El 90% de los hospitales monitoreados por la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH) reportaron que se pide al menos un insumo a los pacientes y sus familiares para poder entrar a un quirófano, aseveró el médico internista e infectólogo venezolano Julio Castro el 20 de noviembre durante la presentación del informe semi anual 2023 de la organización Médicos por la Salud.
Entre enero y septiembre de este año, los centros de salud del país reportaron un desabastecimiento en los quirófanos del 74 % —tres puntos porcentuales más que el año pasado—, donde destaca la ausencia de analgésicos, suturas y la lencería médica (las camas, sábanas y ropa para los pacientes y el personal).
De acuerdo con los resultados de la ENH, más de la mitad de los centros de salud evaluados piden batas, sueros fisiológicos, analgésicos y lencería médica a los pacientes. Al menos el 81 % de los hospitales piden suturas para operar a los venezolanos.
«Hicimos un ejercicio en la encuesta para tratar de monetizar cuánto representa el desabastecimiento y el pedido de materiales para el ciudadano en el día de hoy, y representa un gasto de casi 80 dólares (78$) solamente en estos insumos que son muy básicos, como suturas y lencería médica. Pero para una persona con sueldo mínimo, como un profesor universitario, el gasto es mayor (representa 20 sueldos mínimos)», explicó Castro.
Esperas que degradan la salud
El médico infectólogo aseveró que la tasa de desabastecimiento en salas de operación tiene un impacto directo en el retraso de la atención a los pacientes, aumentando las listas de espera para las más de 15.000 personas que aguardan su turno para operarse.
«Las personas con cáncer son las más afectadas. El aumento progresivo de personas en la lista de espera hace que no solamente las personas no puedan operarse y tengan ese problema médico, sino que, además, su condición médica empeora esperando la cirugía, y buena parte de la espera tiene que ver con la falta de insumos y la operatividad», dijo.
En este panorama, la encuesta recabó que, en promedio, la inoperatividad de los quirófanos es del 60 %.
En este informe se constató que el 43 % de los hospitales tarda entre 1 y 3 meses en operar a los pacientes con cáncer de mama, y al menos el 14 % de esos centros de salud tardan entre 6 y 12 meses. Solo en el 19 % de ellos operan entre una semana y un mes después de la indicación.
En el caso de los pacientes con cáncer de próstata, 44 % de los hospitales tardan uno y tres meses en operarlos y el 33 % tardan entre cuatro y seis meses.
La ayuda humanitaria mejoró algunos servicios básicos
Según el informe de la ENH, las fallas del servicio eléctrico en los hospitales mejoró por cuatro puntos porcentuales con respecto al año pasado y se ubicaron en 47 %.
Sin embargo, el tiempo promedio de los cortes de luz aumentó de 60 a 108 minutos. El daño de los equipos por fallas eléctricas disminuyó un punto porcentual con respecto al año anterior, ubicándose en 4 %.
La organización Médicos por la Salud pudo registrar en este periodo del 2023 un mínimo de 127 muertes atribuibles a las fallas eléctricas en los hospitales. «Si bien es una mejoría de las 204 muertes del año pasado y con respecto a años anteriores como el 2019, la cifra debería ser cero», aseveró Castro.
«La leve mejoría en los servicios básicos se debe primordialmente a las plantas eléctricas y tanques de agua que reciben los hospitales por la ayuda humanitaria y sus propios gastos. El servicio eléctrico por parte del Estado sigue igual de deficiente», resaltó.
Por otra parte, el abastecimiento intermitente del agua en los centros de salud se ubicó entre el 48 y el 53 %, dependiendo de la especialidad de las áreas de emergencia del hospital.
«La ausencia de agua en los centros hospitalarios se traslada en eventos de alto costo como infecciones adquiridas el entorno hospitalario y también implica un gasto económico de los familiares o pacientes para poder subsanar la falta de agua para necesidades básicas», se lee en el documento.
La intermitencia de los servicios básicos y el desabastecimiento de los insumos médicos priva al 17 % de los centros de diálisis en el país.
En tiempos de emergencia
La Encuesta Nacional de Hospitales informó que el desabastecimiento de las salas de emergencia ronda por el 34 %, cuatro puntos más bajo que el año pasado al analizar 20 insumos o medicamentos.
«Cuando vemos los históricos de este índice compuesto en los años 2018-2019, cuando casi se llegó al 65 % (de desabastecimiento), se ha venido aminorado progresivamente. Podemos decir con certeza que el número de medicamentos en las salas de emergencia medidos por este índice ha venido mejorando. Pero esto está muy lejos del índice general. Esto debería ser cero», explica el doctor Castro. «Acá se encuentran medicamentos básicos como esteroides, atropina, antibióticos de uso básico, adrenalina, anticoagulantes, entre otros».
El panorama se tradujo en un tiempo de atención a los pacientes con infarte se redujo de 78 a 72 minutos, mientras que la atención de emergencia por neumonía se redujo de 180 a 102 minutos.
«Esta mejoría también se puede deber a la mejoría en la disponibilidad de los medicamentos, donde los familiares deben buscar medicamentos por su cuenta porque en el quirófano no los tienen. Sin embargo, estamos lejos de llegar al estándar en el tiempo de atención, que es menor a los 40 minutos», explicó Castro.
La violencia sigue en los hospitales
Laboratorios y rayos X mantienen niveles similares a años previos. Solo el 32% de los hospitales tienen rayos X todos los días, mientras que en más de la mitad de los hospitales el servicio es intermitente o nulo.
«Ese número se ha mantenido estable en los últimos dos, tres años sin cambios. Son insumos que requiere cualquier paciente en el hospital. Si vas a un hospital y no hay laboratorios simples como una hematología, sobre todo ahorita que hay dengue e influenza, o que no haya rayos X simple, son cosas relativamente poco costosas que implican gastos para el paciente», expresó el médico internista.
Todo el panorama anteriormente descrito repercute en hechos de violencia hacia el personal de salud. En ese sentido, el ENH documentó que el 81 % de los casos de violencia por parte de los familiares de los pacientes es una especie de respuesta «de frustración frente al deterioro del sistema de salud. Pero sigue sin ser una justificación».
Entretanto, la violencia por parte de los cuerpos de seguridad del Estado y de grupos armados parapoliciales representó el 15% de las denuncias.
«¿Estamos mejor que antes? Sí, estamos mejor que antes. Pero no estamos ni cerca de la definición de un hospital moderno en el contexto de América Latina. El desabastecimiento debería ser cero. Mientras haya déficit en los hospitales sobre cosas básicas, estaremos en una situación completamente anormal», concluyó Julio Castro.
Runrun.es