Guanare.- Recién nos enteramos de la noticia de que “Miguelito” había sido premiado con el Premio BraVo 2023 en Rusia, en la categoría Mejor Músico Clásico de País Extranjero, nos pusimos en contacto, para lograr que nos contará cómo ha sido el camino hacia su triunfo dentro y fuera de Venezuela, habiéndose convertido en el primer latinoamericano que ostenta esta calificación.
Miguel Sánchez, en su cuenta de Instagram @miguelsancheztrombon, ha ido ilustrando cada uno de esos momentos, con fotos de su infancia como parte de la fila de metales en la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guanare, la Sinfónica de los Llanos y la Orquesta Simón Bolívar en Caracas, hasta llegar a convertirse en profesor de todas ellas.
Nació en el seno de una familia de trombonistas, así que, a pesar de que comenzó tocando clarinete, era inexorable tropezarse con el trombón de su padre, tío y primos, y he aquí el resultado.
Miguel Sánchez es uno de los trombonistas más versátiles de su generación por su habilidad en los múltiples géneros musicales: clásico, latino, pop, jazz y música folklórica. Inicia sus estudios de trombón con su padre Ángel Sánchez y conjuntamente en el Conservatorio Juan José Landaeta, Conservatorio Itinerante Carlos Alegría Beracasa con el legendario Michel Becquet, posteriormente en el Instituto Universitarios de Estudios Musicales (IUDEM) y finaliza en París, Francia, en el Conservatorio Superior de París (CNR) con el maestro Jacques Mauger, obteniendo mención “Tres Bien” a la unanimidad del jurado.
En su discografía cuenta con su primer álbum “Altura Santa” en el que está acompañado por su Ensamble Venezolaneando (música folklórica venezolana), una segunda producción discográfica titulada “Contrastes “con el Ensamble Caracas Trombón Project y actualmente trabaja en su tercer disco titulado “Nostalgia” música Latinoamérica para trombón y piano.
Desde el 2012, es artista exclusivo de la Marca Francesa Antoine Courtois de la prestigiosa casa Buffet Group. Actualmente, es Trombón co-Prinvioal de la Orquesta Filarmónica de Bogotá .
De Guacaipuro al mundo entero
«Me inicié con el clarinete, evitando recibir clases con mi papá porque él era muy estricto como maestro, pero siempre dejaba el instrumento armado, yo lo tocaba por curiosidad y se me hizo muy fácil. Comencé a los 10 años, y después de 2 más, ya era imparable mi amor por el trombón», explicó.
He estudiado con grandes maestros -dijo- para mí los más importantes son mi padre Ángel Sánchez, mi tío Pablo Murillo (fallecido hace pocas semanas), un referente como trombonista en el Táchira; Eliel Rivero, integrante de la Simón Bolívar, mi maestro, gran amigo y guía espiritual, y también el francés Antoine Duhamel y otros grandes maestros del trombón en el mundo.
Guanare es una ciudad chica, la experiencia en la orquesta se convirtió en su mundo, entre la escuela musical y la plaza Bolívar, donde se gestaron los sueños compartidos y la oportunidad de viajar, conocer otras culturas, una oportunidad que brinda la música, más que en otras profesiones.
«La música te brinda el pensamiento de no tener fronteras y esto es maravilloso. Una de las experiencias que más me ha marcado porque yo he visitado a través de ella alrededor de 54 países», dijo el maestro Sánchez.
Salió de Guanare, primero a Caracas, que le ofreció grandes oportunidades de ver otras expresiones del arte, teatro, opera, máster class, grandes orquestas, pero siempre regresaba, aunque siempre con el sueño de ir a estudiar a los Estados Unidos.
«Yo tenía la aspiración de ser como los jóvenes de ese país. Desde los 17 años comencé a ir a cursos verano en Puerto Rico y USA, mis maestros me dijeron que pensara en quedarme allí pero vengo de una familia que no podía pagarme una carrera. Entonces, audicioné en Philadelphia en dos universidades, donde a pesar de haber logrado la beca completa, luego me dijeron que solo me darían la mitad. Provinciano al fin, no tuve la visión de hacer otras cosas para quedarme», indicó.
Regresa a Venezuela, donde ya se había ganado un cargo como trombonista. Estudió Publicidad y Mercadeo, y hasta pensó en estudiar Veterinaria, pero su destino estaba en la música y unos maestros franceses que vieron su talento, lo incitaron a estudiar en su país.
«Ir a Francia fue lo mejor que me pudo haber pasado porque en Europa se vive la música y la cultura en general, de una manera diferente», aseguró.
Nuevos proyectos
En en marzo de 2022, ganó el concurso para ocupar el cargo de trombonista asistente en una de las orquestas de mayor nivel económico y musical, la Filarmónica de Bogotá, donde se presentaron los mejores de Latinoamérica.
«También obtuve por concurso un cargo como profesor de la Universidad Haveriana que aún no he podido consolidar, porque requiere un visado diferente y porque quiero finalizar un disco dedicado a mi hijo, denominado ‘Nostalgia’, de música latinoamericana para trombón y piano. Además, acabo de comenzar otro proyecto que apenas esta semana pensé que se llamaría ‘Equilibrio’, donde pretendo mostrar todas mis facetas como músico en los diferentes géneros: jazz, salsa, folklórica y erudita, en una sola producción discográfica”, sostuvo Sánchez.
