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El mundo reacciona a la reelección de Putin: los aliados de Moscú se alinean en contraposición al rechazo de Occidente

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Escrito por Redacción

Putin o Putin. Sin sorpresas y sin oposición, el líder del Kremlin fue reelegido y el mundo reacciona ante la controvertida victoria del hombre que apunta a completar al menos 30 años dirigiendo Rusia.

China, Corea del Norte, Irán, Vietnam y naciones latinoamericanas, como Venezuela y Cuba, dan un espaldarazo al presidente Vladimir Putin, mientras Occidente rechaza ampliamente su reelección al considerarla producto de acciones antidemocráticas.

El contraste es notorio justo cuando este lunes 18 de marzo la Comisión Electoral rusa señaló que concluyó el conteo de los votos, que confirman el triunfo del mandatario con el 87,28% de los sufragios a su favor: el resultado más alto en la historia post soviética del país.

Los datos oficiales dan vía libre al hombre de 71 años para al menos un nuevo mandato de seis años, cuando ya lleva más de 24 años en el poder y puede volver a presentarse a la reelección.

Todo mientras mantiene el impulso de la invasión a Ucrania, la primera guerra en décadas en el continente Europeo, que mide fuerzas entre Rusia y el bloque occidental.

Las felicitaciones y reproches llegan luego de tres días de elecciones, en un país con 11 zonas horarias, y a las que Putin se presentó sin rivales de peso tras frenar la postulación de opositores políticos. En las papeletas solo figuraron tres hombres que indirectamente apoyan al mandatario, por lo que los rusos que rechazan al jefe de Estado los calificaron como “marionetas” del propio presidente.

Nuevo punto de inflexión” para las relaciones de Moscú y sus aliados

Tras felicitarlo por su reelección, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, prometió que Pyongyang trabajará junto a Putin para desarrollar aún más las relaciones bilaterales.

«Sumaré firmemente mis esfuerzos a ustedes para cumplir con las demandas del momento, para brindar un nuevo punto de inflexión en la amistad entre Rusia y Corea del Norte, que tiene largas raíces y tradiciones históricas, y seguir adelante para construir una nación fuerte», señaló un mensaje del dirigente norcoreano.

Con Putin por al menos seis años más en el poder, el presidente chino,Xi Jinping, destacó que Beijing mantendría una comunicación estrecha con Moscú para promover la asociación «sin límites» que acordaron en 2022, justo antes de que Rusia invadiera Ucrania.

«China concede gran importancia a nuestras relaciones y estamos dispuestos a mantener una comunicación estrecha con Moscú para promover un desarrollo sostenido, sólido, estable y profundo de nuestra asociación estratégica en beneficio de los dos pueblos (…) Creo que bajo su liderazgo, Rusia ciertamente podrá alcanzar mayores logros en el desarrollo y la construcción nacional», sostuvo Xi en su mensaje, según difundió la agencia estatal de noticias Xinhua.

El portavoz de la Cancillería china, Lin Jian, añadió que tiene la convicción de que «las relaciones entre China y Rusia seguirán desarrollándose bajo el liderazgo» de Putin y Xi.

«China y Rusia son los mayores vecinos el uno del otro y son además socios estratégicos», subrayó.

Tanto Pyongyang como Beijing han fortalecido los lazos con Moscú desde que Putin ordenó la guerra contra Ucrania, el 24 de febrero de 2022.

Estados Unidos ha acusado a Corea del Norte de suministrar a Rusia proyectiles de artillería y misiles utilizados en el conflicto a gran escala, pero el Gobierno de Putin y la Administración de Kim niegan las acusaciones, aunque el año pasado se comprometieron públicamente a profundizar sus relaciones militares.

Aunque con relaciones históricamente marcadas por la desconfianza, en los últimos dos años, en el marco de la guerra, Rusia y China han estrechado cada vez más sus lazos. Moscú se apoya en el gigante asiático en un intento por salir a flote de las sanciones financieras impuestas desde Occidente por la invasión a su vecino país.

Mientras Rusia se alimenta de la demanda china de petróleo y gas, la influencia geopolítica y económica de Beijing crece a medida que se profundiza el aislamiento internacional de Moscú.

En el continente asiático, Putin encuentra varios aliados, aunque no los únicos. El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, el político con más poder en ese país, felicitó en nombre de su nación al presidente ruso por su victoria electoral.

En India, el primer ministro, Narendra Modi, aseguró que espera seguir trabajando junto al líder del Kremlin para fortalecer las relaciones entre Moscú y Nueva Delhi.

«Felicitaciones cordiales a Vladimir Putin por su reelección como presidente de la Federación Rusa. Esperamos trabajar juntos para fortalecer aún más la ya probada Asociación Estratégica Especial y Privilegiada entre India y Rusia en los próximos años”, indicó Modi, mediante su cuenta de la plataforma X.

Pero el respaldo a Putin –que por años ha gestado relaciones a través de su ayuda política y económica– no se limita a una zona geográfica. Algunas naciones latinoamericanas como Cuba y Venezuela también celebraron la victoria del líder del Kremlin.

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, felicitó al jefe de Estado ruso por su “abrumador triunfo”.

