Acarigua.- En el casco central de Acarigua, calle 27 con avenida 33, se encuentra una casona antigua con techo de tejas sobre estructura de madera y piso rústico, conocida como la «casa de la piña», donde funcionó el despacho de abogados del Dr. Alberto Arvelo Torrealba.
Aunque el reconocido poeta nació en Barinas, se casó con la acarigüeña Rosa Dolores Ramos Calles y se estableció en la ciudad después de haber sido gobernador de Barinas, ministro de Agricultura y Cría, y embajador ante los Gobiernos de Italia y Bolivia.
Sin embargo, es más conocido como poeta, ensayista y crítico literario venezolano. Su gran reconocimiento en la cultura popular y en la identidad venezolana se debe a su creación en verso, Florentino y El Diablo, obra que ha sido interpretada por orquestas e intérpretes líricos y populares.
«Voy a hacerle una propuesta a la Alcaldía de Páez, al Concejo Municipal y sus ediles, a mi amigo Pepe Roldán, cronista de Acarigua, al Gobierno de Portuguesa y al Ministerio de la Cultura, para que, adquiriendo la casa, pueda funcionar allí un museo o una institución cultural de otra naturaleza, donde nuestros niños y estudiantes puedan aprender muchas cosas vinculadas a la cultura general, la literatura, a la música, antes de que esa casa pudiera desaparecer y que, a partir de ahora, velen por mantener su estructura arquitectónica y su valor histórico”, expresó el compositor Joel Hernández.
El músico portugueseño añadió que él mismo, siendo parte de un universo de personas adeptas a la cultura y la poesía, se sentiría orgulloso de contar con una institución para la difusión cultural.
Agregó que próximamente el Consejo Legislativo del estado barinés, tendrá una sesión solemne para presentar un libro sobre la vida y obra de Arvelo Torrealba, una pieza literaria que contiene más de 300 poemas inéditos que enriquecerá la literatura latinoamericana, según le refirió el presidente del Museo «Alberto Arvelo Torrealba» de Barinas, Guillermo Giménez Leal.
No sería la primera vez que Hernández a hecho esta petición. Anteriormente, cuando formó parte de una comisión durante la celebración del primer centenario del poeta Arvelo, expresó junto a un grupo de portugueseños el mismo deseo que no dio ningún resultado, pero -dijo- las condiciones siguen dadas para que se haga posible su recuperación. (CNP:16.100)
