La carrera por la Presidencia en México está por llegar a su fin. El país está a puertas de tener las elecciones más grandes de su historia, enmarcadas por la violencia, el poder del voto joven y la posibilidad de, por primera vez, tener a una mujer como presidenta.
Además de su magnitud, estos comicios se han caracterizado por la violencia que vive México durante el periodo electoral. Prueba de ello es que en Chiapas, estado del sur del país, más de 100 centros de votación no abrirán y el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) tomó la decisión de suspender las votaciones por motivos de seguridad en los municipios de Chicomuselo y Pantelhó, en el mismo estado.
A su vez, en el municipio de Izúcar de Matamoros (Puebla), en plena veda electoral, fue asesinado el candidato Jorge Huerta del oficialista Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Sobre esta violencia sin precedentes, el Gobierno reconoció el 28 de mayo el asesinato de 22 candidatos, pero organizaciones independientes dan cuenta de una cifra más alta: Data Cívica, con 31 reportados; Causa Común, con 32; y 34 de acuerdo con la consultora Integralia, que sube la cifra a cerca de 250 homicidios políticos al incluir a asesores, funcionarios, familiares y víctimas colaterales.
En diálogo con la agencia de noticias EFE, Armando Vargas, consultor sénior de Integralia, señaló que “esta ha sido la elección más violenta en la historia moderna del país».
Por su parte, la Secretaría de Marina (Semar) informó que, ante este violento contexto, serán desplegados 27.245 elementos de las Fuerzas Armadas para el operativo de seguridad de las elecciones, que se sumarán a los 233.543 que ya están activos en tareas de seguridad pública.
Elecciones mexicanas: de una magnitud semejante a su importancia
Los comicios de este 2 de junio en México son los más grandes en su historia. Lo son, ya que más de 98 millones de mexicanos y mexicanas están llamados a las 170.000 urnas a lo largo del país para ejercer su derecho al voto. De esta manera, serán renovados más de 20.000 cargos; entre ellos la Presidencia, 500 diputados, 128 senadores, 9 gobiernos estatales, incluyendo Ciudad de México.
A pesar de que el actual jefe de Estado, Andrés Manuel López Obrador, no puede optar a la reelección, tiene sus esperanzas puestas en la candidata de su partido (Morena), Claudia Sheinbaum. Con ello, López Obrador espera que la “cuarta transformación” –nombre con el que se conoce su proyecto político– tenga continuidad por seis años más.
Así lo señala, William Jensen, asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), quien afirma que «hay mucho en juego, pero sobre todo el saber si las políticas de López Obrador, en temas como militarismo, energía, economía y seguridad, trascienden a su sexenio (2018-2024)».
No obstante, en esta carrera por el Palacio Nacional mexicano la oposición mexicana ha apostado por Xóchitl Gálvez, representante de una alianza de partidos que ya estuvieron en el poder: Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI), además del de la Revolución Democrática (PRD) del que fue parte López Obrador.
Y aunque todo indica que México, una de las economías más importantes de América Latina, tendrá su primera mujer al mando, en la contienda también está Jorge Álvarez Máynez, representante del partido Movimiento Ciudadano. De 38 años, Máynez no pierde la fe y espera poder vencer a la “vieja política” gracias a su apuesta por el voto joven.
México: de cara a tener la primera presidenta
Una de las mayores particularidades de estas elecciones es la posibilidad de que México tenga por primera vez a una mujer como jefa de Estado. Un escenario que hasta ahora pudo ser realidad.
Según Helena Varela, politóloga de la Universidad Iberoamericana, “hace muy pocas décadas la presencia de las mujeres en la arena política era mínima. El hecho que ahora estemos hablando de este tema, considerando que una mujer nos gobernará como presidenta de la república, sí es un avance muy importante”, dijo Varela.
De llegar a ser un hecho, uno de los mayores retos de la próxima mandataria será contrarrestar los altos índices de violencia machista y en contra de las mujeres mexicanas.
Al respecto, varias organizaciones civiles cuestionaron el pasado 22 de mayo la falta de propuestas de las candidaturas presidenciales para hacer frente a la violencia contra las mujeres en México, que, según afirman, sigue en aumento.
Por ejemplo, la Red Nacional de Refugios (RNR) advirtió en un comunicado de la «invisibilización» de la violencia machista «en las agendas políticas gubernamentales y en las propuestas» de aspirantes a la Presidencia.
El documento afirma que “las autoridades del Gobierno en turno y la candidata (del oficialismo, Claudia Sheinbaum) a la Presidencia, insisten en asegurar que hay una baja en los feminicidios y en la violencia contra las mujeres. Sin embargo, la realidad de quienes acompañamos a las víctimas es otra».
El recuento que hace RNR señala que en los primeros cuatro meses de este año subió un 27% el ingreso de personas a refugios para atender a mujeres víctimas de violencia y sus familias. A su vez, el informe también cita que en 2023 se registraron 848 feminicidios en México, con un total de 4.892 durante los seis años de mandato de López Obrador, de acuerdo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Así las cosas, si México obtiene después de este domingo su primer Gobierno liderado por una mujer, está por verse el accionar de la Presidenta durante los próximos seis años frente a la violencia contra las mujeres.
Con EFE, Reuters y medios locales
