Acarigua-. La palabra “maestro” indica que se es relevante entre los de su clase. Por lo tanto, enseña y tiene la importante labor de formar a las generaciones presentes y futuras de un país.
Para honrarlos, escogimos algunos nombres representativos por su dilatada e influyente experiencia pedagógica, como una manera de homenajearlos a todos
Federico Cardoze
Se graduó de maestro normalista en la Normal Gervasio Rubio en el Estado Táchira en 1959 y de profesor de Educación Media en el Pedagógico de Barquisimeto en 1977. Ejerció como maestro de aula por 19 años en el Grupo Escolar «Dr. Raimundo Andueza» de Acarigua y 17 como profesor de Educación Media en la UEN «Hermanas Peraza».
Más de 30 años como educador
Lleva 36 años como profesor contratado en la extensión Acarigua del Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). En total, 64 años de servicio a la educación en Portuguesa, en un ejercicio digno y necesario para la formación ciudadana y profesional de los habitantes de esta ciudad.
Roberto Carlos García
«Desde que era estudiante de Fe y Alegría Ntra. Sra. de Coromoto, soñaba con dar clases y dirigir en algún momento una escuela de Fe y Alegría, y lo logré».
Desde hace unos años, ha sido parte de un movimiento educativo de gran alcance en el país, dentro del programa escuelas donde pone en practica grandes ideas que conllevan a mejorar los espacios educativos.
Roberto García: «soñaba con dar clases»
«Para mí, es una pasión vocacional acompañar los procesos de enseñanza-aprendizaje que lidero en la escuela y en pro de una educación de calidad que genere inclusión y transformación en beneficio de la comunidad educativa que atendemos, bajo la premisa de educar para la vida y desde una pedagogía bajo el enfoque de competencias, que permite el desarrollo de habilidades y destrezas y es característico en nuestros niños, niñas y adolescentes».
Desde Fe y Alegría Santa Elena sigue, junto a su equipo, dando pasos firmes hacia la consolidación de un modelo educativo inclusivo e innovador, lo que representa una verdadera oportunidad hacia el fortalecimiento de la Escuela Sostenible, con líneas y criterios claros de organización.
«Fe y Alegría se niega a la desesperanza: Fe y Alegría Santa Elena, rumbo a la escuela sostenible», expresó.
Julieve Quero
Profesora en Educación Especial con más de 24 años de labor, y especialista en Dificultades en el Aprendizaje y Discapacidad Intelectual.
Es especialista con diplomados sobre Trastornos del Espectro Autista y el Programa Psicoeducativo Individualizado, basado en ABA. Aplicadora certificada en Protocolo de Desarrollo Madurativo 8.0 Nro. 00603 y en Comunicación Aumentativa y Alternativa, con amplia formación en diferentes áreas y en recursos digitales para el aprendizaje.
Inició como parte del equipo de personal para crear el Centro de Desarrollo Infantil Divino Niño en Acarigua (1999) y ganó el último concurso del Ministerio de Educación para personal fijo en el año 2002.
Es autora del Proyecto de Creación del Taller de Educación Laboral Páez presentada ante la Zona Educativa del estado Portuguesa. Cumplió funciones de coordinadora municipal de Educación Especial Páez, desde el 2017 al 2019.
Julieve Quero es la autora del Proyecto de Creación del Taller de Educación Laboral Páez
Es también conferencista y formadora de maestros en diferentes casas de estudio en Acarigua y, actualmente, se encuentra impulsando su proyecto personal «Apoyo Comunitario Tip Autismo», bajo una modalidad única de atención psicoeducativa individualizada para niños y adolescentes, autismo y otras condiciones, y es la representante de la Organización Venezolana de Autismo, Capítulo Portuguesa, desde el año 2022.
«Desde los 16 años de edad me identifiqué con este propósito de vida que año tras año fue creciendo y fortaleciéndose. Es mi pasión que se ha mantenido en el transcurrir del tiempo, manteniéndome actualizada para dar lo mejor a nuestra comunidad. Considero que los planteles y servicios de la modalidad de Educación Especial deben continuar activos, para brindar la atención que requiere la comunidad de persona con necesidades especiales, haciendo énfasis en los procesos de inclusión, desde el respeto a los derechos humanos y de su nivel de funcionamiento. Es tarea de todos generar experiencias que permitan la concienciación sobre la inclusión y convivencia», comentó.
Iván Joaquín Bravo Hernández
Ingresó al sistema educativo el 25 de noviembre de 1993 como docente no graduado en el caserío Cerro Negro del municipio Araure.
