Araure.- La escasez de agua, sin duda, se ha convertido en un drama para las familias que viven en las zonas más afectadas por el deficiente servicio público que, con el pasar de los años, no ha tenido solución alguna en casi todos los sectores de Acarigua y Araure, principalmente en los de bajo nivel económico.
En la populosa zona de Villa Araure, los habitantes de varios sectores se las ingenian para conseguir agua por todos los medios posibles, incluyendo en muchas ocasiones a niños que en lugar de estar disfrutando su infancia, pasan sus días ayudando a los padres o responsables a conseguir el tan preciado -y esquivo- líquido.
Con la escasez de gasolina, la cola de vehículos de la estación de servicio La Redoma sube hasta varias zonas de Villa Araure, donde conductores son testigos de una escena que no es nueva, pero que palpa las penurias de quienes no reciben agua de manera continua, como debería ser por derecho humano y obligación constitucional.
Niños de poca edad, si acaso unos ocho años, se pegan a la boca una manguera conectada a algún acueducto de la calle, para adsorber un poco de agua y vaciarla en tobos o pimpinas, así, hasta llenarlos de cuanto líquido sea posible para llevar a sus hogares.
En los últimos días se ha puesto en evidencia la realidad que viven los venezolanos, más allá del tema económico. Cada uno de los desgastados servicios ha ido empeorando y la creciente escasez de gasolina, ha coincidido con las constantes fallas y racionamientos eléctricos, el déficit de gas doméstico que parece estar comenzando y la eterna falta de agua en muchas zonas.
Esta semana fue anunciada la suspensión del servicio de agua por un lapso de cinco días, en varias zonas de Acarigua y Araure que se surten de la Toma de Captación Camburito. Sin embargo, usuarios aseguran que desde hace más tiempo no llega ni una gota de líquido a sus casas. “El problema es cada vez peor”, lamentan. (CNP. 18.867)