Araure.- Fue durante muchos años la imagen que se veía a primera hora de la mañana en los canales de televisión locales. Si usted quería estar enterado de todo lo que pasaba en el estado Portuguesa y más, bastaba sintonizarla para que, de inmediato, se pusieran al día con el acontecer político y social durante ese recorrido que solía hacer por la ya inexistente prensa impresa.
Sus ojos verdes y su cabellera pelirroja, su simpatía, conexión humana, su empeño por prepararse profesionalmente y estar presente en el lugar de cada hecho noticioso, esté o no al aire, la hacen única en el ejercicio de la comunicación social. Por eso y muchas cualidades más, Nayari González es una de las más reconocidas periodistas portugueseñas.
Mary Nayari González de Menoni, nació en Guanare, un 11 de noviembre de 1975, pero vive en Araure desde los 3 años. Estudió Publicidad en el Instituto Universitario “Antonio José de Sucre” (Barquisimeto, 1998) y años después Comunicación Social, mención Desarrollo Social, en la Universidad Católica «Cecilio Acosta». Es, además, locutora certificada por la Universidad Central de Venezuela (2021).
Su elección no podía ser más certera, porque su madre le contó que desde que dijo la primera palabra nadie pudo detenerla y de niña usaba un cepillo como micrófono, para dirigirse a un público imaginario. Definitivamente, una proyección de lo que sería su vida adulta.
El reconocido director de medios en Portuguesa, Ybrahim Saavedra, fue su mentor y con él empieza su relación con los micrófonos y la radio en la 95.5 FM. En televisión, pasó por Promar Televisión como asistente de producción del noticiero meridiano; Universal TV, donde permaneció 4 años y, más tarde, Portuguesa TV que fue (casi literalmente) su casa, durante 15 años.
Actualmente, produce su propio espacio radial, las Crónicas Desestresadas, que inició con su compadre Claudio Fanzutto y ahora comparte con Víctor, su esposo.
«Empecé muy jovencita, a los dieciséis años (1991), en la 95.5 FM. Fui a la radio a visitar a alguien muy especial para mí, que hoy es mi esposo, Víctor Arturo Menoni. Conocí a Ybrahim Saavedra, me invitó a conocer el mundo de la radio y empecé mi preparación profesional. Ybra, me dio la oportunidad, él siempre da oportunidad a los jóvenes para que conozcan el medio que es extraordinario. Para aquel entonces, veía a mujeres referentes en la locución, muy talentosas, a las que yo admira; por ejemplo, Marisabel León Tapia, Aleida Anzola, Mirtha Salomón, Yadira Alviarez y Luisa Victoria Acosta. Yo era muy chama y cada vez que podía, iba a Radio Acarigua. Actualmente, tengo mi programa de radio desde hace trece años, en las Crónicas Desestresadas. Comencé con Claudio Fanzutto en los pasillos de la Universidad Cecilia Acosta, a idear el proyecto, un concepto muy irreverente. Luego se incorporó Víctor que es más serio», comentó entre risas.
Durante el año en Promar Televisión, asistió en la producción del noticiero meridiano, a Julio César Caripá, con el programa “En Directo”, que se hacía desde una unidad móvil, vía microondas, desde cualquier parte. Una época -dice- en que compartió también la producción de programas culturales con la agrupación Carota, Ñema y Tajá, así como el de Virgilio Arrieta, y con los que disfrutó y viajó por lugares hermosos en el estado Lara.
En el 2003, llegó a Universal TV, allí hizo de todo y sirvió para dar esos pininos que todo ser humano necesita. Posteriormente, se trasladó a Portuguesa TV durante esos 15 años fue ancla de «Hoy por hoy« y productora de los programas “La finca de la semana”. Luego con las chicas de “Tú música”, “A quemarropa” y “La Revista de la mañana».
«Me inspiraba Ledda Santodomingo. Mi mamá me contó que era una mujer valiente, yo veía a los reporteros y me emocionaba mucho. Fueron 20 años aproximadamente frente a las cámaras, hice programas en Universal TV, presentaba videos musicales con “Al tope”, luego hice un magazzine “Casa dulce, dulce casa”, compartía con un cheff en el set.
Hoy por hoy
Un año después de ingresar en Portuguesa TV, Henry Ramos, el director, le indicó que era necesario que asumiera «Hoy por hoy», además de productora, como conductora.
Nayari explica que realizar un programa de esta categoría, es exigente, requiere de disciplina, constancia y escucha activa. Por eso, preguntaba y pedía consejo, para equivocarse lo menos posible. Se levantaba a las 4:00 a. m., para no verse hinchada en pantalla y tuvo que hacer sacrificios personales, como no poder llevar a su hija a la escuela cada mañana y perderse muchos detalles de su infancia.
