Acarigua.- Como todos los años, la Fundación Raúl Alfredo Silva Amigos contra el Cáncer, en Acarigua, reunió y festejó a los niños que beneficia y a sus familiares, en su tradicional fiesta navideña, en la que que todos comparten, se conocen y disfrutan con gran emoción.
“¡Qué alegría inmensa ver sus caritas iluminadas y llenas de ilusión! Hoy es un día especial, un día para celebrar la vida, la esperanza y la magia de la Navidad juntos, como una gran familia, en la Fundación RAS. Cada uno de ustedes es un campeón, un guerrero y una luz que nos inspira a diario. Su fuerza y sus sonrisas son el mejor regalo de Navidad que podemos recibir. Hoy no hubo tratamiento, ni preocupaciones; solo hay risas, juegos, regalos y mucha diversión”, expresó Norlys Silva, presidenta de la organización y madre de Raúl Alfredo Silva.
-Queremos que este día brille tanto como las luces del árbol —agregó— y que la magia de esta época llene sus corazones de alegría y paz ¡Esta fiesta es para ustedes, para que disfruten, jueguen y se sientan amados! Bienvenidos al hogar de la mágica esperanza, afirmó.
En esta celebración, reunieron a niños y madres de Acarigua y Barquisimeto, pacientes de los hospitales Pastor Oropeza y Agustín Zuvillaga, que recibieron obsequios y disfrutaron de un gran show con Santa Claus, música y juegos.
Silva agradeció a los “padrinos mágicos”, esas personas que con amor colaboran durante todo el año, hacen posible esta obra benéfica y la celebración especial. Este año, además, les acompañó el personal de Comercial De Jesús y recibieron un útil donado por la Clínica Santa María, como muchas empresas que se van sumando para alegrar corazones.
“¡Gracias por ‘vestir la esperanza’ queridísimos madrinas y padrinos mágicos! Extendemos nuestra más profunda gratitud por la increíble generosidad que han demostrado con su valiosa donación de ropa para nuestro Bazar Navideño. Este año, gracias a su inmenso corazón, este bazar se ha convertido en un espacio de entrega gratuita y directa, donde cada niño y cada familia puede seleccionar, sin costo alguno, ropa nueva o usada en excelente condiciones”, señaló Norlys emocionada.
Indicó, además, que la donación proporcionó alivio económico a las familias que tienen gastos médicos elevados, ofreció dignidad y confort a los pequeños valientes, y llenó de alegría y esperanza los corazones en la temporada decembrina. “Su bondad es un regalo invaluable”.
En medio de esa alegría tres niñas tocaron la campana que anuncia el final de su tratamiento oncológico y la recuperación plena de su salud. Un momento de gran significado para cada uno de los presentes, que esperan con anhelo. (CNP 16.100)