Se graduó de técnico universitario en el Colegio Universitario de Caracas el 18 de diciembre de 2003 y obtuvo su licenciatura en Educación Integral en la Universidad Simón Rodríguez el 13 de diciembre 2005, y en Docencia Universitaria de la Universidad Santa María el 3 de noviembre de 2009.
También es abogado egresado de la Universidad Rómulo Gallegos (2015), especialista en Derecho Laboral (2021).
Iván Bravo, un líder del gremio
Como líder de los maestros, ocupa la presidencia del Sindicato de Trabajadores de la Educación del Estado Portuguesa desde el 25 de abril de 2012. Ha sido, a lo largo de su vida, dirigente estudiantil, político, vecinal y luchador social. Desde el 2010 es docente contratado en la Universidad Pedagógica Libertador (UPEL).
Pablo Alberto Rangel Ovalles
Este araureño es agregado como profesor de Matemáticas de la Universidad Pedagógica Libertador (UPEL).
También es técnico electricista (Escuela Técnica Industrial de Acarigua y Barquisimeto) y abogado (Universidad Bicentenaria de Aragua), con postgrado en Derecho Laboral.
Ha sido dirigente social desde muy temprana edad, en el área estudiantil, vecinal y, sobre todo, sindical, donde han transcurrido los últimos 30 años dedicado exclusivamente a la lucha de los educadores.
«Se pudiera decir que soy el último mohicanos de una generación de dirigentes sindicales del magisterio, entre los que destacan Honorio Beltrán Torrealba, Ely Saúl Rodríguez, Ramón Alí Medrano y Luis Julián Suberi, quienes fundaron el movimiento sindical magisterial en nuestro estado. Antes de 1969, no teníamos sindicatos sino federaciones o colegios sin derecho a convención colectiva y menos a huelga», expresó.
«Fue después de 1969 que se lograron esos derecho que por mandato de la vieja ley del trabajo, correspondían solo a los obreros. A partir de 1969, el magisterio venezolano conquistó innumerables derechos negados durante más de 50 años de dictadura (la de Juan Vicente Gómez hasta la última de Marcos Pérez Jimenez). Desde 1958, en los sucesivos gobiernos democráticos -y no por las buenas-se lograron los 9 contratos colectivos y las 4 convenciones colectivas, pero fue necesario la declaratoria de huelgas para alcanzar derechos como los seguros de hospitalización y funerario», dijo.
Pablo Rangel: «soy el último mohicanos de una generación de dirigentes sindicales del magisterio»
Indicó que la carrera docente fue reconocida, primero por la Ley Orgánica de Educación de 1980 y, posteriormente, reglamentada en 1991 luego de muchas diatribas para que se respetara la antigüedad en el servicio, con un sistema de clasificaciones y categorías en el servicio y los méritos académicos que eran soslayados para imponer el compadrazgo y la militancia partidistas.
«Haciendo un balance hoy, luego de 92 años de la fundación de la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria, en 1932, podemos señalar muy responsablemente que hemos retrocedido en la aplicación de los derechos laborales conquistados a través de la historia democrática. Nos han sido confiscados por este gobierno que llegó revestido de un rostro humanista y laboral, y lo que ha hecho es despojarnos de los seguros HCM y funerario, y nos ha quitado la calidad de vida que alcanzamos con ingresos salariales que permitían decir que formábamos parte de una clase semimedia”, afirmó.
Rangel añadió que hoy en día, los maestros están reducidos a niveles de pobreza extrema, rozando con la mendicidad, y que lo lamentable es que todo esto redunda en la baja calidad de la educación, ya que un educador con hambre no enseña y menos si sus estudiantes provienen de padres con bajos recursos económicos, que llegan a clase con el hambre pintada en la cara y que no pueden pensar en estudiar sino en comer.
«No hay nada que celebrar hoy, pero imposible olvidar está conmemoración, que nos recuerda los días de estudios y las horas con las generaciones que formamos, tras largas jornadas de trabajo en las aulas. No puedo dejar de recordar en este momento a mis maestros y profesores, a todos ellos mi eterno agradecimiento por darme el suficiente estímulo y motivación, primero para elegir la carrera docente y no dejar de querer la formación académica y, por supuesto, a mi padre, Pablo José Rangel, que me dio la vida y me formó una conciencia humanista y solidaria para luchar por los que menos tienen y hablar por los que no tienen voz», expresó. (CNP 16.100)
