Acarigua.- 11 casos de violencia sexual, casi todos contra niños, fueron denunciados antes los cuerpos policiales del estado Portuguesa, solo en el mes de mayo. En algunos, las víctimas tenían 6, 10 y 12 años de edad.
El crecimiento de estas estadísticas ha causado alarma en la colectividad, por lo que desde diferentes instituciones públicas y privadas se han ideado y puesto en marcha mecanismos para evitar que la cifra sobre el delito de abuso sexual infantil siga aumentando.
10 de los casos registrados por las autoridades en Portuguesa, fueron tipificados como abuso sexual y uno como acto lascivo. Desde la Secretaría de Seguridad Ciudadana e instituciones policiales como el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), se han realizado abordajes en escuelas en las que se han brindado talleres tanto para los niños como para representantes, sobre temas y mecanismos para su detección y cómo prevenirlo.
Asimismo, la Sociedad Venezolana de Pediatría del estado Portuguesa, también ofreció un conversatorio sobre el tema, en la Clínica Los Cedros de Acarigua, para orientar a padres, representantes e, incluso, para el personal de salud, sobre el protocolo que se debe cumplir al tener una sospecha de caso de abuso sexual y cómo evitarlo.
El taller estuvo a cargo de la psicóloga Geralys De Armas, que fue entrevistada por Portuguesa Reporta y como primera recomendación habló sobre la importancia de la educación sexual para nuestros niños y para los mismos adultos.
“No podemos proteger a los niños de algo que no conocemos. Hay muchos tabúes y no se habla de la sexualidad por tratarse, precisamente, del sexo o de la privacidad del cuerpo de los niños, pero hay que tener conversaciones con los niños y que éstas sean frecuentes. El abuso sexual es un tema de salud pública y lamentable son altos los índices de denuncias”, expresó.
La especialista aconsejó a los padres que es preciso hablarle a los niños, bajo un lenguaje adecuado, de cómo son “los saludos buenos o las caricias buenas y malas”, y enfatizó que es un tema que se debe tocar dentro de los hogares, sobre todo, porque las estadísticas reflejan que la mayoría de los agresores están dentro de casa o son personas muy cercanas a las víctimas.
Advirtió, también, sobre la necesidad de brindarle la mayor seguridad al niño para que pueda expresarse con confianza. “Si hay algún adulto que, aunque pueda ser un tío, hermano, abuelo, padrastro, un vecino, profesor o cualquier otra persona que incomode al niño con caricias, es importante que lo manifieste con sus padres. Por ello, hay que reforzarle al niño que lo que diga, se le va a creer”.
La experta aseguró que no hay un perfil psicológico de posible agresor, porque puede ser cualquiera. “La orientación a los papás es que no obliguen a los niños a saludar con besos y abrazos a personas con las que ellos no se sienten cómodos”.
Es preciso generar un ambiente de confianza con los niños, donde puedan expresar sus comodidades e incomodidades sin sentirse juzgados. “Ese es uno de los aspectos más importantes. A veces los niños quieren hablar de sus partes íntimas o quieren hablar de aspectos relacionados con lo sexual e inmediatamente son limitados por los padres o por otro adulto, y le dicen que eso es indebido, sin antes escucharlos”.
«Hay que darle La confianza al niño para que sepa que le vamos a creer lo que nos dirá», psicóloga Geralys De Armas
Sin distinción
La violencia sexual contra infantes no distingue de sexo ni edad. De Armas aseguró que hay ataques hasta contra niños de meses de nacidos, que solo se llegan a detectar “cuando la situación se sale de control, los llevan a un centro de salud y los pediatras o médicos ven que hay signos de violencia”.
La diferencia a nivel estadístico, respecto a la edad, es que los casos más denunciados son niños que ya hablan y ellos sí pueden decir lo que les está ocurriendo. “El problema no está en que lo diga, sino en que le crean. Hay que brindarle esa confianza y tener esa vigilancia sobre los niños y su alrededor”.
La psicóloga precisó que, según cifras nacionales, cada hora hay un niño que está teniendo una experiencia sexual inadecuada con un adulto o con alguna persona que tiene una posición superior a él. “Está pasando con mucha frecuencia. Es un problema mundial, que se disparó desde la pandemia, cuando niños quedaron encerrados en su casa con sus agresores”.
No todo es contacto físico
El abuso sexual no es solo una penetración o tocar las partes íntimas. La legislación venezolana y la experta refirieron que también las proporciones sexuales explícitas, son calificadas o tipificadas como violencia sexual. Hoy en día, Venezuela es el tercer país de Hispanoamérica con mayor número de denuncias de abuso sexual en Internet. En su informe presentado a finales de este mayo, el instituto Childlight de la Universidad de Edimburgo, advirtió que en el país se registraron casi 250 mil denuncias por imágenes de abuso sexual infantil en Internet.
De 21 países de habla hispana, que se incluyeron en el estudio, Venezuela aparece como el tercero con más denuncias de estos casos de abuso infantil online, con un total de 249.567 casos registrados.
El presidente ejecutivo de Childlight, Paul Stanfield, señaló que la explotación y abuso sexual infantil es una “pandemia” de salud mundial que se ha mantenido oculta que no ha recibido la suficiente atención por parte de los gobiernos.
En el Centro Clínico Los Credos se impartió el taller con la presencia de 40 personas
¿Dónde y cómo denunciar?
La Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) estipula las instancias en donde los ciudadanos pueden denunciar la sospecha de este tipo de delitos y otros, contra los menores de edad, entre ellos, los Consejos de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y Consejos de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes; Tribunales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, los diferentes organismos de seguridad del estado y hasta consejos comunales y demás formas de organización popular.
En su artículo 259, la Lopnna tipifica y establece las penas a pagar por abuso sexual contra niños y adolescentes: “Quien realice actos sexuales con un niño o niña, o participe en ellos, será penado o penada con prisión de dos a seis años. (…) Si el acto sexual implica penetración genital o anal, mediante acto carnal, manual o la introducción de objetos; o penetración oral aún con instrumentos que simulen objetos sexuales, la prisión será de quince a veinte años”. (CNP 25.482).