Momentos cumbres
«En Venezuela tuve muchos momentos grandiosos. Había tantas orquestas, que traté de llevar el trombón a todos los escenarios de cada núcleo, alrededor de 15 conciertos al año, hasta en Tucupita para los niños indígenas. Luego, en el Trombone Day en Boston, tuve la oportunidad de tocar acompañado de los trombonistas más famosos de Estados Unidos. En París, fui invitado a la International Trombone Association (ITA), al que asisten los mejores del mundo, como el primer latinoamericano en ir a este evento anual», señaló orgulloso.
Para esa oportunidad, logró grabar su primera producción discográfica que obsequió en ese concierto, con la condición de que le hicieran algunas sugerencias y críticas, las cuales recibió desde Noruega, Dinamarca y otros países.
También toqué en Bruselas, con la banda de la policía. Allí se habla holandés -yo hablo inglés, francés e italiano- Expresé mi agradecimiento como buen latino con un abrazo al director y ellos, tan poco efusivos, pensaron que yo era gay. Fue un momento divertido. Otro concierto muy relevante fue en Santa Fe, Argentina, «Trombonanza». Para cerrar, dediqué un bis tocando «Cinema Paradiso» y al salir una señora de unos 80 años me abraza llorando y me dice: “hijo, usted me ha llevado al cielo”, contó emocionado.
Otro momento, muy interesante es la despedida de su país. Sus colegas y estudiantes tocaron la tercera sinfonía de Gustav Mahler, que tiene un solo muy importante para trombón. El director hace levantar a Sánchez -pueden verlo en su canal de YouTube- para recibir la gran ovación con que le dijeron adiós al maestro y al amigo. Un momento grande, que recuerda con lágrimas, dice, porque desde entonces no ha vuelto a Venezuela.
Fabulosa experiencia en Rusia
Y, por supuesto, el gran momento de recibir en Rusia el premio BraVo 2023 en el gran Teatro Bolshói, que describe como una experiencia fascinante por ser la casa de los más grandes compositores de la música clásica.
«Es el Premio BraVo, en su quinta edición, donde fui reconocido como Mejor Músico Clásico del Año de País Extranjero. Una experiencia extraordinaria y espero ir por más cosas como esta, porque son cargas emocionales positivas y fabulosas”, expresó.
Fue una sorpresa para mí porque estaba más pendiente de ir a ver a mi hijo mayor, Mathías que vive en Canadá desde hace más de 10 años. Creí que iba a un viaje más sencillo, pero fui en un viaje de lujo recibido en una limosina me llevaron al mejor hotel de Moscú con una suite que no lo podía creer, tuve chofer y una traductora exclusiva.
Tocó con músicos del teatro Bolshói, el tema venezolano «Altura santa”, porque le gusta hacer cosas complejas. Tuvo que mandar a hacer un arreglo para orquesta con Marcos Romero -el bajista- en apenas dos días, sustituyendo las maracas por cajón peruano y el cuatro por una guitarra, un quinteto de cuerdas que le dio otro color a la obra, explicó.
Describió esa experiencia maravillosa como una responsabilidad muy grande, por el hecho de estar en el majestuoso teatro de seis pisos construido en 1825, con capacidad para 2.000 personas, atravesando una alfombra roja y siendo entrevistado por todos los medios de comunicación de Rusia.
«Yo nunca me había sentido tan artista, tan querido; la estatuilla es una belleza. Soy el primer latinoamericano en recibir este premio, venezolano y trombonista, de verdad fue una experiencia de lujo», expresó.
Premios
Tiene muchísimos premios desde la orden José Félix Rivas de Venezuela y otros de universidades por su desempeño como pedagogo de países como Colombia, México, Brasil, Chile, Perú, Paraguay, Bolivia y Francia.
Para mí, ha sido muy interesante la experiencia educativa (es licenciado en Música con maestría en Pedagogía), para crear entusiasmo y mejor desenvolvimiento en el instrumento. Eso requiere estar activo en el repertorio y estudiar permanentemente, además de aprender y enseñar sobre control emocional y la capacidad cerebral cognitiva y lógica. Es siempre un aprendizaje recíproco.
El gran mensaje
«Mi mensaje para las generaciones de relevo es que se enfoquen en culminar sus metas, porque los latinos tenemos la tendencia de desviarnos de objetivo a diferencia de otras culturas que nos superan, no por ser más inteligentes sino por su perseverancia, por muy simples que sean, culminan. Atreverse a soñar, yo ahora veo el mundo muy pequeño, me he dedicado últimamente a estudiar geografía, me va a faltar tiempo para aprender otros idiomas, de los 196 países he visitado 54, espero visitar el resto en lo que me queda de vida».
Estudien, estudien -insistió- historia política, astronomía, medicina, eso te va llevando a usar esas herramientas. Él maestro Abreu decía: «Las amistades y las conexiones son para usarlas. El conocimiento es algo que nunca va a estar de más». Atrévanse, porque la realización es algo que brinda un placer máximo, recalcó Sánchez. (CNP 16.100)