Era un programa en el que la mayoría de los invitados estaban vinculados al tema político. No era exactamente lo que la hiciera feliz, pero se adaptó.
«De toda esta experiencia, hubo un proceso de aprendizaje. Era muy, muy seria, me concentraba y enfocaba en la lectura de los periódicos y en la entrevista. Muchos pensaban que estaba brava, hubo personas que me expresaron su apoyo y otras que no les gustaba», relató.
– Por aquellos primeros días, estaba nerviosa y me cuestionaba, fui exigente conmigo misma. Mi mamá me dijo: “hija, hay oportunidades que se presentan una vez, cada cual decide si la toma o la deja. Si decide no aceptarla, usted va y agradece a su jefe la oportunidad y si se la otorgan a otra persona, luego no se queje. O viva la oportunidad, aprenda y haga lo mejor que usted pueda, pero no puede seguir viviendo en esta angustia”. Y tomé mi decisión; crecí como persona y profesional», indicó la periodista.
Crónicas difíciles
«Mi mayor reto es desarrollar mi camino como profesional de la Comunicación Social, porque está en constante actualización y presenta muchos retos. Mi momento más peligroso, fue en el 2019 cuando lamentablemente ocurrió la llamada ‘Masacre de Campo Lindo‘. Cuando ya nos retirábamos del lugar y estábamos del lado de los familiares proporcionándoles información, los funcionarios de la policía que custodiaban el perímetro al Centro de Coordinación Policial, nos lanzaron gases lacrimógenos y luego nos rodearon con sus motos, intimidándonos. Me encontraba con una periodista del canal Rosanney Rivero y el camarógrafo Wrayan Gudiño, tragamos gas parejo, todo fue un caos».
El otro lado de la moneda es la gran satisfacción de recibir el cariño de las personas de distintas edades. Ella, como el gran ser humano que es, valora cuando le regalan sus bendiciones.
«Cuando me los encontraba en las calles, sin uniforme, alguno se me acercaba y me preguntaba: ‘¿usted es Nayari?’ y yo les decía de inmediato: ‘nooo, a mí siempre me confunden con ella, esa señora es muy seria y yo soy muy risueña’. Me miraban el cabello, escuchaban la voz y dudaban, segundos después se volvían a acercar y afirmaban: ‘Sí, usted es la que narra las noticias'».
Entrevistas satisfactorias
Casi siempre entrevistó personajes vinculados a la política, sin embargo, tuvo el gran gusto de poder conversar con personajes como el gastrónomo Armando Scannone, el escritor e historiador Guillermo Morón, el embajador Julio César Pineda, los exmagistrados Román Duque Corredor y Blanca Rosa Mármol y muchos líderes políticos nacionales.
«Entonces era posible sostener una entrevista con los gobernadores. En aquellos días era Wilmar Castro. También representantes de gremios, personajes del agro, muchos de ellos amigos que me apoyaron para que entendiera el proceso de la agricultura. En casi 15 años, la lista es larga, disfruto conocer el talento regional, cultores, deportistas», confesó.
La defensa de DDHH
Hace algún tiempo sintió la necesidad de hacer algo más que informar y entrevistar, ante tantas condiciones que afectan la calidad de vida y la dignidad humana.
Comenzó una maestría, llegó hasta el tercer módulo porque no comprendía la teoría, siguió buscando hasta que coincidió con la Fundación de Derechos Humanos (Fundehullan). Allí tiene ya casi tres años y es la coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos de los Llanos, desde donde hace un monitoreo continuo a la vulneración de derechos como la libertad de expresión y libre movilización, y detenciones arbitrarias.
«Por su puesto, he ido afianzándome en la defensa y promoción de los derechos humanos y particularmente en la libertad de expresión, que afecta a los comunicadores sociales y a los dueños de medios. Sin embargo, quien se ve más afectado es el ciudadano que se queda sin el derecho a estar informado, sin tener espacios donde denunciar lo que ocurre en sus comunidades, a manifestar libremente, a no contar con espacios independientes, porque se contradicen los principios democráticos y derechos fundamentales», acotó firmemente.
La pregunta infaltable
Estar tan involucrada con la política, los problemas sociales, la gente en los barrios y la defensa democrática no la ha dejado inmune.
Le llama la atención la política como ciencia que contribuye al desarrollo de la sociedad, por lo que siempre le preguntan si quiere ser candidata o participar de manera directa en ese desafío.
«La verdad no lo creo, aunque uno no sabe las vueltas que da la vida. Para ser aspirante a un cargo de elección popular hay que prepararse y yo prefiero gozar del cariño de la gente. Actualmente, soy parte de la Junta Regional de Primaria, allí tengo la responsabilidad de ser el enlace comunicacional; una postulación que fue hecha por organizaciones de la sociedad civil, que me plantearon su idea y después de pensarlo mucho, acepté. Luego supe que me respaldaron otras organizaciones con fines políticos”.
