En un movimiento sorpresivo que contrasta con sus recientes resultados financieros positivos, el gigante tecnológico Microsoft anunció este martes una significativa reducción de su plantilla global. Esta afectará aproximadamente al 3% de su fuerza laboral.
La decisión, que según informes de medios locales implicará la pérdida de al menos 6.000 puestos de trabajo, impactará a empleados en todos los niveles, equipos y geografías de la compañía.
«Estamos implementando los ajustes organizativos necesarios para asegurar que Microsoft esté óptimamente posicionada para prosperar en un mercado dinámico y en constante evolución», declaró Pete Wootton, portavoz de la empresa, a publicaciones especializadas.
Wootton añadió que uno de los objetivos clave de esta reestructuración es la optimización de la estructura jerárquica mediante la reducción de los niveles de gestión.
¿Una crisis recurrente en Microsoft?
Esta ola de despidos representa el mayor ajuste de personal en Microsoft desde la eliminación de 10.000 empleos en 2023, lo que subraya la magnitud de la actual reconfiguración interna.
Con una plantilla global que ascendía a 228.000 empleados a finales de junio del año pasado, el recorte del 3% tiene un impacto considerable en la moral y la estabilidad laboral dentro de la empresa.
Si bien Microsoft ya había implementado ajustes de personal a principios de este año, afectando a menos del 1% de su plantilla y basados en evaluaciones de rendimiento, el portavoz Wootton enfatizó que los despidos anunciados hoy responden a una lógica organizativa más amplia y no están vinculados a criterios de desempeño individual.
El efecto Trump
La noticia de estos despidos llega poco después de que Microsoft publicara resultados financieros del primer trimestre que superaron las expectativas del mercado, acompañados de un pronóstico optimista para el futuro cercano.
Estos sólidos resultados habían logrado disipar las preocupaciones de los inversores ante la persistente incertidumbre económica, exacerbada por las políticas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump.
La aparente contradicción entre un rendimiento financiero robusto y una reducción de personal de esta escala genera interrogantes sobre la estrategia a largo plazo de Microsoft y las presiones que enfrenta en un entorno tecnológico competitivo y en rápida transformación.
AFP