La campaña electoral para las municipales del 27 de julio en Venezuela comenzó este viernes en un contexto de apatía generalizada y fuertes divisiones políticas.
Esos comicios, en los que el chavismo apunta a conquistar las 335 alcaldías y 2.471 escaños en concejos municipales, se celebrarán un día antes del aniversario de la controvertida reelección de Nicolás Maduro y dos meses después de las votaciones regionales y parlamentarias.
Según el jefe de campaña de el comando oficialista, Jorge Rodríguez, “el objetivo táctico, inmediato, es ganar las 335 alcaldías y vamos por ellas”. Aseguró que esto forma parte de “un plan para cerrar el ciclo que arrancó el 28 de julio de 2024 y termina un año exacto después con la renovación de todos los poderes públicos”.
La oposición venezolana liderada por María Corina Machado optó por no inscribir candidatos ni convocar a estos comicios, tras considerar fraudulenta la proclamación de Maduro como vencedor de las presidenciales.
Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que 43% del electorado participó en los comicios regionales y legislativos del 25 de mayo, muchos centros de votación lucieron vacíos ese día, y no se ha divulgado el escrutinio detallado de ese proceso ni los del 28 de julio.
En las calles, la desconexión con el proceso electoral es evidente. Muchas personas desconocen la fecha de los comicios municipales o prefieren no hablar del asunto por temor a represalias, detalló AFP.
Después de las protestas que siguieron a la elección presidencial del 28 de julio de 2024, las autoridades detuvieron a más de 2.400 personas, entre ellas a decenas de colaboradores cercanos a Machado, que permanece en la clandestinidad.
Pese a todo, un grupo disidente en la oposición decidió postular candidatos en algunos municipios donde conserva influencia.
El Nacional
