Nuestra Gente Principales

Titina Semidey, la elegante expresión de una florista creadora de sueños

Foto del avatar
Escrito por Beatriz Quintana

Araure.- Titina Semidey es su nombre y, su marca, la más chic, elegante, natural y hermosa forma de decorar con flores. Tan distinguida es su creatividad, que mirar la etiqueta es simplemente confirmar el origen.

Casi nadie conoce su nombre verdadero, porque los apodos cariñosos se enraízan entre los amigos y Titina es tan reconocida no solo en su entorno familiar, sino a nivel de marketing, que llamarla de otra manera se nos hace difícil.

«Mi nombre completo es María Cristina Semidey Fernández. Realmente mis padres me querían llamar Katherine, pero a mi abuela materna -que era todo un personaje- no le gustó. Me lo cambiaron a María Cristina y mis padres, para hacerlo más corto, me empezaron a decir Titina. Hoy día, mucha gente piensa que me llamo así», cuenta la florista.

Decoración, arte floral y ambientación es la especialidad de «Titina Semidey: Fores&Eventos”, una forma de esmerarse en los detalles que harán, no solo que un lugar se vea espectacular, sino que cada invitado se sienta rodeado de un ambiente marcado por el buen gusto.

Titina es nuestra, aunque nació en Maracay, estado Aragua, pero ella dice que se siente acarigueña-araureña, porque toda su memoria infantil y juvenil, es de estos paisajes llaneros.

«Me trajeron a vivir aquí cuando tenía un año, primero en Acarigua y, luego, Araure, hasta el sol de hoy. Mi niñez y juventud fue muy bonita, estudié en lo que hoy es el Colegio Ángel de la Guarda, en su momento era el Santo Ángel y lo administraban las monjas. Luego pasé al Liceo Hilarión López, donde me gradúo de bachillerato. Crecí entre muchos tíos y tías, creados por la amistad de mis padres y paseos a fincas casi todos los fines de semana. Una infancia feliz que me dejó grandes amigos», explicó.

No siempre se dedicó a la decoración de fiestas, porque al graduarse se fue con una de sus mejores amigas del liceo, al Instituto Nuevas Profesiones, en Caracas, y decidieron estudiar Turismo porque soñaban con viajar todo el tiempo.

Luego de graduarse, regresó a trabajar en Acarigua, en una agencia de viajes local y, en poco tiempo, vuelve de nuevo a Caracas.

Allí, comenzó a trabajar en una agencia de viajes que quedaba en el CCCT, llamada Viajes Venezuela, que hoy día no existe. Luego, pasó a Bonaire Tours, Hobby Tours y terminó en Camar Tours, que le dejó grandes amigas, a quienes considera hermanas. “En mi carrera de agente de viajes, estuve como 25 años y me dejó un gran aprendizaje. En lo que hago siempre doy lo mejor de mí, e enfoco en aprender y actualizarme cada día más y, por supuesto, en complacer y hacerle el viaje lo mejor posible a mis clientes que pasaban a ser mis amigos», señala Titina.

Las flores, un don familiar

«Ese talento con las flores es un don que tenemos en la familia, por la rama materna, que casi todos tienen un artista por dentro, y tenemos debilidad por la naturaleza”, confiesa.

Es su hermano, el gran Juan Carlos Semidey, el que comenzó aquí en Acarigua como decorador de eventos. Semidey se posiciona como un maestro en la decoración y hoy está muy bien cotizado a nivel internacional.

«Yo me vuelvo a venir para Acarigua todavía trabajando como agente de viajes freelance y, cuando podía, ayudaba a mi hermano en sus eventos. Luego, él decide buscar nuevos horizontes fuera de Venezuela y quedo yo con su legado».

Titina comienza a ser irremediablemente atraída por la mágica influencia de las flores y a dejarse llevar por el don heredado en la familia. Deja a un lado su profesión en la etapa de la recesión económica venezolana y cuando las aerolíneas se empezaron a ir del país.

A partir del 2015 se entrega por completo a la pasión que hoy llena su vida, con las flores como protagonista y la decoración como excusa perfecta para llevar felicidad, al igual que Juan Carlos y desde su negocio nace «Titina Semidey: Flores&Eventos”.

«Yo me formé en esto de la decoración en la floristería, viendo a mi hermano. Soy su fan número 1, pero es algo que me nace, que lo llevo en la sangre», dijo.

-Las flores son seres vivos, delicados. Trabajar con ellas es el arte de embellecer espacios, de armonizar ambientes, de dar alegría a quien las recibe, de hacer florecer sentimientos de agradecimiento, expresa.

