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Odontología | Si aún tiene amalgamas en su boca debe conocer sus ventajas y desventajas 

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Escrito por Beatriz Quintana

Acarigua.- La amalgama dental es una aleación de mercurio y otros metales que se utiliza desde hace más de 150 años para el tratamiento de las caries, ya que es muy resistente y duradera. Además, es suficientemente plástica como para adaptarse al tamaño y la forma de la cavidad, pero se endurece lo bastante rápido, por lo que su uso es muy práctico.

Sin embargo, se ha expresado preocupación acerca de los posibles efectos nocivos del mercurio presente en este tipo de sellado dental.

«Al comienzo se utilizó irresponsablemente y los pacientes comenzaron a tener inconvenientes físicos y mentales como consecuencia de tener estas incrustaciones de amalgama, porque el mercurio es líquido y al contacto con el aire se evapora, y tanto el odontólogo como el paciente respiran esos vapores. Además, la contaminación es inminente a lo largo de los años, en la medida que el metal se va desgastando», afirmó el odontólogo y especialista en implantes, Sergio Monticelli.

Resaltó que la amalgama dental es, desde el punto de vista estético, desagradable, porque se pone negra y el esmalte dental pigmenta de color gris. Por otro lado, al masticar hay conductividad eléctrica si choca con otro metal.

Explicó que, al aparecer, la resinas o composites, han cambiado de forma positiva, porque es estéticamente más bonita, más liviana, sana, resistente y, desde desde el punto de vista funcional, mucho más factible. En cuanto al costo, tampoco hay una gran diferencia.

«A pesar de que ahora las amalgamas vienen encapsuladas -en cuanto al mercurio y los otros metales que pueden ser estaño, plata y cobre-, es preferible no exponerse a los vapores nocivos cuando se aplica en boca. A nivel de salud pública se sigue usando porque no se ha comprobado el grado de contaminación, pero sí se ha visto que los odontólogos e higienistas, presentan trastornos psicomotores por la contaminación del mercurio», afirmó Monticelli.

Otra de las consecuencias es que pueden aparecer lo que llamamos «tatuajes» por amalgamas. Tras pulir o retirar el metal, las partículas pueden adherirse a la mucosa y se ven como pequeños puntitos grises, indicó.

En algunos países, la amalgama está prohibido a menores de 15 años y, aunque este material todavía puede considerarse una buena opción para ciertas obturaciones en los molares, su uso ha ido disminuyendo.

En contraste, los composites dentales destacan por usar tecnología de nanorrelleno, lo que hace posible disminuir el tamaño de las partículas, al mismo tiempo que incrementa su fuerza y optimiza su nivel de resistencia ante el desgaste.

«Mi recomendación es no usarlas o retirarlas, si ya las tiene, para sustituirlas por composites o resinas, evitando la contaminación por mercurio», finalizó. (CNP 16.100)

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Beatriz Quintana

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