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¿Sabías que la segunda manifestación viva de María es la reliquia de la Coromoto?

Acarigua.- En el mundo solo hay dos reliquias de la Virgen María auténticas y originales: la de Guadalupe en México y la de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, que se encuentra justo en la ciudad de Guanare, Portuguesa, donde apareció hace 370 años.

El retrato que quedó en manos del Cacique Coromoto, la tarde del sábado, 8 de septiembre de 1652, durante la segunda visita de la Santa Virgen en tierras llaneras, más que una reliquia como por años le ha llamado la Iglesia católica y los fieles, es una Mariofania, es decir, “una manifestación viva de María Santísima” y guarda en ella muchos aspectos sobrenaturales.

Restauración

En el 2009, con la aprobación de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), la estampita que empuñó el indio Coromoto y que por años ha sido venerada por la población venezolana, principalmente por los devotos portugueseños, fue restaurada por un grupo calificado de peritos, ante el mal estado en que se encontraba.

Entre el 9 y 15 de marzo de 2009 realizaron el tratamiento de conservación y restauración de la Santa Reliquia, los expertos Pablo González, Carmen Díaz y Nancy Morella Jiménez, ésta última responsable de restaurar el Acta de Independencia de Venezuela. También les acompañaron José Luis Matheus, de la Fundación “María Camino a Jesús”, y el sacerdote Manuel Brito.

Monseñor Valero Ruz V, obispo de la Diócesis de Guanare, en una rueda de prensa que dio en esa ocasión, indicó que el proceso tardó solo cinco días, aunque se esperaba que fueran semanas, y se efectuó en un laboratorio instalado en el Santuario Nacional en Guanare.

“En todo el proceso de restauración la Providencia Divina nos sorprendió con intervenciones y manifestaciones sobrenaturales”, dijo y añadió que durante todos estos años, la imagen se ha conservado milagrosamente y asimismo fue restaurada.

Cultura aborigen

El análisis al retrato, que mide tan solo 2 centímetros de ancho por 2,5 cm de alto, demostró que todo el material es de la época de su aparición y de la cultura aborigen de la familia de los Cospes, por varios símbolos indígenas.

La corona de la Virgen y el Niño son típicamente indígenas, es un penacho y lo que se ve detrás como fondo de la imagen es el interior de una choza, según indagaciones realizadas por el antropólogo, Nemesio Montiel. Existe un tramado de aparentes cañas en la parte posterior de la imagen de la Virgen.

Aspectos humanos

Científicamente, los hallazgos en los ojos han causado sorpresa. Los expertos explicaron que los ojos de la Virgen, que miden menos de 1 milímetro, tienen presencia de iris y al observar en profundidad el ojo izquierdo tiene características de un ojo humano: se diferencia con claridad el orbe ocular, el conducto lacrimal, el iris y un pequeño punto de luz, donde se pudo observar una figura humana con características especiales. “Hasta ahora se pensaba que los ojos de la Virgen eran unos simples puntos”, advirtieron.

El rostro de María de Coromoto fue considerado hermoso y muy bien definido, según destaca la reseña del análisis.

En la parte inferior de la reliquia pueden verse con total claridad y perfección las manos de la Virgen que circundan al Niño Jesús y reposan sobre las orlas del vestido de éste. La imagen de la cara del Niño es como el rostro de carne humana, aunque presenta notables ausencias de información por falta de fragmentos.

Tiene PH neutro

Los restauradores detallaron, además, que el PH del agua donde se mantuvo sumergida la imagen por 18 minutos para ser desprendida del vidrio fue de 7, “es decir, un agua visiblemente amarillenta, verdosa, pero con un PH de pureza 100 % inexplicable”.

Pablo González, uno de los responsables del estudio, explicó que la reliquia estaba adherida en el papel y que se observan trazos perfectos. “Está firme, nítido y muestra suaves relieves, pero lo asombroso es que el papel no absorbió la tinta”.

“Para la época, solo existía la tinta china y al ser trazada en un papel algodón, similar a una servilleta, no solo se adhiere sino que se expande, cosa que no ocurrió con la imagen de la reliquia y que científicamente no tiene explicación”, expresó. El proceso de restauración fue documentado textual y gráficamente, y autorizado por la máxima representación de la Iglesia venezolana, bajo conocimiento del Vaticano. (CNP 245.482)

Con información de la Basílica de Coromoto

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Mariangel Moro Colmenárez

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