Al llegar a su trabajo este lunes 4 de marzo, los empleados de la agencia estatal de noticias Télam se encontraron con la sede del medio de comunicación cercada.
Las puertas de la institución de 80 años de antigüedad aparecieron bloqueadas y bajo vigilancia policial, que impedían el acceso del personal a sus oficinas.
A los 700 trabajadores se les pidió que dejaran de laborar durante al menos una semana, según un memorando interno que recibieron en las últimas horas. La nota indica que están «dispensados» de trabajar los próximos 7 días desde las 23:59 hora local del domingo 3 de marzo, «con goce de haberes».
Además, el sitio web de la agencia dejó abruptamente de funcionar. En él solo se puede ver ahora el escudo nacional y un mensaje que señala: “página en reconstrucción”.
Ni siquiera es posible acceder a los contenidos publicados previamente.
«Es un golpe contra la democracia y la libertad de expresión«.
Los empleados hallaron este panorama luego de que el pasado viernes, en su discurso ante el Congreso, el presidente Javier Milei anunciara el cierre de la agencia, que calificó de “propaganda kirchnerista”.
Sin embargo, los trabajadores recalcan que no fueron notificados con debida anticipación sobre a partir de cuándo cesarían sus funciones y cómo dejaría el medio de comunicación de operar.
«Es un golpe contra la democracia y la libertad de expresión y por eso lo vamos a defender», señaló el Sindicato de la Prensa de Buenos Aires, en un comunicado difundido en la plataforma X.
Se prevén protestas en Argentina
La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) rechazaron el cierre en un comunicado y ratificaron su «compromiso de defender» a Télam «con todas las acciones legales, gremiales y políticas que sean necesarias para resguardar tanto su rol social en la democracia como todas las fuentes laborales».
«El Gobierno nacional está llevando adelante uno de los peores ataques a la libertad de expresión en los últimos 40 años de democracia. Esta noche, policía de la ciudad valló los dos edificios de la Agencia Nacional de noticias y publicidad Télam para evitar el masivo abrazo e impedir el acceso al edificio» de los trabajadores, denunció el gremio Sipreba, en un comunicado difundido en redes sociales.
Tras la medida, están previstas protestas para las próximas horas en las que participen los empleados de Télam.
Aunque la decisión de Milei fue aplaudida por algunos legisladores que respaldan al mandatario libertario, algunas organizaciones, como la Asociación de Corresponsales Extranjeros de Argentina, destacan que durante décadas Télam ha servido como fuente crucial de información sobre el país para medios locales e internacionales.
La Asociación agregó que en caso de que existan problemas por resolver, la agencia debe ser «reformada, pero no aniquilada».
Las justificaciones de Milei para el cierre de Télam
El presidente argentino utilizó argumentos similares en su reciente anuncio de cerrar Télam y el cese del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), del que afirmó que «gastaba millones de pesos para mantener militantes rentados»
Una justificación que llegó después de calificar a la agencia como medio de «propaganda del kirchnerismo».
Sus palabras recuerdan a las que, en 2018, empleó el entonces secretario de Medios Públicos, Hernán Lombardi, cuando el entonces Gobierno ordenó el retiro de 357 personas de la agencia. La mayoría de esos despidos fueron revertidos posteriormente por la Justicia.
Más allá de los calificativos, Milei estaría apuntando a sus prometidos planes de desmantelar o privatizar empresas públicas como parte de su propósito de reducir el tamaño del Estado.
Pese a que su proyecto bandera, la ley de Bases’, popularmente conocida como ‘ley Ómnibus’ –que incluye un paquete de polémicas reformas económicas– tropezó por falta de apoyos en el Congreso y fue devuelta a debate en las comisiones de la Cámara de Diputados, Milei pretende avanzar en sus controvertidas reformas financieras. Todo en un país sumergido en una grave crisis económica y con la inflación más alta del mundo.
Previamente, el nuevo mandatario de los argentinos puso sobre la mesa la privatización de empresas estatales como Aerolíneas Argentinas o el Banco de la Nación, aunque en medio de las protestas y reticencias de los legisladores tuvo que retirar de la lista el nombre de compañías, como la petrolera YPF.
France24 con Reuters y medios locales