El diseño de un evento

Cada etapa de la organización de un evento es importante. El motivo y la decoración harán de la sala de fiestas o espacio al aire libre, un lugar magnífico.

“Primero, que tengo que reunirme con el cliente y conversar, escucharlo y voy captando lo que desea. De ahí, empieza un trabajo de engranar entre lo que ellos desean y lo que me viene a la mente, lo que me gustaría hacer, y como arte de magia se va haciendo realidad lo que empieza con una conversación», señaló

Cada arreglo y/o montaje requiere diferentes tipos de flores según su especie, duración y otros detalles.

-Tenemos flores exóticas, cuyos arreglos pueden durar más que los arreglos con flores que lleven rosas gerberas, claveles e infinidad de tipos de flores. Hay arreglos acuáticos que pueden durar más que arreglos que se hagan con bases de espuma floral, pero también influye mucho el cuidado que se le dé a la flor al llegar a la floristería, revela.

Parece fácil, pero la calidad y el cuidado de la materia prima, es decir, las flores y el follaje, es determinante para obtener los resultados deseados, la manipulación, el almacenamiento, la creatividad, la experiencia y la certeza de saber el oficio, definitivamente, hacen la gran diferencia.

Escoger flores y diseños

«Hay clientes que ya traen una idea del modelo y las flores a utilizar, así como tengo una gran clientela que prefiere dejarlo en mis manos, porque conocen la calidad; solo dicen: ‘necesito un arreglo para tal ocasión, confío en ti’ y gracias a Dios hasta el momento han quedado contentos. Eso es parte de ese don de conocer y entender al cliente», indicó satisfecha.

Las flores llevan mensajes hermosos -indicó- de amor, agradecimiento, amistad, perdón y apoyo. Dicen lo que a muchas personas les cuesta expresar con palabras. Por eso, su tarea es tan importante. Las flores están en los momentos más especiales de nuestras vidas.

«Tengo muchas anécdotas, pero hay una que siempre recuerdo. Cuando fui con una de mis muchachas a entregar un arreglo floral que llevaba globos con helio y, al sacarlo del carro, los globos -que no habían sido bien atados- se soltaron y yo corría detrás de ellos por toda la calle. No pudimos alcanzarlos y lo que hacíamos era reírnos, ver cómo resolver para poder entregar el encargo. En cada montaje, a mi equipo y a mÍ, nos ha pasado alguna cosa loca que nos hace pasar el susto, luego reírnos y recordarlo».

La gente tiene muchas supersticiones con respecto a las flores. Cada momento que las recibes o sientes su aroma se queda en tu mente, como por ejemplo -explica- en un momento de duelo, te queda ese olor y luego a la persona no le gusta tener ese tipo de flor en ningún arreglo. A veces, me dicen: ‘no me pongas flores de muertos’, pero es que ninguna flor es de muertos, la flor es vida y cada una, en su estilo y de acuerdo a cómo le des su puesto, es hermosa.

Aún así, dice que no es para nada un oficio difícil, sino que se disfruta porque siempre te deleitas con la belleza de la flores. “Se te abren los sentidos con los olores que te regala cada una y te hace crear y darle su lugar en cada arreglo que se hace».

La clave del éxito

Definitivamente, en su caso, es una don. Sin duda, tal facilidad para crear no se aprende en cursos, mucho menos la elegancia y el tino para hacer de cada fiesta, única.

«Me encanta este trabajo, me encanta hablar y relacionarme con todo el medio que me rodea y que tiene que ver con organizar eventos. Quienes me conocen, me dicen que tintineo. Me encanta cambiar los espacios al decorar fiestas, crear y hacer cumplir sueños. No hay nada más gratificante que cuando te regalan ese abrazo y esa sonrisa de agradecimiento, cuando te dicen que superaste sus expectativas y que fue más de lo imaginado», dice feliz.

Desde que decidió crear “Titina Semidey: Flores&Eventos”, ha trabajado solo en Venezuela y se ha dedicado a hacer crecer la floristería y darse a conocer en el medio de los eventos, sobre todo, en bodas y, aunque aún no ha participado en concursos ni competencias, no es un plan que descarta de sus planes.

Durante el año 2022 decoró muchas bodas tanto en Acarigua como Barquisimeto y cuenta que se ha sentido 100 % contenta con el resultado final, el cual dice que se debe porque siempre cuenta con un gran equipo. (CNP 16.100)

Acerca del autor

Foto del avatar

Beatriz Quintana

Deja un comentario