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Raquel Castillo: 44 años dedicados en cuerpo y alma a la enseñanza de la música clásica

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Escrito por Beatriz Quintana

Guanare.- El Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela le dio un vuelco a la vida de muchos niños talentosos, poniendo en su camino oportunidades que de otra manera ni siquiera hubiesen soñado con disfrutar.

Una jovencita oriunda de un pueblito llamado San Nicolás, que cantaba música llanera, se inscribió para formar parte de una orquesta, sin tener la menor idea de dónde se había metido. Imaginó que sería algo así como «Los Melodicos», pero no. Para Raquel Castillo estaba reservado un destino maravilloso que la llevaría a codearse con los mejores músicos de Venezuela y otros tantos de fama internacional.

«Me imaginé cantando música bailable, fuí, me inscribí y al llegar allá ¡Uff! ¡Qué decepción! la cosa era una orquesta sinfonica, un mundo totalmente desconocido para mí. Allí me quedé porque al final, cuando te gusta la música, puedes enamorarte de cualquier género que te aporte satifacciones».

-Vengo de una familia muy humilde de agricultores y de no haber sido porque «El Sistema» llegó a mi vida, quizá jamás hubiese estudiado una licenciatura en música ni conocido de cerca a tantos maestros de música de relevancia nacional e internacional», asegura.

En el año 1979, inicia sus estudios musicales a nivel académico en el Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, núcleo Guanare, y, en 1990, ingresa por concurso a la Orquesta Sinfónica de los Llanos (OSLL), obteniendo el puesto de violonchelista principal y donde, además, integra la Orquesta de Cuerdas, dirigida por el maestro Roberto Zambrano.

Fue profesora de violonchelo de los núcleos Guanare, Barinas y Apure, así como también de Lenguaje Musical, Música de Cámara y directora musical de la Orquesta Juvenil e Infantil del Núcleo Guanare, y, en el año 2000, es nombrada directora general.

Fue también, de alguna manera, la madre de todos los jóvenes que con apenas 12 o 13 años llegaban desde Barinas o Acarigua para formarse musicalmente y que quedaban bajo su responsabilidad. Hoy, muchos de ellos, llevan el nombre de Venezuela por el mundo.

Cuando se va a un concierto la audiencia escucha el resultado, pero detrás hay un trabajo arduo de meses, inclusive, de muchos años, que se logra a través de esos maestros insignes como Raquel.

Ha recibido multiples reconocimientos por los diferentes entes gubernamentales y privados del país, por su aporte artistico y musical en pro de los niños y adolescentes del estado Portuguesa. Es Licenciada en Música egresada del Instituto Universitario de Estudios Musicales (IUDEM) y Magister en Liderazgo y Gerencia Educativa de la Universidad Fermín Toro.

Actualmente, se desempeña como profesora de violonchelo del Conservatorio de Música Simón Bolívar, extensión Portuguesa; es la directora artística de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Portuguesa «José Antonio Paéz«, y, desde el año 2008, gerente estadal de «El Sistema» Portuguesa.

De San Nicolás

La destacada violonchelista nació en San Nicolás, estado Portuguesa en el año 1962. Incursionó en el campo de la música a los 12 años, como cantante de música folklorica y participó en diversos festivales regionales como: El Festival de la Voz Liceísta, I Festival Artistico del Liceo Unda, Festival de la Voz del Llano, Festival la Reina del Folklor, entre otros a nivel regional y nacional.

Un don que ha sido opacado por el violonchelo, pero que confiesa sigue cultivando. «Canto como hobby en mi casa y en parrandas de familiares y amigos, hace mucho tiempo que no lo hago publicamente, aunque me gustaría hacerlo nuevamente», confiesa.

Su primer instrumento fue el cuatro que aprendió a tocar en el Ateneo Popular de Guanare, con el maestro Rómulo Legones.

En el año 1979 no sabía qué era una orquesta sinfónica. Un día pasé frente al Centro de Cultura ‘Carlos Emilio Muñoz Oraá’ y había un aviso que decia: ‘Inscripciones abiertas para la Orquesta Juvenil de Guanare’, fue muy gracioso porque sí soñé estar en una orquesta pero bailable -cuenta sonriente-, una vez que conocí la orquesta sinfónica me enamoré de ese mundo maravilloso que es la música académica y que una vez que se aprende bien, te da herramientas para interpretar cualquier género musical».

