Acarigua.- Los árboles son fuente de vida, necesarios para la supervivencia del ser humano y para mantener los ecosistemas naturales. En estos últimos días, se construye una obra pública en la Redoma de La Tahona de Araure, vía salida a San Carlos, donde habían varias especies y, en particular, un araguaney que, cuando floreaba, nos recordaba la belleza genuina de la naturaleza.
Seguidores de Portuguesa Reporta han hecho llegar imágenes de lo que era este espacio antes de la tala de varios árboles, acción con la que se destruye el hábitat de ciento de aves y se le resta naturalidad y frescura a la ciudad en las horas más calurosas del día.
Todo desarrollo, por muy buen intencionado que sea, debe ir de la mano de la planificación, sobre todo cuando se trata de obras civiles en lugares donde ya se han consolidado espacios naturales. Recordemos que “al árbol debemos solícito amor, jamás olvidemos que es obra de Dios”, como dice el himno que les rinde honor.
Sin embargo, en los últimos días, la Gobernación de Portuguesa y la Alcaldía de Araure, ejecutan la tala y deforestación en importantes y concurridas calles y avenidas de la ciudad, más recientemente el araguaney, quitándole a la ciudadanía la posibilidad de caminar o transitar debajo de los árboles y disfrutar su frescura y colorido.
Seguidores de Portuguesa Reporta condenan esta acción, indignados por los troncos mutilados que dolorosamente se observan en algunas calles y avenidas de la ciudad, por lo que instan a las autoridades a hacerse responsables y frenar esta aversión contra la naturaleza.
Ya no está el araguaney
El araguaney fue declarado árbol nacional, el 29 de mayo de 1948 por el entonces presidente Rómulo Gallegos. Es de origen indígena, considerado por ellos como “flor de oro”.
Es una especie autóctona, su floración generalmente de presenta durante los meses de febrero a mayo. Actualmente se encuentra vigente una resolución del Ministerio de Educación de Venezuela del 19 de mayo de 1951, en el cual se dispone a celebrar la semana del árbol, tomando la efeméride del último domingo del mes de mayo, donde se hace reconocimiento a la importancia de este majestuoso árbol.
Es de destacar que el araguaney puede tener una vida de entre 80 y 120 años; sus flores amarillas comienzan a crecer a partir del octavo o décimo año luego de su siembra.
Corresponsabilidad
Los árboles son importantes porque producen oxígeno, purifican el aire, forman suelos fértiles, captan agua para los acuíferos, sirven como refugios para la fauna, reducen la temperatura del suelo, propician el establecimiento de otras especies, regeneran los nutrientes del suelo y mejoran el paisaje.
El araguaney, por ser el árbol nacional, merece un respeto especial, es algo más moral, que va más allá de la Misión Árbol, programa nacional creado para propiciar la existencia de estas especies para la vida misma del planeta.
En el mundo, en estos momentos hay un movimiento ecológico en defensa de la tierra que habitamos, por lo que estamos llamados a evitar la tala y deforestación de nuestros espacios naturales.
Es necesario solicitar que estas especies sean replantadas y que se preserven los espacios naturales que nos representan y dan cobijo a todos por igual. (CNP 13.114)
Muy lamentable lo que han hecho. Es una falta de respeto a la naturaleza y a sus habitantes.