Araure.- Del cono norte de estado Portuguesa, el caserío La Lucía, en el municipio Araure, representa uno de los lugares con más bellezas naturales explorables turísticamente, para disfrutar durante todo el año.
Por esa geografía montañosa que colinda con el estado Lara, tiene parajes de ensueño que, poco a poco, se han convertido en destinos cada vez más visitados por ecoturistas propios y foráneos.
Entre los más populares, de las muchas cascadas, torrentes, cuevas y senderos que la cruzan, están los llamados «Jacuzzis de La Lucía”: en invierno, un río de nombre Auro, de gran fuerza y caudal; ahora, en verano, casi seco pero con pequeños y cristalinos pozos entre enormes rocas que dan lugar a las sabrosas caídas de agua, para disfrutar como si de una bañera con hidromasajes relajantes, se tratara. De allí, su nombre.
Subimos la montaña guiados por José Ángel Arrieche, un experto miembro de Senderistas Portuguesa, y acompañados por un grupo de visitantes locales y algunos caraqueños.
Como en toda subida, por inofensiva que parezca, se debe tener condiciones físicas y también para regresar, a lo largo del cauce del río. En total, fueron cerca de 11 kilómetros de recorrido, disfrutando de una jornada deportiva saludable, hermosas vistas en cada mirador desde lo más alto de la montaña y admirando este río que arrastra a su paso piedras enormes, que están ahora descubiertas, pero que nos hace entender por qué las aguas y la naturaleza toda, debe ser respetada.
Solemos creernos, como humanos, dueños de ella, pero no somos más que parte de sus reinos. Por eso es nuestro deber, como seres pensantes, cuidar de cada uno de estos maravillosos lugares que Dios pone a nuestra disposición.
Estos ecosistemas acuáticos son los que nos proporcionan la vida, no debemos olvidarlo.
Recogimos en esta visita dos bolsas de basura: empaques de snacks junto a botellas de licor y de refresco, en su mayoría. Vimos, además, personas que bajaban al río con bombonas de gas, para cocinar allí y caminamos por la ribera del Auro, a través de cenizas todavía calientes, muestra de que tenemos mucho que aprender.
Disfrútalos, sin dejar basura
Para Ramón Gamboa, representante de Senderistas Portuguesa, esta información sobre los efectos nocivos, es actualmente motivo de una campaña de concientización; un mensaje que quieren hacer llegar a todos, haciendo énfasis en las operadoras turísticas, para que establezcan límites de la carga humana negativa que se ejerce sobre un paisaje natural cuando se trasladan multitudes, sin ser realmente conscientes del daño que se produce.
¡Portuguesa es nuestra casa y tiene lugares naturales extraordinarios, que todos debemos cuidar! (CNP 16.100)