Araure.- No todos los cafés no son iguales, hay grandes diferencias y algunas no las cocemos, a pesar de que es una bebida infaltable en casi todos los hogares del mundo y un producto comercial de gran nivel.
¿Alguna vez ha probado un café de especialidad? Debo confesar, que yo no, y tuvimos la oportunidad en Acarigua-Araure de hacerlo con la guía de un experto que visitó las ciudades durante dos días, para hablar sobre su trabajo como barista y el café de especialidad, ante un público amante de la deliciosa bebida y, la mayoría, inexperto en el tema.
Raúl Martínez es un talentoso ingeniero civil tachirense, reconocido Q Grader internacional, pertenece a la 4ta generación de caficultores de su familia, es magister en Ciencias de la Ingeniería, catador internacional, entrenador de café de especialidad por la Asociación de Café de Especialidad en el área de barismo, café filtrado, análisis sensorial, café verde, tostado y sostenibilidad del café. Asesor de las fincas ganadoras de las «Taza de Oro», premio nacional al café de especialidad 2022 y 2033.
¿Qué es café de especialidad?
Todos los granos de café se pueden clasificar sobre 100. Este proceso de calificación se llama “catación” y, de acuerdo con Specialty Coffee Association (SCA), el café de especialidad es café arábica con una puntuación de taza de 80 + puntos. El café debe haber sido catado por un Q Grader certificado. Además de eso, demasiados defectos en una muestra de los granos de café verde, sin tostar descalifica automáticamente del estado de especialidad.
Es café de un sabor distinto, afrutado, un tanto ácido, para disfrutar y catar como un vino.
Martínez llegó invitado por los empresarios Felipe Escorche, Gonzalo Delgado y Ámbar Parisi, para dar capacitación a los nuevos baristas en Acarigua, que se han querido certificar en esta esta especialidad del café filtrado y ofrecer un conversatorio abierto al público, en un conocido café araureño.
«He visto un crecimiento importante en el mundo del barismo portugueseño. Antes, esto era solamente un oficio, hoy es una profesión reconocida en el mundo entero. Mi primer curso lo hice en 1997, he tenido la suerte de estudiar en Europa y otros países de Latinoamérica y, actualmente, voy a esos países a enseñar», dijo Martínez.
Fue una charla maravillosa, que nos permitió conocer a este talentoso profesional y profundizar en cuánto esfuerzo e inversión hay detrás de una taza de café humeante, aromática y deliciosa, y que el experto cerró con una frase que jamás debe olvidarse: «Honro al café desde su cultivo, porque lo siembro de rodillas». (CNP 16.100)
