La memoria es vital en las personas. La utilizamos para cualquier momento, ya sea para trabajar, socializar, estudiar o aprender. Por ello es importante mantener la mente activa y entrenarla. Siempre.
No obstante, cada vez es más complicado concentrarse y recordar información en un mundo con cambios constantes. Así pues, para mejorar la memoria son importantes las vitaminas, que se obtienen a través de una alimentación equilibrada.
Estas son algunas de ellas:
Vitaminas del grupo B
Las vitaminas del grupo B son básicas para la memoria y la concentración. Permiten establecer uniones sinápticas con las neuronas, se adaptan a situaciones de estrés y exigencias del organismo.
Las vitaminas B1, B12 y B6 contribuyen a reducir la homocisteína, cuyo exceso daña los finos vasos sanguíneos del cerebro, afectando la memoria y el rendimiento cognitivo, según medios especializados como Healthline.
La B6 ayuda contra la fatiga mental. Estas vitaminas para la memoria son especialmente conocidas por mejorar la energía, la atención y la agudeza mental. Las vitaminas del grupo B están en alimentos como las legumbres, el pescado, la carne, los huevos, los lácteos y las verduras de hoja verde.
Vitamina C y la memoria
La vitamina del grupo C ayudan a prevenir el deterioro cognitivo al producir neurotransmisores como la dopamina que participa en funciones de atención y respuesta ante los estímulos. Además, posee propiedades antioxidantes que evitan la degradación de las neuronas que contribuyen a su comunicación.
Los alimentos ricos en vitamina C son el pimiento rojo y el pimiento verde, los kiwis, el brócoli y las fresas.
La D y E
La vitamina D interviene en las funciones nerviosas y en el sistema inmunitario. Se obtiene principalmente a través de la exposición al sol y de alimentos como el pescado azul (salmón, atún y caballa), hígado de ternera y queso.
La vitamina E ha sido demostrado en varios estudios que favorecía el rendimiento cognitivo, aumentando la concentración o la memoria.
Además, protege las células del estrés oxidativo, siendo el cerebro sensible a los radicales libres. Alimentos ricos en esta vitamina: semillas de girasol, frutos secos, espinacas y kiwi.
El Nacional