Guanare.- Durante este fin de semana, del 23 al 25 de agosto, se realizará el «I Encuentro de Artesanos Jugueteros y Juegos Tradicionales”, bajo la coordinación de la Dirección de Artesanía del Instituto de Cultura del estado Portuguesa (ICEP), frente a la cual está una curtida artesana «de la vieja guardia”, la señora Yahaira Valera, más conocida como “Conchita”.
Se trata -dijo la directora del I Encuentro de Artesanos- de una actividad que involucre a toda la familia, a través de los juegos tradicionales y alejarlos un poco del uso excesivo de la tecnología. La idea no es que traigan a los niños para que nosotros los pongamos a jugar, sino que los padres vengan dispuestos a meterte en un saco con ellos y compita con otros padres y otros niños, juntos», enfatizó.
Su tarea como líder de los artesanos, actualmente, es llevar el oficio a las diferentes comunidades de cada municipio como una formación guiada a través del ICEP, así como se ha hecho siempre con la danza o música.
«Mi meta principal es lograr en los 14 municipios de estado Portuguesa, una ordenanza para proteger a los artesanos laboralmente, proyectarlos económica, cultural y socialmente. Para lograrlo, se cuenta con un cronograma particular permanente, porque cada sector tiene sus propias necesidades y que estén presentes en todos los eventos», indicó.
Asimismo, y para lograr una zona de protección efectiva, detalló que se está haciendo un censo en todo el estado, para lograr una data oficial por municipio y especialidad, que estará en manos del consejo de artesanos organizados, para que -pase quien pase- por la administración pública, la curaduría exista y se sepa quién es el autor de las obras exhibidas en las exposiciones acordadas por el ICEP.
“Conchita”, la artesana
«Cada persona tiene un don natural y a mí me gustaba dibujar, sin muchos recursos, usando carbón y como lienzo las paredes, lápiz y papel; así me inicié”, dijo “Conchita”.
Quiso irse a Francia aprovechando la beca Gran Mariscal de Ayacucho por la que había optado, pero su familia le negó el permiso y decidió acatar las instrucciones de su madre, estudiar tecnología pecuaria y administración. Durante 17 años se dedicó a esta última. Mientras estudiaba, además, hizo de asistente de coctelería durante las noches. Al morir su madre, sintió que había terminado su compromiso y se va de mochilera a recorrer el país, con el trabajo, la comida, la casa “sobre su espalda».
«Un mochilero puede llegar a cargar hasta 60 kilogramos encima. Caminé casi toda Venezuela. Del artesano se tiene la imagen que tiene un aspecto excéntrico y siempre está tirado en el piso y es hippie, aunque no es lo mismo. Pero es así como aprendemos el contacto con la tierra, la Pachamama, ningún artesano del mundo trabaja sobre una mesa. Muchos denigran por esto, de los cultores y los artesanos», explicó.
Ella ha hecho zarcillos en bronce, combinados con piedras semipreciosas, hilo y alambre. Pinta y especialmente ha trabajado con arcilla, cuero y fue maestra cultural en la Escuela Ana de Zambrano Roa y el Liceo César Lizardo.
-Una artesanía es diferente para cada quien, mis manos dan forma a lo que mi mente imagina, pero lo que ves dependerá de las creencias particulares y tendrá un significado distinto. Por eso, su valor es tan relativo, explicó.
«La importancia de que esté, otra vez, un artesano frente a esta dirección, es que son puntos de vista diferentes, formas de expresión y necesidades diversas a las del artista de plástico y otras áreas. Yo quiero entregar a mi gremio los instrumentos legales de dignificación a los consejos organizados de artesanos, para que este oficio no se pierda en el tiempo», señaló Valera. (CNP 16.100)