Si siente que no descansa bien por las noches, puede que la solución esté en lo que come. La alimentación y el sueño están más conectados de lo que imagina, y hacer pequeños cambios en la dieta podría ayudarle a dormir mejor. Un estudio reciente ha encontrado dos claves alimenticias que pueden mejorar la calidad del descanso nocturno.
Una investigación publicada en la Revista de Investigación Médica analizó datos de dos apps populares: ASKEN» (para llevar un registro de lo que come) y Pokémon Sleep (para medir cómo duerme). Tras estudiar a 4.825 usuarios, los científicos descubrieron dos claves alimenticias para dormir mejor.
Comer más proteínas: esto se relaciona con un sueño más largo y reparador. Esto se debe a que las proteínas ayudan a producir serotonina y melatonina, hormonas que regulan el sueño. En ese sentido, es recomendable sumar a su dieta alimentos como pollo, pescado, huevos, legumbres y frutos secos.
Aumentar el consumo de fibra: según el estudio, las personas que comían más fibra no solo descansaban por más tiempo, sino que también se dormían más rápido y tenían menos despertares nocturnos. Esto se debe a que la fibra ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre y reduce la inflamación, lo que mejora la calidad del sueño. Así que no olvide incluir en su dieta frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
Hábitos que pueden afectar la calidad del sueño
De acuerdo con la investigación publicada en la Revista de Investigación Médica y realizada en Japón, también existen aspectos de la dieta que pueden interferir con el descanso. El estudio encontró que consumir demasiadas calorías o mucha sal está relacionado con un sueño más corto y más interrupciones nocturnas. Es decir, mejor evitar los ultraprocesados y los snacks salados si quiere descansar bien.
En resumen, si quiere dormir mejor, apueste por una dieta equilibrada con más proteínas y fibra, y evite el exceso de calorías y sodio.
GDA
