Acarigua.- 41 migrantes venezolanos, entre estos ocho oriundos del municipio Guanarito, fueron detenidos la medianoche de este viernes, 29 de julio, en la ciudad de Quetzaltenango, zona montañosa del oeste de Guatemala y que limita con México. Todos buscaban llegar a los Estados Unidos por la ruta ilegal.
A través de las redes sociales, sus familias han difundido videos de los detenidos para llamar la atención del Gobierno nacional y de organizaciones internacionales. El propósito es viralizar y visibilizar la situación, para denunciar que las autoridades guatemaltecas violan los derechos humanos, al tener a estas personas encerradas y con sus documentos retenidos.
Entre el grupo hay varios niños y mujeres embarazadas
Precisan que están sin agua y sin comida desde la madrugada y que ahora serán devueltos a la frontera con Honduras, para que retornen a Venezuela.
Entre el grupo de venezolanos detenidos hay una niña de dos años, un bebé de siete y cinco embarazadas. Además, está un ciudadano asiático y cinco haitianos.
«Hemos cruzado todos estos países con todo el sacrificio del mundo, para buscar una mejor oportunidad de vida en los Estados Unidos. Prácticamente cruzamos Venezuela, también Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras, y es aquí en Guatemala donde nos ponen más trabas y nos detienen», contó Eduard Moreno, uno de los detenidos, con el que se tuvo comunicación vía telefónica.
El grupo de Portuguesa salió de la entidad llanera a principios del mes de julio. “Atravesamos la selva del Darién. Durante siete días estuvimos encerrados, cruzando la selva y lo logramos”, agregó el migrante.
La policía guatemalteca realizó un operativo para capturar a los migrantes
Moreno advirtió que desde las doce de la noche fueron detenidos durante un operativo de la policía guatemalteca. “No se ha acercado ningún representante de los derechos humanos ni ninguna autoridad que nos lea nuestros derechos. Hasta el momento nos dicen que están esperando que haga presencia la Fiscalía con competencia en migración. Nos quitaron nuestro dinero y los documentos”.
Por otro lado, denunciaron que existe corrupción porque le cobran al migrante un incremento en el pasaje. “El boleto de la capital a la frontera con México cuesta un aproximado de 20 dólares, que son 100 quetzales, y lo están vendiendo en 300 y 400 quetzales, aproximadamente, por ser inmigrantes. Además, los conductores dicen que debemos pagarles a los policías para poder pasar”, narró Eduard Moreno.
