Acarigua.- Escribir es un placer y un talento, y si se escribe con la convicción de que eso es lo que más queremos hacer en la vida, la tarea, además de ser placentera, se tornará en el sueño que queremos hacer realidad. A muchos les toma años decidir, siguiendo los convencionalismos. Otros, bien enfocados y comprometidos consigo mismos, hacen lo que su corazón le indica ¡»Et… voilà»!
Esa determinación la tuvo Marby Eleanette Reyes Herrera (@binetterey), una joven recién graduada de licenciada en Comunicación Social, que ya escribió y sacó a la venta su primer libro.
La novela titulada 22-22: Un viaje para amar, cuenta la historia de Jay y Jade, dos jóvenes que no se soportan, aunque tampoco han hecho esfuerzos por quererse, siendo forzados a viajar casi doce horas en un auto desde Acarigua hasta Puerto La Cruz, demostrando que para enamorarse solo falta conocerse mejor.
La sinopsis dice que esta novela está inspirada en la vida romántica de su autora, así como en la imaginación de su corazón. ¿Lograrás identificar sus detalles ocultos en esta novela?
Honor a las abuelas
«Mi primer nombre es en honor a mi abuela materna Marbelia y, el segundo, es una mezcla del nombre de mis padres; aunque suelo decirles a las personas que es francés, porque sí lo es. Escribo bajo el seudónimo de Binette Rey, un nombre creado por mi madre», explicó orgullosa de su linaje femenino.
Marby nació en Acarigua, hace 28 años y estudió su primaria en tres instituciones distintas: Colegio Verdad y Libertad, la Escuela Municipal Luisa Cáceres de Arismendi (en San Cristóbal) y la Escuela Miguel Otero Silva, en Acarigua.
Toda su etapa de liceísta transcurrió en la Escuela Técnica Industrial Simón Bolívar. Allí hizo grandes amistades, escribió con más seguridad sus primeras novelas —indicó— y conoció a dos profesoras que han sido clave en su desarrollo profesional: Greisy Morán de Esposito e Ingrid Sulbarán.
Marby nos cuenta que aprendió a leer y escribir con su abuelita Marbelia. «La mayoría de mis memorias de infancia son con ella y de vacaciones aquí. Tengo bonitas memorias sobre el tiempo en que vivimos en San Cristóbal, principalmente en un instituto donde papá y mamá trabajaron. Tenía un amplio campito con pinos y árboles; allí jugaba con mis amiguitos de niña», relató.
Esa línea femenina que la ha consentido, enseñado y apoyado durante su crecimiento, ha sostenido sus sueños.
«Esas tres mujeres: Janette, mi madre; mi abuela paterna Emérita y mi abuela Marbelia, han sido importantes en mi desarrollo como escritora. Mamá ha sido mi lectora y editora de preferencia, para todo lo que escribo. Emérita era la que me dejaba inventar y Marbelia me dio mis primeras herramientas de escritora», explicó.
Por otra parte, fue el recordado profesor Misael Camacho, quien le dio Morfosintaxis en la universidad, el que le guió ya con interés intelectual. «Lo recuerdo mucho, porque leyó una de mis novelas más antiguas y su consejo fue crucial. Sus ocurrencias me acompañan siempre. Incluso, es el único cuaderno de la universidad que conservo todavía. Él, definitivamente, fue un regalo para mi vida durante ese breve tiempo», recordó agradecida.
Marby es periodista de profesión, aunque ella dice que ejerce como escritora empírica; dos oficios que se complementan y encajan a la perfección, y quiso también estudiar Psicología, pero no aprobó el examen de ingreso.
«Aunque no ejerzo, sigo bien arraigada a mis bases de periodista, escribiendo notas y artículos de vez en cuando, para no perder la agilidad», acotó.
Marby también canta en su iglesia y, aunque le gustaría pintar, dice que es mala ilustradora, «aunque conozco dos artistas plásticos que bien podrían enseñarme; lo que sí hago, pero solo para ciertas ocasiones, es escribir poesía. Es más común leerla en mis novelas, porque allí las ubico a veces».
El libro
«Siempre he anhelado ser una escritora publicada. Escribir ha estado en mi corazón desde los once años y sigue siendo parte integral de mi vida. Esta novela, específicamente, nace de un reto de escritura que inicié con mis seguidores de Instagram; comencé a escribir el 22 de agosto y terminé el 22 de septiembre del año 2022.
