El Arzobispo de Barquisimeto, monseñor Polito Rodríguez, exhortó a la feligresía la mañana de este martes 14 de enero a no quedarse paralizados ante el miedo y ser más proactivos en la sociedad.
«Como María no podemos quedarnos paralizados en el miedo, en la tristeza, o en el desaliento, María en efecto actúa de manera sabia y solidaria», dijo monseñor Rodríguez durante la homilía por la visita 167 de la Divina Pastora.
Usando el pasaje del Evangelio según San Juan sobre las bodas de Cannaan, el prelado explicó que las personas pueden hallarse en momentos de incertidumbre y situaciones que pueden abrumar a las personas, pero señaló que hay que buscar el «vino», como símbolo de optimismo y esperanza para momentos mejores.
«Aunque la incerteza ante el futuro haga surgir en nosotros a menudo sentimientos contrapuestos, como la confianza y el temor, la serenidad y el desaliento, la certeza y la duda, estamos en un tiempo privilegiado para reavivar la esperanza», dijo.
El Arzobispo pidió que nadie puede ser excluido y que se deben crear espacios de encuentros y comunión, al igual que resaltó que en este 2025 se debe vivir de la esperanza puesto que la historia no se detiene ya que se puede escribir capítulos gloriosos de la misma.
La imagen de la Santa Madre dio acostumbrada recorrido por Barquisimeto, acompañado por un mar de seguidores |Foto: Cortesía
Aprovechó para hacer un llamado a los venezolanos que viven en el exterior a unirse a las celebraciones eclesiásticas.
«Recordamos a tantas personas ausentes físicamente que por diferentes motivos se han visto en la necesidad de emigrar, pero que siguen presentes y unidas espiritualmente a nosotros en esta celebración», expresó Monseñor Rodríguez Méndez.
Educación integral
El Arzobispo destacó la importancia de que en Venezuela se profundice una educación integral y que vaya más allá de lo que es la transmisión de conocimientos; por lo que hizo un llamado a las familias a trabajar en conjunto para fomentar valores como el servicio, la solidaridad y el compromiso social en los jóvenes.
Rodríguez recordó que en la familia es el principal lugar donde los menores de edad aprenden educación esencial para la vida y otros valores espirituales y esenciales.
«Necesitamos un modelo educativo que despierte en nuestros niños y jóvenes el deseo de servir a los demás y de descubrir su vocación», afirmó.
De igual forma, expresó estar preocupado porque en el seno familiar se disminuye el tiempo de calidad entre sus integrantes para compartir y conversar, por lo que enfatizó que este tipo de detalles no pueden perderse en favor de los «algoritmos» de equipos digitales; por lo que hizo un llamado a recuperarlos.
TalCual
