El mal hábito de orinar mientras se ducha, se ha integrado a la rutina matutina de millones de personas en todo el mundo y parece inofensivo. Lo cierto es que tiene un inconveniente que a la larga puede pasar mucha factura, y es que además de vaciar la vejiga, también sirve para decirle al cerebro que debe liberar orina cada vez que escuche correr el agua.
Así lo ha explicado la uroginecóloga Teresa Irwin: “No quieras hacerlo cada día porque lo que sucede es que, cada vez que escuchas el sonido del agua, tu vejiga va a querer orinar, porque está acostumbrada a escuchar el sonido del agua en la ducha”, señala en un video.
De este modo, la uroginecóloga asegura que “cada vez que te laves las manos, laves los platos, tu vejiga estará salivando, por así decirlo, porque quiere ir a orinar”, señala para concienciar a las personas del riesgo que tienen estos hábitos aparentemente inocentes, tanto en hombres como en mujeres.
No es la primera vez que alguien advierte de este hábito. El año pasado la Dra. Alicia Jeffrey-Thomas, terapeuta del suelo pélvico, aseguró en su cuenta que “si orinas mientras el agua corre, estás creando una asociación en tu cerebro entre el sonido del agua corriendo y tener que orinar”, mientras añadía: “Sin un piso pélvico fuerte, esto podría generar algunos problemas de fugas cuando escuchas el agua corriendo fuera de la ducha”.
Por eso mismo, ambas doctoras recomiendan coger el hábito de orinar en el retrete antes de meterse en la ducha y si las ganas vuelven a venir debajo del agua lo mejor es evitar el impulso y esperarse hasta cerrar el grifo para así, poco a poco, educar de nuevo a la vejiga.