De allí el nombre, 22-22, que le tomó solo un mes terminar, escribiendo, disciplinadamente, a diario un capítulo entero, aunque para publicarse tomó dos años.
«Así era su nombre original, pero debí ponerle otro nombre, para que pudiese ser más fácil asociarlo con el género de romance, así que agregué un subtítulo que es 22-22: Un viaje para amar. La novela trata de Jay y Jade quienes no se simpatizan, y son forzados a viajar casi doce horas en un auto desde Acarigua hasta Puerto La Cruz; esto los hará descubrir muchas cosas sobre su relación confusa», aclaró.
Y dado que en la actualidad existen facilidades para escribir, crear y hasta para publicar, le preguntamos si más a allá de la imaginación y la historia romántica, esta novela dejaba alguna reflexión.
«Esta es una historia que cuenta con sencillez, cómo en cualquier situación donde haya diferencias, ya sea en la amistad o en el amor, la incomodidad puede superarse con la comunicación adecuada. Creo que su aporte está en que se trata de un amor que se puede aspirar a tener, un amor posible y deja asentada la idea de que se construye, más que aparecer solo», expresó.
Todo autor escribe bajo su criterio emocional particular, y el género de novela romántica es el preferido de la chicas y no tan chicas. Marby escribió esta historia basada en la imaginación y algo de su experiencia personal.
«Siempre me he desenvuelto mejor en la fantasía y el realismo mágico, de hecho, me he considerado por mucho tiempo como romántica escondida, porque no era un género que me causara comodidad. Esta novela es una respuesta a mis sentimientos de hace dos años y cómo otras personas pueden sentirse identificadas con ella», y es que aunque el romance nos agrada a todos, no queremos socialmente sentirnos vulnerables. Tal vez por eso nos encanta leer estas historias, en las que podemos sumergirnos sin que nadie nos vea suspirar…o llorar.
Inspiración
La novela requiere de habilidades literarias, para que sea hermosa y mucha imaginación para que «atrape» al lector. Cada quien tiene escritores preferidos y preguntamos quiénes son los autores que la inspiran.
«Durante mi proceso de escritura, evito leer para poder concentrarme y no dejarme permear mucho por el trabajo de otros; sin embargo, cuando no estoy escribiendo, leo a (Gabriel) García Márquez, a Jane Austen, Mario Vargas Llosa y a Rómulo Gallegos. De Jane Austen he aprendido la habilidad de transformar las relaciones humanas con comunicación y empatía, de García Márquez la posibilidad de la magia en la realidad y de Gallegos, todas sus novelas son mis referentes, pero Cantaclaro es mi favorita. Tomo un poco de todos ellos», comentó.
Ningún comienzo es fácil. Por eso, sabiamente Marby indica que logró su meta practicando, clara en que «es necesario conocer muy bien lo que se desea comunicar en la historia para poder convencer al lector; me gusta dejarle migas y, de esa manera, hacerle saber que hay mucho más por averiguar».
Entretejida en la narración, la autora envía el mensaje de que, aunque en principio es espontáneo, el amor se construye, que requiere tiempo y que a veces no es tiempo para amar sino para conocer al otro. Jade y Jay tienen una larga historia que no nace de solo 12 horas, así que le gusta pensar que el amor toma su tiempo en aparecer.
«Es un libro para cualquier edad, los niños incluso pueden leerla con sus padres; es una historia que permite que todas las generaciones se sientan atraídas, aunque su público principal es jóvenes adultos y adolescentes», dijo.
La publicación
Comentó que fue un proceso largo hasta el momento en que entendió que si quería publicar, tendría que hacerlo por cuenta propia y rápido.
«Una vez logré maquetar la novela, hice los trámites necesarios para introducirla en Amazon. A diferencia de las editoriales convencionales, no trabaja con tiradas, por lo tanto, en la primera trajimos 5 copias del libro y la última 8, dado a que se requiere esfuerzo para traer los libros desde el exterior», aseguró.
Actualmente, este libro pueden conseguirlo en la librería Papelón con Crayón. Ella espera que se venda en todo el mundo y que sea una historia que todos puedan disfrutar.
«Yo seguiré escribiendo. Ya tengo tres proyectos. La siguiente novela vendrá para el siguiente año, aunque pueden leer lo que tengo más actual, en la plataforma de Wattpad. Entre los meses de abril y mayo publicaré Cayendo, así como otra novela en el 2026, que es mi proyecto más grande, hasta ahora», concluyó ilusionada. (CNP 16.100)