Salud

5 alimentos que no deben ir en la puerta de la heladera

Foto del avatar
Escrito por Redacción

Organizar correctamente los productos dentro de la heladera es fundamental para garantizar la frescura de la comida y reducir los riesgos para la salud en el hogar. Aunque resulte práctico colocar botellas, envases o productos que se utilizan con frecuencia en la puerta, esta costumbre puede tener consecuencias inesperadas para la duración y la seguridad de ciertos alimentos.

De hecho, según expertos citados por EatingWell, el área de la puerta es la zona más cambiante de la heladera y la menos apta para conservar productos sensibles.

La razón principal radica en las fluctuaciones térmicas que sufre la puerta. Cada vez que se abre y se cierra, se produce una entrada de aire caliente desde el exterior, lo que genera aumentos de temperatura breves pero repetidos a lo largo del día. Mientras que los cajones y los estantes internos mantienen el frío de forma más estable ―lo que ayuda a preservar mejor los alimentos―, la puerta está expuesta y pierde frío más rápidamente.

Por qué la organización interna del refrigerador es clave

Una correcta distribución de los alimentos permite sacar el máximo provecho a cada zona del refrigerador según sus condiciones de frío y humedad. Muchas veces, sin pensarlo, repetimos costumbres adquiridas por tradición familiar o por comodidad, pero no siempre resultan las más seguras para la salud.

Según USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), los alimentos de mayor riesgo de contaminación ―como los lácteos, los huevos, la carne y las aves crudas― requieren ambientes más fríos y estables para frenar la proliferación de bacterias y prolongar su duración.

Los estantes inferiores suelen estar destinados a los productos más sensibles, mientras que los más altos, que registran una temperatura ligeramente mayor, pueden destinarse a alimentos menos delicados.

Cuáles son los 5 alimentos que no deben ir en la puerta de la heladera

1. Leche: es muy sensible a los cambios de temperatura frecuentes en la puerta del refrigerador. Guardarla allí facilita el desarrollo de bacterias y acelera su descomposición. US Dairy recomienda colocarla en la parte trasera de la heladera, donde el frío se mantiene más constante y seguro.

2. Huevos: aunque muchas heladeras incluyen hueveras en la puerta, esta ubicación no mantiene la temperatura adecuada. Los huevos necesitan frío continuo para conservar su humedad y evitar la entrada de bacterias a través de la cáscara. La American Egg Board aconseja almacenarlos en su empaque original, en una repisa interna.

3. Carnes y aves crudas: requieren temperaturas bajas y estables. Sus jugos pueden contaminar otros alimentos si se derraman, y la puerta nunca brinda el frío necesario. Desde EatingWell sugieren usar las repisas inferiores del refrigerador para estos productos, dentro de recipientes herméticos.

4. Frutas y verduras: estos productos frescos precisan condiciones específicas de humedad y frío, ausentes en la puerta. La USDA recomienda utilizar cajones para conservar su frescura; en la puerta, frutas y verduras se pudren o pierden el sabor más rápido.

5. Queso: el queso necesita frío uniforme, sin exceso, para evitar que se seque o adquiera sabores indeseados. La USDA indica que debe guardarse en cajones destinados a quesos y fiambres, ubicados en la zona media o inferior del refrigerador, donde la temperatura es estable.

Por qué la temperatura es tan importante

La temperatura óptima de la heladera debe ser de 4℃ o menos. Mantener este nivel es crucial para evitar que bacterias potencialmente peligrosas encuentren un ambiente propicio para multiplicarse.

Durante el verano o en días de mucho calor, es importante vigilar que la temperatura no suba tras múltiples aperturas de la puerta. Además, es útil revisar regularmente la fecha de vencimiento de los productos y realizar limpieza frecuente en las bandejas y cajones internos. Esto ayuda a reducir el riesgo de contaminación y mantiene el ambiente libre de residuos que puedan acelerar el deterioro de los alimentos.

Qué productos sí pueden ir en la puerta de la heladera

No todos los alimentos se ven afectados por las variaciones térmicas de la puerta. Algunos productos que pueden almacenarse en esa zona sin riesgo son los condimentos (como kétchup, mostaza, mayonesa o salsa barbacoa), las bebidas no perecederas (jugos pasteurizados, gaseosas, agua) y los aderezos para ensaladas que no contienen lácteos. Estos alimentos cuentan con conservantes naturales o agregados que les permiten resistir mejor las oscilaciones de temperatura y tienen una vida útil más prolongada.

Claves para una heladera segura y eficiente

• Evitar el exceso de productos: Un refrigerador demasiado lleno impide la correcta circulación del aire frío, lo que genera zonas calientes y acelera el deterioro de alimentos.

• No guardar los alimentos calientes: Esperar a que alcancen la temperatura ambiente antes de refrigerarlos ayuda a mantener la temperatura interna estable y evita la formación de condensación.

• Mantener la puerta cerrada el mayor tiempo posible: Cada apertura implica una pérdida de frío y entorpece el correcto funcionamiento del aparato.

• Limpiar los estantes y cajones de la heladera regularmente: Prevenir la acumulación de migas, líquidos o restos de alimentos minimiza el riesgo de contaminación cruzada.

La elección del lugar adecuado para cada alimento dentro del refrigerador es decisiva para preservar la frescura y la seguridad alimentaria en el hogar. Evitar guardar productos delicados, como leche, huevos, carnes, frutas frescas y quesos, en la puerta es una medida simple pero eficaz para prevenir enfermedades y aprovechar al máximo el valor nutricional de cada alimento. Adoptar buenos hábitos de organización no solo reduce el desperdicio, sino que contribuye a una alimentación más segura y saludable para toda la familia.

Infoabe

Acerca del autor

Foto del avatar

Redacción

Deja un comentario