Acarigua.- La atención que drenajes, alcantarillas, alumbrados y ornato planificado en avenidas, plazas, la creación de espacios deportivos abiertos y la permanente atención en el área comunitaria y cultural tendrá, no hay duda, un impacto positivo en el ciudadano que transita la ciudad.
Sabemos, como periodistas, que queda mucho por hacer, “barrio adentro”, una frase que debe ser profundizada, para que no solo el centro sea diferente, sino que lo sea toda la ciudad.
La teoría de las ventanas rotas, es una tesis siempre citada en el ámbito gerencial, para demostrar que los buenos ambientes dan como resultado un mejor comportamiento ciudadano, porque te sientes merecedor de más, de cosas buenas, pero que todo puede revertirse y crearse caos, violencia e irrespeto en aquellas áreas donde hay descuido e irresponsabilidad gerencial.
Lo lógico es pensar que en el municipio Páez, se aspire a seguir subiendo de nivel y que esa interacción se lleve a las instituciones públicas y privadas para que los recursos por impuestos, leyes y ordenanzas municipales se apliquen entre acuerdos, y en consonancia con la actividad comercial o empresarial, en beneficio de todos y con destinos legítimamente aplicables, con obras cada vez mejores que demuestren evolución.
Cada funcionario público que acepta servir a los ciudadanos desde un cargo de elección popular y aquellos que son asignados, debe estar consciente que no serán los efímeros aplausos, la recompensa al cumplimiento de su labor. Será la memoria histórica y las citas de los diarios, el ejemplo y la opinión pública la que los lleve a sitiales nunca imaginados.
Desde este espacio siempre hemos profesado la idea de que una ciudad es lo que sus ciudadanos decidan y esto tiene mucho que ver con la educación y la responsabilidad individual, pero no es menos importante, la responsabilidad colectiva. Si la teoría de las ventanas rotas funciona, cada obra que embellezca la ciudad y que ofrezca mejor calidad de vida, influirá en la conciencia y el comportamiento de cada acarigueño, que cuidará y reconocerá el esfuerzo y dinero invertido en el municipio, sintiéndose orgulloso de su gentilicio.
¡Feliz cumpleaños, Acarigua!