Cambió su vida

“El Sistema” cambió totalmente su vida. Pasó de ser una adolescente cantante de música llanera amateur a ser violonchelista de una orquesta sinfónica. Le dio la oportunidad de formarse como músico académico, formar a otros y conocer casi toda Venezuela, hasta viajar a otros paises

«El Sistema’ transforma vidas porque a través de la práctica colectiva de la música se inculcan valores positivos que redundan en que uno quiera ser una mejor persona y quieras dejar un legado que también ayude y transforme positivamente a las generaciones que uno forma en este transitar por el mundo de la música», señala.

El estuche como cuna

Fue evolucionando junto a sus hijos y cuenta que creció con ellos porque los tuvo muy jovencita. «No me arrepiento de ello, pero no recomiendo ser madre tan jóven porque te saltas muchas etapas, así que maduré junto a ellos, los crie casi que en un escenario. De bebés dormían en el estuche del violonchelo, mientras yo estudiaba o ensayaba con la orquesta».

Como Acuarius, Galaxia y Aries fueron unos niños criados totalmente en un ambiente de música. Pasaban más tiempo en la sede de la orquesta que en la casa, por eso no le sorprendió cuando a la edad de 10 años ya ejecutaban muy bien los instrumentos que decidieron estudiar y también entraron por concurso a la primera generación de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela. Acuarius en la percusión, Galaxia del Universo el arpa clasica y Aries, el menor, tocó varios instrumentos en la orquesta pero, al final, se decidió por el mundo audiovisual. Los tres ya casados, formaron su familia.

«Una familia de músicos es una locura. Imagínate tener una orquesta en casa, tiene un lado hermoso, pero otro complicado. Hubo momentos en que todos teníamos compromisos artistícos importantes. En una oportunidad Acuarius y yo estábamos tocando de solista el mismo día, él en Caracas con la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela y yo en Guanare con la Sinfónica de los Llanos, así que ese día no pude estar en su concierto para apoyarlo. No podíamos pasar vacaciones juntos porque todos teníamos compromisos con orquestas distintas», comenta.

Una historia bonita

Un músico es un solo ser con su instrumento, y ambos se dan vida mutuamente. Raquel quería como la mayoría estudiar violín, quizás porque es el instrumento más conocido, pero después que empezó a estudiar el violonchelo se enamoró de su hermoso sonido, grave, dulce y melancólico a la vez, asegurando: «definitivamente el instrumento me escogió a mí».

Desarrollar La Orquesta de Guanare desde cero fue una época maravillosa. Allí pasó por todas las etapas: estudiante en la cátedra de violonchelo, profesora de lenguaje musical, violonchelo, directora musical de la Orquesta Juvenil e Infantil, directora del Núcleo Guanare y en ese cargo tenía responsabilidades musicales, académicas, artisticas y gerenciales y afirma, que esta última la preparó para asumir el cargo de gerente estadal del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles en el estado Portuguesa.

«Tuve la oportunidad de formar varias generaciones de violonchelistas. Daba clases en San Fernando, Apure, Barinas y Guanare, semanalmente viajaba a dar clases en esos tres sitios. Cuando recuerdo esa etapa de mi vida me pregunto ¿De dónde sacaba tanta energia para hacer eso? La respuesta es: amaba dar clases y sentía pasión por ello y estaba jóven y sana, a Dios gracias».

Dirección de orquesta

Pasó a ser directora de la Orquesta Juvenil e Infantil de Guanare en 1998, tarea junto al profesor Alcides Rodríguez, clarinetista que actualmente vive en Estados Unidos y es reconocido mundialmente. Él se encargaba de realizar los talleres y ensayos con la sección de los vientos y la percusión.

«Yo hacía los ensayos con la sección de cuerdas y compartíamos la dirección, unas obras musicales él y otras yo. En 1999, él se fue a estudiar en una universidad en EEUU, y seguí dirigiendo la orquesta, esta vez, conjuntamente con el excelente flautista Marcos Jerez, quien también se fue a estudiar en la universidad de Texas», contó.

Finalmente, en el año 2000, se quedó sola al frente de todo el núcleo Guanare, hasta el 2018.

