Acarigua.- Cerca de 3 millones de venezolanos en edad escolar no están yendo a la escuela y uno de cada cuatro niños no termina de egresar, informó Gerardo Lombardi, subdirector general de Fe y Alegría, durante un reciente encuentro con el sector empresarial de Portuguesa, en el marco del 70.º aniversario de este movimiento educativo.
Lombardi basó su afirmación en los resultados compartidos por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), que en el abril de este año abordó la crisis en un foro donde alertó sobre la necesidad de reducir la deserción escolar.
La crisis educativa deviene de un cúmulo de factores políticos y sociales, pero la pobreza es la raíz del problema. Según el subdirector general, los padres venezolanos se debaten entre comprar un kilo de harina y pagar una mensualidad. “Los chamos y chamas más pobres del país no están yendo a la escuela y, si van, en la escuela pública tienen dos o tres días de clases a la semana. Para eso, muchos papás dicen: ‘que se ponga a trabajar’”, apuntó.
Aunque aclaró que la naturaleza de la data es un problema en Venezuela (desde 2017 no hay cifras oficiales del sector educativo), señaló que las mediciones de Encovi apuntan a que 25 % de los estudiantes no culmina el año escolar y el déficit de maestros está entre 100 mil y 200 mil. “Supongamos que sean 100 mil: el año pasado egresaron menos de 1000 docentes y si nos faltan 100 mil, a ese ritmo nos faltan 100 años para llenar las escuelas de maestros”.
A este complejo panorama, sumó el deterioro de la infraestructura de las instituciones y el “divorcio” entre el sistema educativo y la realidad de los jóvenes y el país, lo que va en detrimento del futuro de la nación.
De acuerdo con especialistas, el sector educativo venezolano acumula décadas de crisis. La población escolar estimada se ubica en 10.400.000 venezolanos y la tasa de escolaridad pasa del 73 %, necesitándose 18.461 nuevos centros educativos, y entre 6.000 y 13.000 millones de dólares de inversión al año para recuperarse.
“Un niño sin escuela es un problema de todos (…). Pensar que solo con la educación pública salimos adelante no es verdad, ni con la educación privada, ni la familia sola tampoco. Es la suma de todos”, reflexionó Lombardi, al asegurar que desde Fe y Alegría se están haciendo esfuerzos para apoyar a las familias, a través de alianzas con el sector empresarial y un sistema de recaudación de fondos que les permite costear algunos proyectos. (CNP 18.867)
