Acarigua.- El comportamiento de los híbridos, prácticas agronómicas y la fertilización en el cultivo, fueron, quizás, algunos de los factores que influyeron en la caída de maíces en algunos lotes ubicados en Turén, a causa de las lluvias ocurridas el pasado lunes 10 de julio y que no sobrepasan el 5 % del área total.
«No todos los híbridos sembrados se comportaron igual ante los fuertes vientos, aquellos materiales con tallo grueso y con buen desarrollo de raíces adventicias resistieron mejor que otros materiales más débiles”, explicó el ingeniero Ramón Elias Bolotin, directivo de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro).
Según comentó, las prácticas agronómicas también influyen en la capacidad de un cultivo a soportar el embate de los vientos. “El de poblaciones muy altas es perjudicial porque propicia desarrollo de plantas con tallos delgados y flácidos. El abuso de herbicidas hormonales induce a la formación de tallos quebradizos”, dijo.
Una fertilización balanceada y en cantidades suficientes -menciona Bolotin- ayuda al buen enraizamiento del cultivo y desarrollo de tallos gruesos resistentes al vuelco.
El pasado lunes, agricultores de la zona de Turén, reportaron la caída de maíces. “El daño por los fuertes vientos no fue general, el área afectada no sobrepasa el 5 % en la zona de Turén. Se concentró en lotes que por varias razones fueron más susceptibles que los maíces vecinos», afirmó.
Ante esto, cree conveniente conocer qué híbridos fueron más resistentes o qué prácticas agronómicas ayudaron a disminuir el acame o la inclinación del tallo de la planta.
Por otra parte, Bolotin manifestó que el cultivo de maíz se encuentra en diferentes etapas, unos en pleno crecimiento y otros apenas en siembra. “También hay maíces que están en etapa de floración. Creemos que el inicio de la cosecha arranque después del 15 de septiembre, quizás los primeros de octubre«. (CNP 18.050)