Acarigua.- “El Señor nos llama a ser instrumentos sanadores para nuestro prójimo, desterrando odios, la mentira, el egoísmo e interés personal».
Este fue el mensaje central de la homilía pronunciada por monseñor Gerardo Salas Arjona, obispo de la Diócesis de Acarigua-Araure, en el marco de la misa crismal del Jueves Santo, celebrada en la parroquia Catedral Nuestra Señora de la Corteza.
En un ambiente revestido de profunda fe cristiana, tuvo lugar la santa misa crismal, donde en primer lugar, los sacerdotes que conforman las 26 parroquias de la Diócesis, renovaron junto al obispo, sus promesas sacerdotales, comprometiéndose a continuar su labor como servidores de Dios.
De igual manera, se cumplió con la bendición de los óleos y consagración del santo crisma.
Ahondó el prelado, en las sagradas escrituras, manifestando que tanto en la primera como la segunda lectura, al igual que en el ebangelio, el Señor nos recuerda que su espíritu está sobre y con nosotros, para llevar la buena nueva a los pobres.
Asimismo, el Señor invita a la oración, a discernir y caminar juntos en forma sinodal, de manera que volvamos a poner al espíritu santo en el centro de la iglesia, tal como lo promueve el papa Francisco.
Este día, de la bendición de los óleos, también fue propicio para pedir por la salud física, mental y espiritual de todo el pueblo católico.
La ceremonia culminó con la entrega de los óleos sagrados a los comisionados de las diversas parroquias asistentes y a la recepción de los sobres de la Campaña Compartir 2024, destinada a la protección de personas vulnerables.
En este marco, fueron llamados los sacerdotes de las diferentes parroquias para sellar el compromiso de salvaguardar y proteger los espacios de abusos contra los niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables, para lo cual se creó la Comisión Diocesana para la cultura del buen trato, prevención y salvaguarda de los niños, adolescentes y adultos vulnerables.
También se abordó la oficina diocesana de recepción y transmisión de denuncias de abusos, a tono con la preocupación del papa Francisco, ante la situación que afecta a la iglesia en el mundo, para lo cual ha insistido diciendo «tolerancia cero».
Vía: Prensa Catedral (Mayami Alvarado CNP 4.655)