«Pueblo y Gobierno rusos, con audacia y sabiduría, han sido capaces de sobreponerse a los ataques multidimensionales que ha sufrido Rusia en los últimos tiempos y lo seguirán haciendo con la determinación y el ímpetu que los ha caracterizado a lo largo de su memorable historia», señaló Maduro en un texto difundido por la Cancillería de su país.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, sostuvo que la victoria de Putin «constituye una muestra fehaciente del reconocimiento del pueblo ruso a su gestión» y señaló que espera que continúen «afianzando nexos entre Cuba y Rusia, en sectores identificados para el bienestar de nuestros pueblos».

Estas palabras también llegan justo un día después de que se conociera que Rusia envió a la isla un buque con 650.000 barriles de crudo para paliar la crisis energética que actualmente atraviesa, con apagones que afectan a la mitad del territorio.

Del lado latinoamericano, el presidente de Bolivia, Luis Arce, también se sumó al apoyo a Putin, al señalar que su renovación de mandato «reafirma la unidad del valeroso pueblo ruso en torno a su soberanía y constante desarrollo».

En África, donde Occidente ha estado luchando por ganar apoyos en sus esfuerzos por aislar a Moscú, algunos periódicos vieron la reelección de Putin como un refuerzo de la postura de Burkina Faso, Mali y Níger, que han experimentado golpes de Estado en los últimos años, mientras se alejan de las relaciones con los países occidentales y se alinean a Moscú.

Represión”, “ilegitimidad” y “burla”: Occidente rechaza la reelección de Putin

Las democracias occidentales contrastan fuertemente con el respaldo de los países con los que Putin ha forjado relaciones económicas y políticas.

Una de las primeras reacciones llegó desde Estados Unidos. Las elecciones rusas “obviamente no fueron libres ni justas”, remarcó un vocero de la Casa Blanca, al recordar que el mandatario ruso ha encarcelado a sus oponentes e impedido que otros se postularan contra él en las urnas.

Aunque el comentario fue refutado por el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, Washington respondió que se trata de “evaluaciones esperadas y predecibles, dado que de facto Estados Unidos es un país profundamente involucrado en la guerra en Ucrania. Este es un país que, de hecho, está en guerra con nosotros».

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, alianza que respalda a Kiev frente a la invasión rusa, sostuvo que «la organización rusa de elecciones en las zonas ocupadas de Georgia y Ucrania es completamente ilegal. Y las elecciones presidenciales rusas claramente no fueron ni libres ni justas».

La Unión Europea lamentó que las autoridades rusas no permitieran la participación de observadores independientes en los comicios. «Las elecciones en Rusia fueron unas elecciones sin elección», sintetizó este lunes la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, al inicio de una reunión del bloque, en Bruselas.

Por separado, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia aseguró que las votaciones en Rusia se desarrollaron en un contexto de “represión de la sociedad civil” y no se respetaron las condiciones para unas elecciones libres y democráticas.

Aprovechando la referencia de Moscú a su guerra en Ucrania como una «operación militar especial», el ministro de Exteriores francés, Stéphane Sejourne, afirmó que París toma nota de la «operación electoral especial».

No obstante, el Gobierno de Emmanuel Macron también elogió la valentía de «los numerosos ciudadanos rusos que protestaron pacíficamente contra este ataque a sus derechos políticos fundamentales». El domingo, miles de personas, dentro y fuera de Rusia, se expresaron en la protesta denominada ‘Medio día contra Putin’, una manifestación en la que acudieron masivamente a esa hora a las urnas en busca de anular sus papeletas de voto.

El secretario de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Cameron, subrayó que el resultado de las elecciones puso de relieve la «profundidad de la represión» en Rusia. «Putin elimina a sus oponentes políticos, controla los medios y luego se corona como ganador. Esto no es democracia», sostuvo el también ex primer ministro británico.

La convicción de Occidente sobre la ilegitimidad de la reelección de Putin es enorme. Y es que, además, el grupo observador independiente de Rusia, Golos (Voz), destacó que se trató de los comicios más fraudulentos y corruptos en la historia del país, por lo que los calificó como una «burla» a la democracia.

«Nunca antes habíamos visto una campaña presidencial que estuviera tan por debajo de los estándares constitucionales», indicó el grupo mediante un comunicado, en el que explicó que las elecciones no podían considerarse genuinas porque «la campaña tuvo lugar en una situación en la que los artículos fundamentales de la Constitución rusa, que garantizan los derechos y libertades políticos, esencialmente no estaban en vigor».

Al menos 74 personas fueron arrestadas en toda Rusia en el último día de elecciones, según señaló el grupo de derechos humanos OVD-Info.

Francia, Reino Unido y otros países también condenaron el hecho de que el Kremlin hubiera celebrado sus elecciones en regiones de Ucrania que se anexó durante la guerra en curso: Donetsk y Lugansk, en el este del país invadido, así como Jersón y Zaporizhia, en el sur, además de la provincia de Crimea que Moscú se adhirió en 2014.

Independientemente del rechazo, Putin se alza no solo como el hombre más poderoso de Rusia, sino como uno de los actores decisivos en el tablero geopolítico, mientras busca socavar lo que considera la hegemonía occidental.

Con Reuters y EFE

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