Araure.- En muchas ocasiones y durante varios años, Portuguesa Reporta ha acompañado sus actividades en la Fundación Amigos con Manos de Esperanza (Fundacme), una organización que se dedica a realizar jornadas de salud, cirugías y formación profesional, acopio de alimentos, y recolección de insumos y juguetes, para los niños de familias con escasos recursos económicos.
Una gran tarea que lleva a cabo Jesús Alberto Céspedes Buldo, que fue creada a raíz de una experiencia familiar vivida con su sobrino Ángel Gabriel.
«Como consecuencia de una meningitis, el niño tuvo una hipoacusia neurosenceral profunda, que le produjo la pérdida de la audición. Pasamos mucha necesidad como familia en las afueras del hospital mientras estuvo internado. Al vivir en carne propia las carencias dentro de los centros de salud públicos y tomar conciencia de esta situación, decidimos crear esta organización para ayudar a los demás», explicó el presidente de Fundacme, mejor conocido como Jesús Buldo.
En las últimas semanas de marzo y abril, esta fundación ha organizado dos jornadas quirúrgicas pediátrica en dos centros de especialidades médicas, donde se atendieron 20 niños, con la colaboración de médicos, empresarios, laboratorios, enfermeras y colaboradores externos, quienes en una acción humanitaria y desinteresada ofrecieron ayuda sin intercambio económico.

La fundación brinda atención médica gratuita a pacientes de bajos recursos
Fuera de la administración y logística imparable que conlleva el desarrollo de todos los eventos sin fines de lucro que realiza Fundacme, Buldo se dedica también al comercio informal, organiza eventos sociales y hace de taxi en su carrito.
Con manos llenas
Jesús Alberto nació en Acarigua, estado Portuguesa, el 30 de mayo de 1996. Es realmente loable que un joven se dedique en alma, vida y corazón, superando su propia situación económica, a ayudar a las familias de niños que requieren cirugías y, de igual manera, a proporcionarles alegría en las fechas especiales, con fiestas y juguetes.
«La Fundación Amigos con Manos de Esperanza, solo quiere llevar solidaridad amor y atención a quienes más lo necesitan”.
Es un joven que ha querido, además tener una carrera universitaria. comenzó a estudiar Derecho y llegó hasta el tercer año en la Universidad Fermín Toro, pero luego pensó que tenía más sentido estudiar medicina para ayudar de manera más directa a los pequeños enfermos y se fue a estudiar la carrera en la Universidad Francisco de Miranda, extensión Barinas. «Fuera de casa los gastos se incrementaron, por problemas económicos no pude continuar y regresé a Portuguesa”, dijo.
Inicios de Fundacme
La fundación nace el 12 de diciembre del 2013. Este año estará cumpliendo 11 años de labor social. Fue constituida legalmente con el fin de brindar atención médica gratuita, a través de consultas especializadas, a pacientes de bajos recursos de sectores vulnerables del llano venezolano.
La fundación nació después de aquel episodio con su sobrino Ángel, quien nació en el Hospital Antonio María Pineda de Barquisimeto, estado Lara.
–Ángel Gabriel, fue operado gracias al apoyo de empresarios y personas de buen corazón de nuestro estado, con un implante coclear, que transforma las ondas sonoras, las convierte en electromagnéticas y las entrega directamente a la cóclea del oído, detalló.
Esta experiencia lo llevó a reflexionar y a agradecer la solidaridad que ellos habían recibido y quiso ampliar el círculo creando la “cadena de favores” que caracteriza a “Manos de Esperanza”, no solo con los niños, sino también con sus principales aliados, los trabajadores de la salud: médicos, enfermeras, clínicas y estudiantes de medicina.
Con el transcurrir de los años, Fundacme fue creciendo y ampliando su objetivo, ya que cada día se unen más médicos especialistas de todo el país. Por esa razón, organiza jornadas de formación y actualización profesional en los estados llaneros y más allá.

