Subrayaron que han recibido testimonios de familiares, abogados y organizaciones de la sociedad civil, que se han quejado de que las autoridades no están procesando sus denuncias y recursos de habeas corpus. En ocasiones, aseguran, ni siquiera los aceptan«El uso creciente de la desaparición forzada como un arma para silenciar a miembros de la oposición, personas percibidas como tales, activistas prodemocracia y personas defensoras de derechos humanos, busca generar un efecto disuasorio en toda la sociedad», advierten.
El Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas lo preside Gabriella Citroni y lo completan Grazyna Baranowska, Aua Baldé, Ana-Lorena Delgadillo Pérez y Mohammed Al-Obaidi.
EFE