Acarigua.- Defender la vida tiene muchas formas: desde el ejercicio del Derecho, construyendo argumentos que liberen a quienes enfrentan problemas con la justicia; desde la comunicación, el entretenimiento y el marketing, generando ideas, valores y productividad; o desde la difusión de la cultura y las tradiciones, esas raíces que nos definen, representan la tierra que nos vio nacer y se transmiten de generación en generación como una marca indeleble de identidad, pertenencia y familia.
En todas esas áreas —y más— se ha propuesto incidir Juan Ramón “Juancho” Meleán, reconocido abogado, comunicador y conductor de uno de los programas de música folclórica más populares de Acarigua-Araure: “Arpa y Coleo”, espacio radial que desde hace nueve años se ha convertido en referencia de alegría, identidad cultural y buen humor en la región.

El conductor junto a su famlia
“Soy abogado especialista en Ciencias Penales y Criminológicas, defensor de las causas justas. Para acompañar a las personas en sus procesos legales, amplio mi conocimiento sobre la conducta del ciudadano en un mundo que no siempre le es favorable. Me interesa cómo influyen el entorno, la familia y la predisposición genética, con el fin de tener una mejor visión de los resultados de acciones o conductas inapropiadas. Considero que hay que conciliar y que el mejor juicio es el que no se hace”, afirmó.
Meleán es abogado graduado con mención honorífica Cum Laude y primero de su promoción; licenciado en Publicidad y Mercadeo, licenciado en Administración, docente, productor nacional independiente y con diplomados en Derecho Probatorio.
“Mi programa Arpa y Coleo tiene ya nueve años al aire y me ha dado grandes satisfacciones. La más importante es el cariño de la gente: personas que hoy saben de mí y que ayer no. También el reconocimiento de eruditos de la comunicación que me han manifestado su respeto; personajes con quienes crecí y con quienes ahora comparto un objetivo cultural: mantener, fortalecer y proyectar el legado de nuestros ancestros, lograr que nuestro folclor siga gustando, que ningún ritmo lo sustituya y que los jóvenes se identifiquen y valoren lo nuestro”, expresó.
Ha participado como animador en ferias internacionales, eventos turísticos, lanzamientos de producciones discográficas con figuras nacionales, shows privados y fiestas patronales en diversos municipios del país.
Reconoce que en su entorno familiar tuvo los mejores guías y maestros para su formación personal y profesional, a quienes nombra con amor y admiración: su madre Faride; sus abuelos, el Dr. Trino Meleán y su esposa Faride; y sus tíos, el pediatra y gaitero Calixto Díaz y el empresario Luis Bernardo Pérez.
Familia
Juancho nació en Barquisimeto, el 11 de noviembre de 1972, y ha vivido toda su vida en Acarigua, en la populosa urbanización La Goajira.
“Tuve una niñez sumamente feliz al lado de mis abuelos maternos y de mi madre, Faride Elvira Meleán. Crecí rodeado de mis tíos y sus amigos; fui el centro de atención por ser el primer sobrino, nieto e hijo. Aprendí a jugar todos los juegos de calle: metra, trompo, yoyo, perinola; elevé papagayos y jugué loco escondido, taquillado y chapita”, relata al recordar una infancia sencilla, alejada de la tecnología actual.
Se define como una persona amistosa y orgullosa de conservar a sus amigos del liceo José Antonio Páez, de Acarigua, donde se graduó de bachiller. Recuerda una juventud extrovertida, marcada por el deporte, el fútbol, la política estudiantil y la vida social.
“Participé en el centro de estudiantes; fue una juventud movida, de fiestas, deportes, reuniones y muchas conquistas. ¡Eso fue lo mejor, esa fuerza suprema de tener siempre a mi lado una hermosa chica!”, comenta entre risas.
Afirma que todo lo que es, se lo debe a su madre y al apoyo y ejemplo de sus abuelos Trino y Faride.
“Ellos me hicieron un ser humano extremadamente feliz, sin dudas, sin traumas ni quejas. Me dieron lo que pudieron y, muchas veces, lo que yo quería”, explicó.
—Mi abuela Faride, madre de mi madre, sembró en mí el amor por la música llanera, su filosofía criolla y sus ocurrencias. Admiro el temple de mi abuelo Trino Meleán, a quien considero mi padre; me envolvía con su conocimiento y nunca me dejó sin una respuesta oportuna y adecuada. Él fue mi inspiración para prepararme. Mi madre, siempre atenta, es mi socia: una mujer noble, sencilla, de gran corazón y sin malicia. De todos me siento orgulloso y, por tanto, en deuda.
Siguiendo el ejemplo de su abuelo Trino, pudo leer de todo sin imposiciones. Admiró a su tío Calixto y fue su tío Luis Bernardo quien lo impulsó a estudiar Publicidad y Mercadeo.
“Mis sueños siguen cifrados en dejar un nombre que se recuerde con alegría, por haber hecho el bien, por contribuir a mejorar conductas y proporcionar conocimiento. Creo que voy por buen camino”, añadió.
Actualmente mantiene una relación sólida, encaminada a consolidar una nueva familia, y es padre de tres hijos de un primer matrimonio. Para él, la familia es un bastión determinante en la vida de cualquier hombre que persiga el éxito y la felicidad: organización, respeto y continuidad.
Ni lo uno ni lo otro
Se inició como productor y conductor de “Arpa y Coleo” el 15 de diciembre de 2016, en Rumbera Network 89.3 FM, asumiendo el reto sin experiencia previa, pero con una conexión inmediata con la audiencia.

“Juancho” Melean conductor del programa Arpa y Coleo, que tiene ya nueve años al aire
“Me propuse hacer un programa distinto, donde reinara la alegría, la espontaneidad y un poco de jococidad, con inventiva criolla, sin caer en lo burdo ni chabacano. Me gustaba el estilo de Víctor Torrealba Leal, pero cuidé de no imitarlo. Agradezco a mi amigo Kembel Mejías, quien me recomendó y apostó a que yo era la persona ideal para hacer el programa líder de la emisora. Creyó en mí sin ser locutor y sin experiencia previa, y aquí estoy, haciendo lo que me gusta y ejerciendo mi primera carrera”.
—Lo produzco yo mismo. Quiero que la magia de la radio me permita informar, entretener, divertir y cambiar estados de ánimo, con mucha alegría, jococidad y ocurrencias, minimizando las tristezas.
Aunque el nombre del programa sugiere coleo y canto, aclara que no practica ninguno de los dos.
“Monto caballo, pero nunca tuve la valentía de practicar el coleo, aunque lo sigo, disfruto, apoyo y respeto. Admiro a quienes lo ejecutan. En cuanto a la música, no canto ni la zona, pero cómo me hubiese gustado tener ese don; por eso animo y presento, para poder estar en una tarima como parte de mi folclor”.
Agradecido
Juancho no olvida que la primera figura que lo visitó y le brindó apoyo fue Yoselys Suárez, “El porrón de manteca”. En otra oportunidad recibió la visita sorpresa de todas sus maestras de primero a sexto grado: “¡Fue increíble e inolvidable!”.
Aspira a tener su propia emisora radial, afianzarse como abogado y administrador, y consolidarse como productor y conductor.
Desea ser recordado como sinónimo de felicidad, alegría y buen humor.
“Soy un hombre que se preparó para vivir honestamente y que logró lo que se propuso sin atropellar a nadie. Me dedico a dar alegría y a contribuir al avance de otros, con un estilo particular y ameno. Alguien que persiguió siempre el conocimiento y buscó ganarse el cariño de sus coterráneos. Así quiero ser recordado”, concluyó. (CNP. 16.100)