Para Nayari, lo más importante es el ciudadano, la persona consciente de sus derechos y deberes, en su participación activa para que aprenda a no ceder espacios que le pertenecen, ni dejar que otros decidan, sino que sean corresponsables de la construcción de la sociedad.
No en vano la fuente que la ha identificado siempre como periodista es Comunidad.
«Estar en sus calles recogiendo denuncias es algo que me llena y recordarles a las autoridades, que tienen un asunto pendiente en cualquier lugar. Agricultura es otra fuente con la que me entiendo y, por supuesto, política. He aprendido a lidiar con ella».
«Amo hacer radio»
Para mí, hacer radio es volar con la imaginación, hay que ser muy descriptivo, al no estar frente a una pantalla. Soy más libre al hablar, es un espacio muy mío, allí di mis primeros pasos y en agosto mi programa «Crónicas desestresadas» cumple 13 años. Amo tanto la radio, que eso me ha llevado a estudiar la voz, educarla, cuidarla y compartir lo aprendido, a través de nuestros talleres de manera grupal o personalizada».
Desde hace seis años, Nayari y Víctor han estado organizando y compartiendo conocimiento, a través de los talleres de Oratoria y Locución. Víctor es más de procedimientos y teoría. Ella, de práctica.
Como productora, recibía a los pasantes de las universidades y les mostraba el desarrollo del trabajo diario. Dice que fue exigente en cuanto a lo que tenían que leer, respirar, pensar en cómo dirían las cosas, pararse correctamente y la forma de abordar a un invitado.
«Muchos al principio no me querían. Con el tiempo, se dieron cuenta que es parte del ejercicio continuo para comunicar, dar un mensaje con sus respectivos estilos, naturalidad. Conocí personas muy talentosas que aprendieron y hoy los veo centrados, desarrollándose como profesionales».
Eso de vivir…
«Necesito vivir a plenitud. Tengo mucho que hacer. Entre tantas cosas, me di después de muchos años, un descanso que también era necesario. Adaptarme a las nuevas tendencias, entrevistar a más personajes, proyectarme como locutora, hacer más trabajos con la voz y ser parte de la transformación positiva de mi país y el estado Portuguesa».
«¡Ay! Yo empecé al revés, fui mamá primero, profesional después, esposa de último -dice graciosa- en algunos momentos no fue fácil, porque estaba ausente. Traté de dar a mi hija momentos de calidad, mucha comunicación; mis padres me apoyaron en su crianza para que terminara la carrera. Como esposa, llevar el entendimiento y atenciones a mi dos amores. Hubo sus momentos, pero salimos airosos. Eliza y Víctor llevan una bonita relación, soy una súper suegra, los apoyo, siempre dándoles su espacio».
Como Víctor Arturo, también es locutor y está ligado al medio, se han complementado divinamente en todo cuanto hacen y ha sido una vida dinámica. «Él, muchas veces, dice que no me lleva el ritmo. Con Eliza, ahora más grande, somos muy conversadoras, entendí que mi bebé creció y tuve que dejar de sobreprotegerla».
Y no morir en el intento
«Hacer periodismo actualmente, es un reto. Con los medios tradicionales está muy complicada la situación, debido a que los programas informativos y de opinión no tienen cabida, y la reposición de equipos para mantener operativo los medios tradicionales son muy costosos. La ausencia de medios impresos ha dejado un vacío muy grande en la sociedad. Por lo tanto, el periodismo en Venezuela tiene una serie de obstáculos y grandes desafíos que vencer, hay muchas barreras para mantener informada a la colectividad», dijo.
Indicó que con el desarrollo de las plataformas digitales, los diversos medios tradicionales han tenido que migrar y los comunicadores sociales se han ido adaptando e innovando ante las nuevas formas de comunicar.
Esta convencida que hay que seguir intentándolo, sin ceder espacios, porque el ciudadano tiene el derecho y la necesidad de conocer lo que sucede en su entorno. Alertó, sin embargo, sobre la proliferación de cuentas pseudoinformativas, «que no tienen el más mínimo cuidado, que publican sin filtros, mostrando lo más sangriento para conseguir más reproducciones».
«En nuestro país existen leyes que precisan que los periodistas somos los responsables de darle el tratamiento a la noticia y a la información. Sí a una persona le gusta la comunicación, estúdiela, gradúese, acredítese, para que obtenga las herramientas necesarias y pueda informar veraz y oportunamente, de la manera más profesional y adecuada», finalizó. (CNP 16.100)