Acarigua.- Un remanente de casi 30 mil toneladas de frijol que no se pudieron exportar el año pasado, podría interferir en la comercialización de la cosecha del ciclo norte-verano 2022-2023, así como en el precio que ronda los 0,35 centavos de dólar por kilo, cantidad inferior en comparación al inicio de la venta del año anterior, ubicada en $0,50 a nivel de productor.
En el 2022, Venezuela rompió récord en la producción de frijol, con la siembra de 80 mil hectáreas. Sin embargo, para este ciclo hubo una caída de 20 %, estableciéndose menos de 60 mil ha., entre los estados Barinas, Portuguesa y Cojedes.
«El frijol pasado no se exportó en su totalidad, quedó un inventario que está siendo mengua con la comercialización de este año e interfiere para que el producto no tome mejor precio», explicó Ramón Elias Bolotin, director de oleaginosas de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro).
Para el experto, existen tres problemas que afectan la producción: la comercialización, falta de financiamiento y los bajos rendimientos que alcanzan solo los 800 kilos, cuando en otros países sobrepasan los 2 mil kilos por ha.
«El sector privado se preocupa por reactivar el campo venezolano. En este caso, se promovió un día de campo en el que se trata que estos tres factores confluyan y le busquemos soluciones», comentó.
Exportación
El 98 % de la producción de frijol en el país se dirige al mercado de exportación. Sin embargo, cuando queda algún remanente -como pasó el ciclo pasado- los agricultores no pueden comercializarlo a nivel interno por una medida del Gobierno nacional.
«Esa medida del Gobierno en cuanto a la prohibición del frijol como producto de las cajas Clap, debió ser una medida transitoria y no definitiva. Los agricultores pedimos se derogue esa acción, puesto que además de drenar ese excedente no exportable, sería una solución para muchas familias de bajos recursos en acceder a una proteína de calidad como lo es el frijol», indicó Bolotin. (CNP 18.050)