Cuenta con un aproximado de 280 médicos especialistas en todas las áreas que colaboran con Fundacme
«Hemos llevado jornadas a Barinas, Apure Cojedes y Mérida, brindando consultas gratis y resoluciones quirúrgicas. Durante la pandemia, nuestra fundación otorgó medicamentos y tratamientos a pacientes que se encontraban en los hospitales. Asimismo, tuvimos la oportunidad de entregar tratamientos a madres embarazadas y a niños con bajo peso y con gran satisfacción logramos repartir –al inicio de nuestra fundación– más de 10.000 latas de fórmulas lácteas», indicó.
-La ayuda va dirigida a todos y cada uno de los venezolanos que así lo necesitan, brindando atención médica oportuna a aquellas personas que no tienen los recursos para acceder a consultas, intervenciones y tratamientos.
Cuesta arriba
Veinte jóvenes, liderados por Buldo, iniciaron la fundación.
«Fue bastante duro y difícil para nosotros. Éramos pocos, pero trabajábamos divididos en jornadas, entregando medicamentos desde nuestra sede y visitando a los poblados vulnerables. Poco a poco fuimos ganándonos la confianza y la credibilidad de los portuguesaños y empresarios, no solo de nuestro estado sino también de la Caracas; personas de buen corazón, que nos han ayudado para que cada paciente que se encontraba en los hospitales de nuestro llano venezolano pudiera cubrir sus necesidades, brindándole así el pago de sus exámenes de laboratorio, concentrados globulares plaquetarios y traslados en ambulancias», agregó.
Los otros importan
Preguntamos a Jesús Alberto por qué lo hace y dijo:
«Pienso que esto viene de la formación en casa, Nuestra familia siempre nos ha enseñado valores y principios, y fui formado en la Iglesia católica, lo cual me ha ayudado mucho, a pensar en el otro como mi hermano», afirmó.

Cada niño y cada madre que llega a Fundacme tiene un espacio en su corazón
Esto es una cadena de favores –agregó–, en la cual sumamos voluntades. Cada día, me quedo más y más impresionado al pensar que al inicio de nuestra fundación solo teníamos cinco médicos voluntarios y actualmente tenemos un aproximado de 280 médicos especialistas en todas las áreas, dispuestos a brindar el apoyo a nuestra gente. ¡Eso es maravilloso!, expresó agradecido.
Además de las consultas gratuitas en los barrios, han realizado eventos de recolección de insumos y alimentos no perecederos para llevarlos a lugares de tragedias como el estado Aragua, en la que Fundacme estuvo presente para ayudar junto a sus voluntarios y sus médicos, entregando mercados, insumos de primera necesidad y asistencia médica.
Hemos logrado siete jornadas de salud en Portuguesa –expresó–, en las cuales ayudamos a más de 3000 pacientes anualmente, que incluyen intervención quirúrgica pediátrica y de adultos, gratuitas.
«Cada paciente, cada madre es una historia distinta, es un compromiso y un espacio en nuestro corazón. Es sumamente emocionante y una mezcla de sentimientos al ver a aquella madre que ha luchado mucho por conseguir una cirugía y lograrla, gracias a que somos un instrumento de Dios», comentó.
Manos van, para que vengan
Durante una década, Fundacme ha retribuido a quienes le ayudan en su labor organizando jornadas médicas
Han realizado conferencias y actualizaciones médicas continuas durante estos once años de labor social, dirigidas a estudiantes licenciadas en enfermería, médicos generales, residentes y especialistas.
–Las jornadas de formación pediátrica y los congresos son sumamente importantes para nuestra fundación, ya que nos ayudan a captar más médicos voluntarios de diferentes especialidades. A su vez, fomentamos la educación médica continua en nuestro estado Portuguesa y recaudamos fondos para futuras jornadas infantiles.
También llevan a cabo eventos masivos como carreras-caminatas, telemaratones, celebran el Día del Niño y entregan de juguetes en Navidad.
Sus sueños y proyectos
«Como ser humano, tengo muchos propósitos en la vida y muchos sueños. Creo que todos los días me levanto con uno más, pero el más grande que hemos soñado como equipo, es poder tener un centro de rehabilitación integral, donde podamos brindar esta atención constante y ofrecer espacios adecuados para que nuestros médicos voluntarios sigan apoyándonos, y recibir a nuestros pacientes. Tener una sede, ese es mi gran proyecto «, concluyó.
Beatriz Quintana Mujica (CNP 16.100)