Acarigua.- Con la presencia de monseñor Alberto Ortega Martín, nuncio apostólico del papa León XIV en Venezuela, el obispo de la Diócesis de Acarigua y Araure, monseñor Gerardo Ernesto Salas Arjona cortó la cinta inaugural de la nueva Casa Sacerdotal que servirá al clero de la localidad.
La Casa Sacerdotal lleva el nombre de monseñor Joaquín José Morón Hidalgo, en honor al primer obispo de esta diócesis llanera. Con una capacidad para diez sacerdotes, la moderna estructura cuenta con tres cuartos y una habitación de cuidados especiales.
El proyecto, diseñado y supervisado por monseñor Gerardo Salas, pudo ejecutarse gracias a la recaudación del bono diocesano, bazares y donaciones en los que la diócesis lleva 32 meses trabajando incansablemente y que hoy le permiten ver el sueño hecho realidad.

La Diócesis de Acarigua y Araure estrena nueva casa sacerdotal
Sillas de ruedas, camas clínicas, puertas y espacios habilitados para ingresar ambulancia y vehículos particulares, destacan en la moderna estructura que tiene un ambiente cálido y acogedor.
Los espacios cuentan con un área de formaciones permanentes, oratorio, sala, cocina, comedor y un amplio jardín, además de que ofrecen a los religiosos inmejorables condiciones para pasar los momentos de cuidados de salud o su avanzada vejez.
“Es un momento histórico para nuestra iglesia diocesana, para el clero, laicos, seminaristas y benefactores. En tiempos difíciles se cristalizan los sueños, solo es necesaria buena voluntad y confianza en Dios. Esta casa proporciona un lugar de descanso, cuidado y convivencia, para los que han dedicado su vida al servicio de la Iglesia, especialmente los que están en la etapa de retiro o necesitan cuidados especiales”, dijo Salas Arjona.

La nueva casa sacerdotal cuenta con cómodos espacios
Dijo, además, que desde su llegada ha estado la preocupación para dignificar los espacios de esta casa sacerdotal, donde finalmente se logró la remodelación de la curia diocesana, se adquirió la casa episcopal, se compró y se remodeló.
Por su parte, monseñor Alberto Ortega Martín resaltó la enorme bendición que representa tener un hogar para el presbiterio. “Los sacerdotes tienen un papel muy importante y especial; tienen un trabajo precioso en la sociedad y merecen cuidados en los momentos donde más se necesitan”, acotó.

El nuncio apostólico del papa León XIV acompaña a monseñor Gerardo Salas Arjona
Nota de prensa, Katharine Andrade Escalona (CNP 16.903)