan todo el espectáculo. Si se hace el sonido a un artista, amerita todo un equipo de expertos», detalla.
«Ella es mi equilibrio»
«Mi afición de adolescentes me cambió la vida. Me toca estar siempre actualizándome y he tenido una gran familia que me llena de orgullo. Mi esposa, Graciela, es mi novia de adolescente; estamos juntos desde los 15 años», comenta.
Su matrimonio y la X2000 Company han crecido juntos. «Esa bella y valiente mujer, es el pilar fundamental en el sostenimiento de la empresa. Ha sido el equilibrio en mi vida personal, espiritual y profesional. Me casé cuando tenía 23 años y hemos crecido juntos».
A pesar de lo que pudiera creerse, las salidas, fiestas y espectáculos nocturnos no han sido problema en su relación de pareja. Explica que fue siempre muy serio en ese aspecto, porque nunca se involucró con sustancias ni alcohol, comunes en este tipo de fiestas.
«Hemos tenido altos y bajos como todo matrimonio por miles de motivos, pero créeme que el más débil fue mi trabajo. Siempre he sabido mantener el balance, pero es muy importante reconocer que Graciela ha sido mi brújula», reflexiona.
Relata que ha tenido tres etapas muy rudas de salud y económicas: «tuve que vender hasta el carro, pero eso nos enseñó que lo material no es lo más importante, y si lo haces una vez, lo vuelves a intentar y todo se recupera».
«Cuando mi esposa se enfermó con el síndrome de Guillain Barré, hace 20 años, yo me mantuve por la fe y el amor. Muchos creyeron que yo me quebraría y me iría de su lado. Me casé hace 37 años y he reafirmado mi amor y mi responsabilidad. Dejar una familia y dejar tus hijos, no deja nada bueno. Te hablo de amor de verdad, de otro modo los resultados hubiesen sido una catástrofe», indica Vásquez.
A los hombres se nos mete en la cabeza -explicó- buscar una mujer más joven y eso es una tontería. Yo con ella ya lo tenía todo.
Freddy y Graciela que son católicos y forman parte de la hermandad Emaús, devuelven ese agradecimiento a Dios, realizando acciones solidarias para el prójimo, muy discretamente. «Si nos necesitan estamos presentes (…) Emaús nos entrega las herramientas para ser diferentes, pero eso es muy particular; cada quien decide qué hacer».
Como deportista, también se destaca. Ha hecho ciclismo de montaña y organizó recientemente el reto de llegar en bicicleta hasta la procesión de la Divina Pastora.
«Yo soy un hombre de retos, porque uno es y cosecha lo que uno tiene en su mente y lo que te propones se logra».
Sus hijos, su orgullo
En esas etapas en que su esposa estuvo en cama, Freddy fue un papá todo terreno, de los varones mayores. En medio de tantas vicisitudes, llegó la niña, la consentida de todos.
Los muchachos Freddy Gabriel y José Javier, se destacaron en el fútbol desde los 5 años. En Acarigua formaron parte del Portuguesa Fútbol club, y fueron capitanes de equipo cuando eran sub-20 y champions goleadores.
«El mayor, jugó con Estudiantes de Caracas de primera división, en el Lara Futbol club, llegó a ser de la selección Vinotinto y jugó dos años en la República Checa. Y el menor jugo en el Petare Fútbol Club, en el Zamora y en el Angostura. No es cualquier cosa que pertenezcan a la Federación de Fútbol de Venezuela y siempre fueron excelentes estudiantes», dice con orgullo.
Hoy, José Javier ha sido becado como el jugador más valioso de la Universidad de Montana (USA). «Y la menor, que tiene 19 años, es también estudiante universitaria».
Muchos fueron los momentos para flaquear, pero a todos los supero. «Los hemos superado juntos como familia y aspiramos seguir creciendo como empresa, porque no soy un hombre conformista, tengo a Jesús de mi lado y esa es mi mayor fortaleza». (CNP 16.100)