Su mayor reconocimiento es el triunfo de los cientos de niños y jóvenes que han estado bajo su formación en La Orquesta

Reconocimiento

«He recibido muchos reconocimientos y condecoraciones, pero para mí la más importante es el cariño y el amor que recibo de los niños y jóvenes que he formado musicalmente. Verlos triunfar y tener éxito en los escenarios del país y del mundo, es para mí el reconocimiento más importante. Cada vez que un niño que pasó por el Sistema de Orquesta de Portuguesa gana un concurso para ingresar a una orquesta profesional o una beca para estudiar música en una universidad dentro o fuera del país, para mí ese es el mayor reconocimiento que puedo lograr como maestro de las generaciones de relevo. Ahí dices: ‘Valió el esfuerzo, valió la pasión y el amor entregado”.

Satisfacciones

Indica Raquel que la práctica colectiva de la música en las orquestas juveniles e infantiles de nuestro país es de suma importancia porque ofrece a los niños y jóvenes herramientas para ser ciudadanos de bien, los enseña a ser exitosos, fomenta valores como la disciplina, la puntualidad, responsabilidad, solidaridad, el trabajo en equipo, que van implícitos en el día a día que vive cada niño y joven que hace vida musical en las orquestas de “El Sistema” y que les serán de utilidad siempre.

«Me llenan de orgullo los que han logrado fama internacional como Enluis Montes, excelente director de Orquesta, asistente de Gustavo Dudamel en algunos proyectos; también Aristides Rivas, Rafael Gimenez, grandes violonchelistas; Enna Infante y Juana Diaz excelentes maestras del vilonchelo. Enna aquí en Portuguesa y Juana en EEUU, esta última especialista en enseñar el chelo a niños en edad temprana. Por hablarte de algunos. Pero también de quienes decidieron seguir su camino en otras carreras como la medicina, ingenieria, derecho, informatica, lo importante es cómo la música impactó sus vidas; y desarrollaron la constancia para el logro de sus metas”.

Raquel trabajó de la mano del maestro José Antonio Abreu

Dice, sin embargo, que su logro más grande es como madre. “Haber criado tres hermosos seres humanos, estudiosos, humildes, nobles, generosos, empáticos, comprometidos con su entorno, excelentes padres de familia. Miro hacia atrás y veo todo lo que hemos logrado evolucionar como Sistema de Orquestas de Orquestas. Ha sido un progreso tan significativo a nivel nacional, internacional y ahora mundial que me llena de mucha satisfacción haber sido integrante fundadora del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela en Guanare de haber trabajado de la mano y bajo la tutela del maestro José Antonio Abreu, fundador de esta grandiosa obra social».

La Raquel que mira y recuerda cuánto tuvo que posponer, reflexiona sobre aquellas cosas que quiso lograr:

«Fuí invitada por varios maestros de violonchelo a participar en cursos de verano en España e Italia y no pude porque pensaba ¿cómo consigo esto y aquello o con quién dejo a mis hijos las semanas que estaré por allá? Quizá en ese momento me enfocaba más en los obstaculos que en la posibilidad de asistir a un curso internacional. Cambiaría haber sido tan pasiva. La Raquel de hoy hubiese puesto más énfasis y energía en participar en cursos internacionales de vilonchelo, eso hubiese sido una gran oportunidad», expresa.

¿Tu experiencia más recordada?

-Haber participado en el concierto para obtener el «Record Guinnes de la Orquesta Más Grande del Mundo», un evento sin precedentes en el país. Estar ensayando, tocando con más de 12.000 músicos, es una experiencia increible,

¿Tu gran sueño?

-Que en Portuguesa podamos contar con un coro y una Orquesta Sinfónica profesional que sea bien remunerada como lo merece todo músico. Que el Gobierno de Portuguesa construya un teatro igual o mejor que el ‘Teresa Carreño’ de Caracas, donde todos los artistas de la región puedan mostrar y expresar su talento artístico, un teatro donde los músicos formados en el Sistema Portuguesa puedan realizar la puesta en escena de música, teatro y ballet.

Tu mensaje para todos los jóvenes

-Hay que tener un proposito en la vida. Una vida sin un proposito es vacia e inútil. Deben descubrir cuál es su pasión en la vida y una vez que lo tengan claro trabajar y prepararse para lograrlo ¡Siempre hay que estar preparado para cuando la oportunidad llegue!

(CNP: 16.100)

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