Acarigua.- La falsificación de productos para uso agrícola es altamente perjudicial en diversos aspectos, de allí que, ante la detección de esta posible práctica, la empresa Agrollano, desarrolló una serie de indicativos e información, para frenar su comercialización y aplicación en la siembra.
Mayra Correa, gerente comercial de esta empresa dedicada a proporcionar al agricultor y ganadero venezolano una completa línea de productos agroquímicos, fertilizantes y semillas a través del uso de tecnología de punta, informó que se ha registrado, en varios estados del país, una alerta de la existencia de productos de dudosa procedencia, lo que les lleva a advertir los problemas económicos, ambientales, sanitarios, y hasta legales, que implica el uso de cualquier insumo no garantizado.
Correa especificó que el herbicida Potreron, es uno de los que se ha falsificado.
«Éste es un agroquímico utilizado para eliminar malezas de hoja ancha en un cultivo o pastizal. La aplicación de sustancias diferente a su composición química, significaría una gran afectación tanto en la planta como en la superficie», advirtió.
Dijo que como empresa buscan contribuir al fortalecimiento y desarrollo de la producción agrícola y ganadera nacional, para que cumpla estándares adecuados de calidad.
-Queremos educar especialmente a nuestros agricultores para que conozcan el costo real de la falsificación, y no caigan en una práctica 100% nociva”, enfatizó.
En tal sentido, destaca que, en general, el precio es uno de los indicadores que marcan un producto como falso, además de su presentación, ya que cada fábrica tiene envases de capacidad específica, por razones estudiadas.
“Un agroquímico falsificado es un producto que no garantiza los atributos de calidad que ofrece el fabricante, ni posee su respaldo comercial. Por ejemplo, en el Grupo Agrollano para que el producto original llegue, tal cual como sale de la fábrica, sellamos los envases por inducción, las etiquetas tienen lotes propios vinculados a las órdenes de producción, las cajas se identifican con el logo de la planta y con etiqueta codificada, todo para garantizar calidad y seguridad”, reiteró.
Correa detalló que el comercio ilegal de insumos agrícolas comprende; productos sin registro, falsificados, adulterados, reenvasados, de contrabando, robados, y con ello, todas las consecuencias que esto genera. De allí que hizo énfasis en la necesidad de que los agricultores asuman la responsabilidad de producir calidad y bienestar, y para ello es fundamental trabajar con empresas de reconocida producción y solvencia.
Explicó algunas consecuencias y riesgos de obtener productos falsificados o de dudosa procedencia. En el ámbito económico se puede presentar una doble inversión, en cuanto a la calidad, baja o limitada efectividad del producto, falta de garantía del fabricante original, entre otros.
Por Redacción Portuguesa Reporta
