Acarigua.- Se acerca el último día del 2024 y como todos los años, los portugueseños se preparan para cerrar ciclos y dar la bienvenida a nuevas oportunidades. En muchos hogares, desde ya, se preparan para practicar rituales, como lo dice la tradición.
Desde el uso de velas blancas, rojas y doradas para la cena del 31; sacar la maleta y recibir el año con billetes en la mano hasta las doce uvas y la ropa interior amarilla, son parte de los rituales que hacen las familias en Navidad.
Berta Zambrano, junto a sus dos hijas, residentes de Acarigua, señalaron que ya compraron la ropa interior amarilla. Expresó que desde niña se pone sus pantis de este color, para la prosperidad y abundancia.
Por su parte, Valentina Camacho expresó que su familia acostumbraba a comer las doce uvas, pero que desde hace tres años para acá solo lo hace con un poquito de uvas, porque «están caras».
Dijo que, igual, piden 12 deseos a la medianoche del 31 y, dependiendo de la cantidad de las uvas, van ajustando: «aunque sea una para los 12 deseos, nos comemos las uvas que haya», comentó.
María José Pérez comentó que, además de estrenar ropa, pone una maleta a su lado y un dolar, y justo a las 12:00 a. m. pide al universo que le conceda viajes y prosperidad. «Este 2024 tuve la oportunidad de viajar. Espero que en este próximo año también se me cumpla», pidió.
Rituales
La tarotista Daisy recomendó dos rituales para la evolución, prosperidad y la salud, en el cual se necesita una hoja y lápiz para escribir el 31 de diciembre lo siguiente:
«Yo declaro que mi prosperidad va a evolucionar siempre. Yo declaro que el camino se abrirá a todo lo que necesito para avanzar. Yo declaró que el camino de la prosperidad avanzará sobre mis pasos».
Asimismo, sugirió guardar este escrito en un frasco de vidrio o en un bold, luego verter granos como arroz, lentejas o caraotas, poner una bolsista de esencia, sal marina, esencia de plata y una vela alrededor, y al encender decir: «Querida luz, eres tú quien va a iluminar todo el camino y mis peticiones», señaló.
También dijo que otro ritual es poner un recipiente con agua detrás de la puerta principal del hogar, antes de la medianoche del 31, y sacar el agua luego de las 12 campanadas, con el propósito de que mueva la energía y atraiga la prosperidad.
Para la salud, afirmó que una costumbre sencilla es tener la estampa del doctor José Gregorio Hernández, poner un vaso de agua en horas del mediodía del 31 y a la medianoche, ir hasta ese vaso con agua y beberlo, con la mano izquierda tomar la estampa, llevar al corazón y decir:
«Querido doctor José Gregorio Hernández serás tu quien nos dé nuestra sanación. Serás tú quien nos va a sanar. Tendremos salud en el nombre de Dios» CNP 13.114)