Acarigua.- Profesores y alumnos de la Escuela Técnica Industrial (ETI) «Simón Bolívar», ubicada en Acarigua, se declararon en emergencia ante el grave estado de la institución y decidieron iniciar una protesta pacífica, hasta que las autoridades gubernamentales “volteen la mirada” a ayudarlos.
Lilibet Rodríguez, egresada de la institución y docente activa, señaló que desde el pasado fin de semana comenzaron una protesta pacífica permanente en varios sectores de Acarigua-Araure, para llamar la atención de las autoridades, haciendo hincapié en la necesidad de recuperar la infraestructura y las condiciones mínimas para estudiar. Dijo que mantendrán un “pancartazo” durante los próximos días.
Por su parte, Carlos Sánchez, profesor y director de la escuela, manifestó que la ETI ha sido objeto de varios robos desde el 2020, agravándose tras la pandemia, al punto de que en la actualidad esta casa de estudios carece de mobiliario, cableado, equipos tecnológicos, maquinaria para las prácticas y baños operativos.
«Se han llevado motores, maquinaria. También se llevaron todo el cableado y hasta el banco de transformadores. Estamos como si estuviésemos iniciando, sin nada. Además tenemos una problemática bien grave en los talleres que no están operativos», dijo
Sánchez agregó que solo un baño se encuentra operativo y es utilizado tanto por estudiantes como el personal educativo. “Están inoperativos porque se llevaron toda la tubería de aguas blancas y los herrajes de las pocetas. Solo tenemos una toma de agua que está saliendo deficiente y se hizo el llamado a Aguas de Portuguesa (actual Hidrológica de Portuguesa) para restablecer el servicio y ha hecho caso omiso», alegó.
Recordó la importancia de la ETI Simón Bolívar, donde los jóvenes se gradúan de técnicos medios en tres menciones: mecánica automotriz, máquina y herramientas y electricidad. “No queremos que la escuela se pierda, por eso el llamado es a los entes gubernamentales, al gobernador Primitivo Cedeño, para que solucionen y den una mano a la institución», enfatizó.
Al menos 250 estudiantes y casi 100 profesores, es la matrícula que arropa a esta institución, próxima a cumplir sus 63 años. A pesar de la situación precaria, continúan formando y trabajando a media maquina, «esperando la ayuda de los entes competentes porque con una educación de calidad podemos avanzar».
Por Mireya Mireya Moya (CNP 18.050) y Mariangel Martínez (CNP 13114)
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