Nicolás Maduro juró este viernes 10 de enero para un tercer mandato por «la nueva democracia», en medio de denuncias de supuesta conspiración en su contra y decenas de detenciones arbitrarias en todo el país de dirigentes políticos, activistas de derechos humanos y sociedad civil.
«Ante esta magna Asamblea Nacional, poder legislativo de la República, ante el pueblo de Venezuela, juro por Guaicaipuro y los pueblos indígenas, juro por Pedro Camejo y José Leonardo Chirinos, juro por Bolívar, por Sucre, por Urdaneta y Manuela Sáez, juro por la memoria eterna de nuestro amado jefe y comandante Hugo Chávez, y juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela ante esta Constitución que haré cumplir todos sus mandatos, que haré cumplir todas las obligaciones de la Constitución y las leyes de la República y que este nuevo periodo presidencial será el período de la paz, la prosperidad, la igualdad y la nueva democracia. Lo juro por la historia, lo juro por mi vida y así cumpliré y cumpliremos. Lo juro», dijo Maduro.
El acto se desarrolló en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, donde reposa el acta de Independencia de Venezuela, en lugar del hemiciclo de sesiones de la Asamblea Nacional donde tradicionalmente juran los mandatarios venezolanos.
Maduro inicia un tercer período hasta 2031 bajo los serios cuestionamientos a los resultados de las elecciones de julio pasado, donde el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo dio como ganador con poco más de seis millones de votos.
La oposición calificó esos resultados como un fraude según las actas de escrutinio que han recogido y que ya superan el 85%. El bloque que lidera María Corina Machado ha insistido que el verdadero ganador de los comicios es el embajador Edmundo González Urrutia, que ha sido reconocido por más de 30 países.
En su discurso, Maduro reiteró sus ataques a la comunidad internacional, especialmente contra Estados Unidos, la Unión Europea y los gobiernos latinoamericanos que no reconocen su victoria. Algunos anunciaron nuevas medidas contra su administración la mañana de este viernes.
Aseguró que todo forma parte de un plan «para imponer un presidente».
«La extrema derecha encabezada por un nazi socialista llamado Javier Milei junto a Estados Unidos creyó que iban a imponer un presidente, a Venezuela no le impone un presidente nadie en este mundo. No han podido ni podrán jamás», dijo.
Además, aseveró que Estados Unidos «y sus satélites y esclavos en América Latina y en el mundo convirtieron la elección presidencial de Venezuela en una elección mundial y se la ganamos (…) A mí no me ha colocado como presidente el gobierno de los Estados Unidos ni los gobiernos proimperialistas de las derecha latinoamericana, a mí no me ha colocado la oligarquía de los apellidos (…) el poder que represento y llevo es del pueblo».
También subrayó que para las elecciones presidenciales la oposición fue a una «preparación a un asalto al poder» que no se concretó. «Ahora trataron de convertir la toma de posesión presidencial de Venezuela en una guerra mundial (…) Digan lo que quieran decir, hagan lo que quieran pero esta toma de posesión no la pudieron impedir y es una gran victoria de la democracia venezolana, de la gente que quiere paz y estabilidad».
Maduro impulsa reforma con «diálogo»
Uno de los puntos que abordó Nicolás Maduro fue el de una reforma constitucional «que democratice a Venezuela más, que actualice los postulados (..) sobre una nueva economía, que actualice los postulados de la Constitución sobre la nueva sociedad a construir, humanista y democrática, que actualice la constitución para defender al país de las nuevas amenazas tecnológicas que ya conocemos de las redes sociales».
Reiteró que firmaría el decreto presidencial para constituir una «comisión amplia nacional de elaboración del proyecto de reforma constitucional» y que plantea una nueva jornada de diálogo con todos los sectores de país para recibir propuestas.
Una vez elaborado el proyecto, dijo que se entregará a la Asamblea Nacional. Maduro ha dicho que la Constitución de 1999 ha sido «benévola» contra los que han llevado a cabo acciones contra el país e insistió en que todos los que estén vinculados a «complots» deberán enfrentarse a la justicia.
«A Venezuela no se va a colonizar ni por la diplomacia de engaño de la zanahoria ni por la diplomacia de engaño del garrote. A Venezuela se respeta», aseveró.
Elecciones venideras
En su discurso, Maduro también señaló que este año se harán tres elecciones, entre ellas de la Asamblea Nacional, y justificó la realización de las presidenciales ante las sanciones de otros países «porque nos dio la gana convocar elecciones en nuestro país para que el pueblo ejerciera su soberanía. Que le arda a quién le arda».
Dijo que en los próximos días el presidente de la Asamblea Nacional convocará una mesa de diálogo nacional para fijar el cronograma electoral y entregarlo al CNE para que le dé el visto bueno.
Manifestó además que no está en desacuerdo si las elecciones legislativas y de gobiernos locales se hacen de forma separada, al tiempo que recordó que «si la Asamblea Nacional nacional se ‘eligiere’ en febrero» se instalará en enero de 2026.
Indicó que ya están trabajando las listas de todos sus candidatos porque «estamos previendo los escenarios y tenemos que prepararnos porque este año vienen tres elecciones muy importantes para la gobernabilidad».
En la juramentación estuvieron Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, uno de los principales aliados ideológicos de su administración, el gobernante nicaragüense Daniel Ortega, enviados especiales de Rusa y China y otros 120 representantes internacionales, según dijo.
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